Llaman a cerrar brechas de género en espacios científicos

En el marco de la conmemoración del Día Internacional de las Niñas, las Jóvenes y las Mujeres en la ciencia, las directoras del Subsistema de la Investigación Científica de la UNAM realizan algunas reflexiones sobre su participación en los espacios científicos, así como sobre los avances y asignaturas pendientes para cerrar las brechas que aún existen y lograr la igualdad de género en sus diferentes disciplinas.

Hay avances, pero aún falta cerrar las brechas.

El mensaje empieza por destacar el progreso que significa la representación casi paritaria de las mujeres directoras: “Al día de hoy somos 13 mujeres quienes dirigimos algún instituto o centro de investigación científica, de un total de 30 que integran el Subsistema”, escribieron en el documento, y luego abordaron los pasos que faltan:

“Las brechas de género en la ciencia no se originan de manera espontánea, son el resultado de múltiples acontecimientos que trastocan la vida de las mujeres. Sin duda queremos un mundo donde la libertad de elegir el rumbo profesional de las personas sea autónomo, independientemente de si las niñas y jóvenes eligen una carrera en las Ciencias, Tecnología, Ingeniería o Matemáticas (CTIM) o no, pero nos hacen falta muchas transformaciones sociales para asegurar que las condiciones caminen en esa dirección”.

Para las directoras, la construcción de vocaciones científicas, el acercamiento a las CTIM desde la niñez, la eliminación de sesgos de género en la enseñanza, las mentorías y acompañamiento de profesionales, y la visibilidad del trabajo de las mujeres en la ciencia es fundamental para romper patrones tempranos.

“El camino no termina ahí, pues una vez que una niña o joven se decide a optar por el camino científico, los obstáculos estructurales y simbólicos persisten. No dependen de su voluntad.” Por ello, proponen las siguientes acciones:

Para conseguir la igualdad sustantiva, que no es otra cosa que una igualdad palpable y real en nuestras experiencias colectivas, las comunidades académicas en sentido amplio “debemos asumir como una interpelación colectiva la responsabilidad de co-construir una vida científica igualitaria, no discriminatoria y libre de violencias desde nuestras diferentes condiciones de género, étnicas, disciplinarias, de clase, etarias, de nombramientos, entre otras”.

Luego continúan con estos conceptos y hacen un llamado tanto a mujeres como a hombres:

“Las mujeres somos protagonistas de este momento de la historia en que desafiamos las inercias desfavorables para nuestro desarrollo en la vida pública, y particularmente en el ámbito CTIM; el proyecto transformador requiere ser generalizado para alcanzar sus más amplias dimensiones. Invitamos a este camino de reflexión, de aprendizajes y desaprendizajes, a más mujeres científicas, desde un lente crítico de nuestra propia socialización de género y las pedagogías de la feminidad, así como a nuestros colegas varones a no asumir un papel contemplativo de los cambios, pues los modelos normativos de masculinidad siguen siendo un ancla de desigualdad que impide su corresponsabilidad con nosotras, con las labores de cuidados y con espacios de reflexión como este texto y este encuentro de perspectivas que también amerita tiempo y energías”.

Por qué estudiar ciencias

Las directoras compartieron algunas razones para invitar a más niñas, adolescentes y jóvenes a sumarse al estudio de la ciencia:

Estudiar ciencia es todo un privilegio, porque nos da criterio y libertad de pensamiento para resolver problemas a través del conocimiento y habilidades; ejercita la reflexión, la crítica y el análisis de lo que ocurre a nuestro alrededor; nos permite tomar decisiones razonadas y entablar contacto con personas diferentes, con otros puntos de vista y otras culturas; así como nos da la posibilidad de conocer el porqué de todo lo que nos rodea, afrontar retos para explicar procesos naturales y poder contribuir a nuestro entorno.

  • La ciencia es una actividad humana estimulante desde la perspectiva intelectual y social, y representa una vida profesional con muchas satisfacciones. Por un lado, es como ser niña, niño o niñe toda la vida, ya que nos permite seguir aprendiendo, satisfacer la curiosidad sobre los fenómenos naturales, que es algo nato en las personas, al igual que imaginar, planear, diseñar, jugar y aprender cotidianamente. Es también divertido, porque cuando crees que has encontrado una respuesta, surge un arcoíris de preguntas nuevas, y te das cuenta de que nunca terminas de aprender, teniendo así una constante formación y evolución. Por el lado profesional, hacer de tu pasión tu trabajo hace que nunca más tengas que volver a trabajar, porque te dedicas a algo que te divierte y te hace crecer.
  • La labor científica es desafiante y muy gratificante, porque el rigor que se requiere para entender y descubrir los fenómenos implica mucho trabajo y diferentes retos, pero también te da libertad de poder inventar tu trabajo, entender cómo funciona el mundo, tener la capacidad de navegar tus pensamientos y llegar a explicaciones irrefutables de fenómenos antes inexplicables resulta en una satisfacción indescriptible. Es una exploración activa que finalmente te pone en contacto con los constantes descubrimientos de la humanidad.
  • De manera adicional, dedicarse a la investigación científica en una universidad, como la UNAM, está ligada a transmitir lo que se sabe a las nuevas generaciones y, al mismo tiempo, aprender de ellas lo que permite de alguna manera renovarse con cada estudiante que pasa por nuestras aulas y laboratorios.

El mensaje está firmado por: Dra. Susana Aurora Magallón Puebla (Instituto de Biología), Dra. Laura Alicia Palomares Aguilera (Instituto de Biotecnología), Dra. María Herlinda Montiel Sánchez (Instituto de Ciencias Aplicadas y Tecnología), Dra. María del Pilar Carreón Castro (Instituto de Ciencias Nucleares), Dra. Ana Elena Escalante Hernández (Instituto de Ecología), Dra. Marina Elizabeth Rincón González (Instituto de Energías Renovables), Dra. Ana Cecilia Noguez Garrido (Instituto de Física), Dra. María Soledad Funes Argüello (Instituto de Fisiología Celular), Dra. Rosa María Ramírez Zamora (Instituto de Ingeniería), Dra. María Imelda López Villaseñor (Instituto de Investigaciones Biomédicas), Dra. Hortensia Galeana Sánchez (Instituto de Matemáticas), Dra. María Teresa Morales Guzmán (Instituto de Neurobiología) y Dra. Lucía Capra Pedol (Centro de Geociencias).

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