Las niñas necesitan ejemplos reales de mujeres de ciencia

Martha Yoko Takane Imay, especialista en álgebra, las invitó a explorar este maravilloso mundo

Las niñas necesitan tener ejemplos reales de científicas que sean sus modelos a seguir, y nosotras ayudarlas a despertar su vocación científica. Enseñarles a jugar, observar y no tener miedo a preguntar, sostuvo Martha Yoko Takane Imay, investigadora del Instituto de Matemáticas (IM).

Destacó que de todas las áreas del conocimiento, la ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (llamadas STEM por sus siglas en inglés) son las que tienen un mayor sesgo para que las estudien las mujeres. Junto a disciplinas sociales, humanísticas y artísticas, en donde la presencia femenina es más grande, las llamadas ciencias duras cuentan entre sus filas a una minoría de mujeres que aún tienen mucho camino por recorrer hacia la equidad de género.

La especialista en álgebra participó con una conferencia en la celebración del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, evento organizado en línea por el Museo de la Mujer de la UNAM.

Afirmó que a los cinco años, niños y niñas juegan a la par con objetos matemáticos, pero a los seis las niñas ya se van replegando. “Necesitamos ejemplos de mujeres matemáticas a seguir, maestras que nos guíen y nos motiven”.

En una emotiva charla llena de anécdotas personales y datos científicos, habló de siete mujeres matemáticas “que me han y siguen inspirando”.

Presentada por Martha Pérez Armendáriz, presidenta del Grupo Mujer y Ciencia de la UNAM y acompañada también por Mirella Feingold Steiner, presidenta de la Federación de Mujeres Universitarias, Takane Imay narró parte de la vida de sus grandes ejemplos femeninos a seguir en la ciencia.

Comenzó con Emmy Noether, una matemática alemana de origen judío que asistió como oyente a la universidad cuando aún esa institución era exclusiva para hombres.

Noether, considerada la madre del álgebra fue responsable de desarrollar las bases matemáticas detrás de la Teoría de la Relatividad de Einstein. Un gran poster de esta científica se distingue en una foto de una joven Yoko Takane mientras cursaba su posdoctorado en Alemania.

Idun Reiten, de origen noruego, es un ejemplo real para Takane, pues en su grupo pasó uno de los periodos más productivos de su investigación. Junto con Maurice Auslander, Reiten dio un vuelco al estudio de las representaciones de álgebra, para que literalmente los científicos pudieran dibujarlas. Describió a Reiten como una mujer inteligente, creativa, divertida y generosa con quien tuvo el honor de colaborar.

Sheila Brenner, matemática inglesa, es la más feminista del grupo de representaciones de álgebra de su época. Creó varias de las principales nociones e ideas de la Teoría de Representaciones de Álgebra, “área a la que me dediqué mucho tiempo”, señaló.

Experta en topología

La mexicana Sylvia de Neymet Urbina fue la primera mujer en doctorarse en Matemáticas en México, lo que ocurrió en 1966. Dedicada por más de 40 años a la docencia, era una experta en topología. “La profundidad de sus enseñanzas las he llevado a lo largo de mi vida profesional”, comentó.

Manuela Garín Pinillos, española residente en México, egresada de la Facultad de Ciencias de la UNAM y madre del líder estudiantil de 1968 Raúl Álvarez Garín, se dedicó a la docencia y a la elaboración de programas de estudio para las nuevas carreras de Matemáticas. “Me inspira a seguir en esta lucha que a veces parece infinita por la enseñanza de las matemáticas y por las niñas”, expresó.

La iraní Maryam Mirzakhany, con todo y velo, ganó en 2014 la Medalla Fields, considerada el premio Nobel de las matemáticas. “Fue la primera mujer en ganarla”, recordó.

Por último, la científica universitaria citó a Mariel Elena Vázquez Melken, mexicana egresada de la UNAM que actualmente es investigadora de la Universidad de California en Davis y es experta en la topología del ADN. Vázquez recibió del expresidente Barack Obama el mayor reconocimiento que concede Estados Unidos a jóvenes investigadores e investigadoras por su investigación en el ADN.

Con la revisión de estas vidas, Martha Yoko Takane Imay invitó a las niñas a explorar el maravilloso mundo de la ciencia.

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