Las obras artísticas representan la experiencia tras una idea

Congreso Internacional Interartes: COMPLEX PLANET, la relación crítica entre lo endémico y lo global

Dionisio Vila, Aurora Lechuga y Manolo Cocho. Fotos: Víctor Hugo Sánchez.

El trabajo del artista no es expresar un mensaje en particular o ilustrar una idea, sino representar la experiencia tras una idea, la cual está abierta a múltiples interpretaciones, comentó José Miguel González Casanova, académico de la Facultad de Artes y Diseño (FAD) de la UNAM.

Al participar en el Congreso Internacional InterArtes: COMPLEX PLANET, la relación crítica entre lo endémico y lo global, que se realiza en el Centro de Ciencias de la Complejidad (C3), el artista precisó que al admirar una obra de arte no hay una interpretación correcta, la pieza artística funciona en la medida que es un sistema de interpretación de la realidad.

“El papel de la obra es crear lenguaje, crear las palabras, ampliar nuestro universo de significación de la realidad. Es decir, que el arte no tiene sentido si no es significado por nadie. Lo que existe es lo que nos apropiamos y se encarna en nosotros. Y es aprovechado como un saber y experiencia real que transforma nuestra experiencia de la realidad”, comentó González Casanova vía telefónica desde La Habana, Cuba.

Hasta el 26 de octubre se realiza en Ciudad Universitaria COMPLEX PLANET, donde se revisa la relación dialéctica entre las características globales y particulares en torno a las artes, donde obras y artistas forman un legado universal invaluable de frente a los estándares globales de consumo visual y auditivo.

Al ofrecer la charla La complejidad en el proceso artístico, el ensayista precisó que cualquier pieza u obra de arte añade e integra formas o conceptos en el espacio, colores y materialidades. A partir de estos sistemas es que se construye un símbolo artístico que opera dentro de los canales de circulación del arte o de la percepción de la experiencia sensible.

“Lo que conocemos como arte es porque reconocemos su capacidad de representación histórica de la realidad; es un punto de cruce en la suma de signos que construyen la obra, los cuales son, de alguna manera, fugas o nodos entrecruzados que no llevan sólo el significado de elementos dentro de la pieza, sino cómo operan en un contexto específico, y cómo funcionan en su lectura (no es lo mismo una obra dentro de un museo que fuera de él, o en una galería o un espacio público)”, ejemplificó el también curador y escenógrafo.

Significado cultural

Enfatizó que una obra no tiene un significado metafísico por sí misma, éste se da gracias a la suma de lecturas que ha tenido esa pieza, por ejemplo, Las Meninas (Diego Velázquez) es considerada un objeto de arte gracias a la suma de lecturas que ha tenido por todos aquellos que la han visto; es decir, va construyendo un significado cultural a medida que se va socializando.

Una obra de arte es un modelo sensible de experiencia, es decir, lo que representa son modelos sensibles que nos hace evocar otras posibles costumbres, multiplicando la capacidad de conocer las realidades de otras culturas y subjetividades.

Momentos antes, Dionisio Vila Maior, coordinador del Congreso Intercontinental InterArtes Portugal-Brasil-Argentina-México, Universidade Aberta de Portugal; Aurora Lechuga Rodríguez y Manolo Cocho, ambos coordinadores del Congreso e investigadores del C3, y la escritora Assia Mohssine, dieron la bienvenida a los asistentes al encuentro que ya ha sido organizado antes en Brasil, Argentina, Portugal y ahora en México.

 

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