Logros relevantes del ICAT en salud, ambiente y educación

Destacan la red de aulas del futuro, detección de fibrosis en el hígado y el lanzamiento de un módulo a la estratosfera: Rodolfo Zanella en su informe

El director del ICAT. Foto: Fernando Velázquez.

Entre los logros más relevantes del Instituto de Ciencias Aplicadas y Tecnología (ICAT) en el periodo 2018-2019, destacan su transformación de Centro a Instituto; el lanzamiento de la Red de Aulas del Futuro, así como el lanzamiento a la estratosfera, por parte de la NASA, del módulo de carga útil EMIDSS-1; la transferencia del sistema HepaScan, para la detección del grado de fibrosis en hígado, al Hospital General de México; el más alto número de publicaciones indizadas en la historia de la entidad universitaria, con un impacto promedio de 3.1 por investigador.

Además, el incremento en el factor de impacto promedio de las revistas en las que se difundieron los artículos generados la comunidad científica del Instituto; el número de cursos formales frente a grupo, el más alto de la historia, así como el otorgamiento del Premio Universidad Nacional en el área de Docencia en Ciencias para José Rufino Díaz Uribe, resaltó Rodolfo Zanella Specia, director del ICAT.

Soluciones a problemas importantes

Al presentar su informe de labores de manera virtual, indicó que los esfuerzos en investigación, desarrollo e innovación están dirigidos a aportar soluciones a problemas relevantes en las áreas de salud, medio ambiente, energía y educación, labores en las que participa esa comunidad constituida por 120 académicos, 47 de ellos investigadores, cinco catedráticos Conacyt, y 68 técnicos académicos.

Ante el coordinador de la Investigación Científica, William Lee Alardín, puntualizó que el ICAT interviene en tareas de docencia y formación de profesionales en los niveles de licenciatura y posgrado, en los que se concluyeron 151 tesis: 71 de licenciatura, 58 de maestría y 22 de doctorado.

Rodolfo Zanella mencionó que en el lapso que se informa, se obtuvieron dos patentes otorgadas en México; un modelo industrial, un certificado de invención, ocho derechos de autor y cuatro registros de marca. También, se han solicitado una patente en México; cuatro registros de diseño industrial y tres derechos de autor para software.

Dijo que entre los proyectos realizados por los investigadores del Instituto, destacan entre otros, un sistema fotocatalítico para purificación de agua; la valoración del mucilago de nopal como agente estabilizante de alimentos, así como el desarrollo de suplementos proteicos para pacientes con patologías de malnutrición.

Asimismo, el ICAT trabajó en el desarrollo o actualización de 10 tipos de software y de 18 multimedios, así como en la creación de 22 prototipos, entre ellos un sistema de visión de fluorescencia UV intrínseca para la valoración de proliferación celular en heridas; dos simuladores, uno de ellos para adiestramiento de bloqueo de nervio trigémino y otro híbrido de alta fidelidad por realidad virtual de procedimientos en neurocirugía; un maniquí del torso humano para el adiestramiento de intervención central de subclavia.

En su oportunidad, William Lee expresó que el trabajo realizado por el ICAT, en particular el Aula del Futuro, es una iniciativa valiosa que vale la pena seguir impulsándola, es un ejemplo de innovación educativa que no debe pasar desapercibida, menos en estos tiempos en los que debemos buscar otras formas de hacer docencia.

En ese sentido, externó que una fracción significativa de la comunidad estudiantil tiene una realidad socioeconómica difícil y la situación que vivimos afectará más a esos alumnos y a sus familias, por lo que tenemos que buscar las formas de protegerlos y ayudarles a salir adelante.

Reconoció que el ICAT es una entidad grande, con más de 120 académicos quienes trabajan con un gran potencial en diversas disciplinas, cuya interacción puede utilizarse para fortalecer y fomentar la colaboración tanto al interior como hacia afuera. Además, cuenta con una infraestructura importante que, queda claro, debe modificarse.

Aseveró que en el proceso de transformación de Centro a Instituto, en marzo de 2018, pudo observarse todo el potencial del ICAT, lo cual se refleja en la producción e impacto de la investigación, en los procesos de vinculación, así como de enseñanza y difusión. Por último, felicitó a la comunidad del ICAT por su esfuerzo y compromiso.

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