Las alianzas son clave para proponer soluciones

Las asociaciones dedicadas a las ciencias sociales están llamadas a acercarse a los tomadores de decisiones

Hernán Salas, Karina Batthyány, Angélica Cuéllar, Jaime Ríos y Jorge Cadena-Roa. Foto: Francisco Parra.
Ante los grandes desafíos que enfrenta la humanidad, como ha sido la pandemia, que sirvió de catalizador para ver con toda su crudeza las enormes desigualdades en el mundo, no hay forma de que las instituciones por separado puedan lograr cambios, y por ello las alianzas son clave para proponer soluciones.

Así lo consideraron especialistas en el panel Asociaciones e Instituciones de las Ciencias Sociales y Humanidades, realizado en el marco de la 9a Conferencia Latinoamericana y Caribeña de Ciencias Sociales. Tramas de las desigualdades en América Latina y el Caribe. Saberes, luchas y transformaciones.

Ante los desafíos que son bien conocidos, como las violencias, las desigualdades de género, la enseñanza, las luchas y transformaciones de las naciones y las grandes disparidades económicas, políticas y culturales que afectan especialmente a Latinoamérica, las asociaciones de profesionales están llamadas a realizar diagnósticos cada vez más claros y pertinentes y a acercarse a los tomadores de decisiones.

Karina Batthyány, secretaria ejecutiva de Clacso, enfatizó que las propuestas se deben pensar de manera colectiva, por lo cual las alianzas son clave para proponer formas de resolver los desafíos antes mencionados.

Clacso promueve las herramientas necesarias para el desarrollo de los grupos que tienen menos oportunidades: mujeres jóvenes, colectivos afro, sectores rurales, indígenas, entre otros. Un instrumento fundamental tiene que ver con la democratización del conocimiento y el acceso abierto y como bien público. Un derecho para todos y todas, con elementos como la biblioteca y la librería latinoamericana de ciencias sociales.

“También es necesario ampliar los diálogos y enfatizar en cómo podemos potenciar las miradas para crear lo que llamamos el sur global, por ahí están los principales desafíos de nuestras instituciones”, reflexionó.

Al moderar el encuentro, Angélica Cuéllar Vázquez, de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, consideró necesario revisar los trabajos de las asociaciones como oportunidades para superar las desigualdades de la región.

“Que quienes toman las decisiones escuchen que hay una enorme cantidad de conocimiento crítico y fundamentado de toda esta realidad, no sólo latinoamericana; que tenemos esas herramientas para poder proponer políticas públicas que pongan el acento en tratar de abatir todas estas desigualdades tan enormes”, reflexionó Cuéllar Vázquez.

Torre de marfil

En tanto, Jorge Cadena-Roa, secretario ejecutivo del Consejo Mexicano de Ciencias Sociales, destacó que el principal desafío que ha enfrentado la organización es mostrar que las actividades de las ciencias sociales no suceden en una torre de marfil.

Se han identificado 12 disciplinas y un número semejante de áreas interdisciplinarias que van desde educación hasta migraciones, temas que se han venido analizando de esa forma.

Jaime Ríos Burga, presidente de la Asociación Latino Americana de Sociología de Perú, planteó que las experiencias y el trabajo realizado con el Clacso se suman a los esfuerzos para superar la crisis actual.

“Tenemos que descolonizarnos, porque los riesgos globales y los de cada ecosistema en crisis ponen en peligro la vida en el planeta y llevan al límite la preservación de la civilización humana. Debemos convertirnos en sujetos colectivos desde y para la vida, una academia como política de vida que –como decía Pablo González Casanova– tenga comunidades de vida que aprendan y desaprendan saberes colectivos que cumplan con las promesas incumplidas de la modernidad: igualdad, libertad, solidaridad y felicidad”, reflexionó Ríos Burga.

Hernán Salas Quintanal, presidente de la Asociación Latinoamericana de Sociología Rural, resaltó el compromiso permanente de la agrupación con los movimientos sociales y un foro de intercambio ininterrumpido entre los académicos y las organizaciones campesinas, indígenas y de jornaleros del continente, señalando la vulnerabilidad, la pobreza y la exclusión de la que son objeto amplias capas de las sociedades rurales latinoamericanas.

El también académico del Instituto de Investigaciones Antropológicas de la UNAM calificó la pandemia como “una de las mayores tragedias sociales contemporáneas que ha afectado de forma inimaginable la vida de todas las personas. Los estudios se han enfocado en los efectos que la crisis ha desencadenado en los sistemas activos, agroalimentarios y, de manera amplia, en los mundos rurales, cuyos efectos tardarán en conocerse y revertirse”.

También podría gustarte