Los desastres no son naturales

De 2000 a 2019 hubo más de siete mil eventos en contraste con los más de cuatro mil de la década anterior

Los desastres no son naturales, son eventos construidos socialmente cuyos graves estragos a nivel humano no dependen de la naturaleza sino de una inadecuada urbanización, falta de planeación, condiciones inseguras, insalubridad, desigualdad y pobreza, afirmó Irasema Alcántara Ayala, investigadora del Instituto de Geografía (IGg).

Amenazas como los sismos, tsunamis y erupciones volcánicas, que tienen un origen natural, se convierten en desastres porque existen sociedades vulnerables expuestas a ellos.

Otro tipo de desastres, como las inundaciones, sequías y deslizamientos de tierra son socionaturales, pues en ellos la actividad humana inadecuada tiene mucho que ver en su ocurrencia, señaló.

Alcántara Ayala ofreció la conferencia virtual Desastres: hacia la Comprensión y Concientización del Riesgo y su Inaplazable Reducción, dentro del ciclo Después de 2030: Mujeres Líderes por un Mundo Sustentable, organizado por la Coordinación Universitaria para la Sustentabilidad.

Asia y América, a la cabeza

En presencia de la secretaria de Desarrollo Institucional, Patricia Dávila Aranda, detalló que los desastres han cobrado impacto en los últimos años en el mundo, pues en las últimas décadas hemos sido testigos de las consecuencias de éstos tanto en países de economías avanzadas, como Japón y Estados Unidos, así como en naciones con mayor desigualdad y pobreza, como Haití.

“La Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres dio a conocer que el número e impacto de los desastres en las primeras dos décadas de este siglo duplicaron los ocurridos durante los dos últimos decenios del siglo pasado”, dijo.

De 2000 a 2019 se registraron más de siete mil desastres en contraste con los más de cuatro mil eventos de la década anterior. Asimismo, el número de víctimas fatales se incrementó entre ambas décadas de 1.19 a 1.23 millones. “En la última década más de cuatro billones de personas fueron afectadas, mientras que las pérdidas económicas se calcularon en alrededor de tres trillones de dólares americanos”, ahondó.

Entre 2000 y 2019 la mayor cantidad de desastres ocurrió en Asia y América, mientras que los asociados con inundaciones fueron las de mayores consecuencias y preocupación en todo el mundo. “China, Estados Unidos e India fueron los países donde se registraron más desastres con 577, 470 y 321 eventos respectivamente. México ocupó el lugar número ocho con 130”, puntualizó.

Alcántara Ayala comentó que para entender este riesgo es necesaria una visión integral que permita identificar y reconocer las complejas interacciones de los sistemas sociales y ambientales en un contexto de cambio global.

Explicó que la gestión integral de riesgo de desastres es un proceso social complejo que involucra a los tres órdenes de gobierno (federal, estatal y municipal), así como a los sectores de la sociedad, y está dirigido a la identificación y aplicación de políticas y estrategias de reducción de riesgo de desastres y controlar de manera permanente estos factores en la sociedad.

La gestión integral del riesgo de desastres requiere una profunda mirada a la complejidad de las interrelaciones que se dan entre los elementos, procesos y prácticas que intervienen en la construcción social, incluida su génesis.

La especialista recomendó que no haya un divorcio entre la ciencia y las políticas públicas en este tema, que se impulse la transdisciplina y la producción de conocimiento, el cual debe tener la capacidad de transferirse a la política y a la práctica.

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