Las tormentas magnéticas, sin peligro para la Tierra

Expertos del Instituto de Geofísica dijeron que no tienen relación con una explosión solar; cada 11 años se presentan unas 300

Auroras boreales, uno de sus efectos.
Auroras boreales, uno de sus efectos.

La tormenta magnética que inició el 14 de marzo es un fenómeno bastante común que ocurre cada ciclo solar: cada 11 años se presentan alrededor de 300, indicaron académicos del Instituto de Geofísica (IGf).

Las tormentas magnéticas, dijo Juan Américo González, coordinador del Laboratorio Nacional de Clima Espacial (LANCE), son corrientes de viento solar que interaccionan con el campo magnético de la Tierra ocasionando auroras boreales y algunas afectaciones menores en telecomunicaciones. Al no tratarse de un fenómeno explosivo, sus efectos en el planeta son mucho menores a los que podrían causar las tormentas solares.

Explosión solar, no

En conferencia de medios subrayó que la tormenta magnética a la que hacen referencia las redes sociales y algunos medios no tiene relación con una explosión solar. Las primeras son eventos menores que no tendrán repercusiones importantes en el territorio nacional y pasarán inadvertidas para la mayoría de la población.

Hugo Delgado, director del IGf, y Esteban Hernández, jefe de Servicio Magnético, aclararon que las tormentas magnéticas no son lo mismo que las tormentas o explosiones solares que, como los sismos, no pueden predecirse, pero ocurren cuando hay regiones activas en la superficie del Sol, “y en este momento no se presentan en nuestra estrella”, aunque sí habrá una magnética, que es diferente.

Juan Américo González expuso que el Sol tiene niveles muy bajos de actividad; “prácticamente no hemos registrado ninguna relevante en las últimas dos semanas y no esperamos ninguna tormenta solar próximamente”.

No obstante, precisó, debemos preocuparnos y prepararnos ante éstas. “Hay una continua interacción entre el Sol y la Tierra; si se da ese fenómeno, el Sol emite una nube de material que se propaga en el espacio e impacta el campo magnético de nuestro planeta”.

De ocurrir una explosión solar intensa, que son impredecibles y difíciles de suceder, podrían verse afectados directamente cuatro sectores críticos para la sociedad moderna: la generación y distribución de energía eléctrica, la aviación, los satélites y los sistemas de posicionamiento global.

Además, en caso extremo, habría un fenómeno global que afectaría una gran parte del mundo, causando caos económico. “El que inició ayer (tormenta magnética) es un evento menor, pero es un aviso para recordarnos que vivimos junto a una estrella y debemos estudiarla”.

Por otra parte, refirió que en 2014, además de las modificaciones a la Ley General de Protección Civil que incluyeron los fenómenos astronómicos, se creó el Servicio de Clima Espacial del IGf, entidad universitaria que con el apoyo de la red de los sismógrafos del Servicio Sismológico Nacional mapea las perturbaciones que ocurren en la atmósfera alta (ionósfera) y, además, “estamos desarrollando cinco observatorios, uno en Nuevo León, dos en Michoacán, uno más en Ciudad de México y otro en la Sierra Negra, Puebla”.

Asimismo, en 2015 participaron en la edición del Manual de gestión de riesgos de desastres de clima espacial, publicado por la Secretaría de Gobernación, cuyo objetivo es preparar al país ante este tipo de fenómenos.

Esteban Hernández comentó que cerca de 200 laboratorios en el mundo se encuentran a la expectativa de la llegada de este evento, “y aunque se trata de un fenómeno relativamente ordinario, procuremos tomar con responsabilidad la información que nos proporcionan las redes sociales, una herramienta poderosa, pero un poco riesgosa”.

Por último, los especialistas informaron que el Instituto de Geofísica dará reportes en vivo a través de Facebook Live para mostrar los efectos en tiempo real de la tormenta magnética y su evolución.

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