Las universidades, sitios de pensamiento crítico y espacios de libertades
El encuentro se realizó en el Palacio de la Escuela de Medicina
Al participar en la primera sesión plenaria de la Cumbre de Rectores(as) Brasil-México, realizada en el Palacio de la Escuela de Medicina, se refirió al tema de las instituciones de educación superior y los problemas globales, como el fomento de una cultura de la igualdad de género, una cuestión que afecta a toda la región latinoamericana; o la desigualdad, un área siempre pendiente en nuestros países.
“Sin duda el papel de la Universidad es crucial para poder entender las grandes transformaciones. Nacieron hace varios siglos para institucionalizar la transmisión del conocimiento, pero hoy también promueven su evolución en todas sus áreas, y es un espacio privilegiado de reflexión para resolver las variaciones que imperan en nuestro entorno, como aquellos desafíos de los cambios económico y social”, destacó.
En la plenaria uno, moderada por Marco Tulio de Castro Vasconcelos, rector de la Universidad Presbiteriana Mackenzie, de Brasil, José Daniel Diniz Melo, rector de la Universidad Federal de Río Grande del Norte, también de Brasil, se pronunció por mantener la autonomía de nuestras casas de estudio y fortalecer las relaciones académicas entre Brasil y México, que cuentan con grandes instituciones del gremio.
Deysi Fraga Cedré, rectora de la Universidad de Ciencias Pedagógicas Enrique José Varona, de la República de Cuba, destacó que las instituciones de educación superior en su país padecen una severa crisis económica y de desigualdad, pese a que el sistema educativo de la isla se basa en el método científico, tecnológico y de innovación, que busca un mayor nexo entre universidades, gobierno, sector productivo y empresas.
Plantear soluciones
En la plenaria dos, moderada por José Antonio de los Reyes Heredia, rector general de la Universidad Autónoma Metropolitana, de México, dijo que los retos y desafíos que representa la universidad en el siglo XXI son fundamentales para plantear soluciones y contribuir desde la perspectiva mexicana y brasileña, pero también de toda la región de América Latina y el Caribe.
Rutilia Calderón, exrectora de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, consideró que el principal desafío para las universidades es la transformación civilizatoria, que reconoce desde estas instituciones modificaciones provenientes de la inseguridad (social, jurídica y alimentaria), del cambio climático y desafíos globales que impactan y son percibidos de maneras diferenciadas.
Destacó que las instituciones de educación superior son un constructo social e histórico, y deben mantenerse como sitios que crean conciencia crítica frente a las dinámicas sociales, políticas y económicas. Dijo que éstas son un factor clave para la construcción de la democracia y la cultura de la paz.
En su oportunidad, Armando Alcántara Santuario, miembro del Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación (IISUE), afirmó que vivimos en un contexto de incertidumbre por la pandemia, y con una recesión económica con baja perspectiva de recuperación.
“Se calcula que hay 235 millones de estudiantes en el mundo inscritos en alguna institución de educación superior, y que esto ha tenido un crecimiento muy fuerte comparado con el año 2000”, indicó.
El investigador se pronunció porque en estos espacios educativos se propicie el mantenimiento del pensamiento crítico y el ejercicio de las libertades.
En esta segunda sesión plenaria también participó Sandro Amadeu Cerveira, rector de la Universidad Federal de Alfenas, Brasil, quien insistió en que las instituciones de educación superior de la región deben ser dotadas de autonomía y convertirse en un espacio de construcción donde se respete el debate.