Los músicos somos aventureros y tenemos que experimentar: Sylvain Gasançon

Buscará un equilibrio entre tradición y lo nuevo, señaló el artista francés

Foto: Música UNAM.
Cuando Sylvain Gasançon se subió al podio de la Sala Nezahualcóyotl para dirigir por primera vez a la Orquesta Filarmónica de la UNAM (OFUNAM) en aquel noviembre de 2005, su vida dio un giro definitivo.

No era director invitado ni mucho menos: llegó allí con 25 años y un sueño, ganarse un lugar en el Concurso Internacional de Dirección de Orquesta Eduardo Mata, organizado por la Universidad y la extinta asociación civil Instrumenta. Venció con un repertorio que exigía, entre otras, una obra del mexicano Joaquín Gutiérrez Heras (1927-2012). La prensa destacó su mano izquierda poderosa.

“Fue un primer encuentro no sólo con la UNAM, sino con el país entero, y el punto de comienzo de toda mi carrera”, dice el músico francés vía telefónica, desde Polonia. Recuerda que entonces apenas trabajaba en pequeños lugares en Francia, pero a partir de que ganó el certamen mexicano comenzaron a llover invitaciones dentro y fuera de su país. Parte del primer premio era dirigir a la OFUNAM en un concierto en forma, y desde entonces su relación con la orquesta fue cada vez más cercana, en invitaciones como director huésped.

A 17 años de distancia, Sylvain Gasançon prepara otro giro definitivo en su trayectoria en conjunto con esta casa de estudios: su primer encargo como director titular al frente de la OFUNAM. “Es una orquesta magnífica y México es un gran país en la música; es por eso que acepté esta encomienda, por la que estoy profundamente agradecido. Aquí hay mucho talento”.

La programación que prepara buscará un equilibrio entre repertorio tradicional, del siglo XX y contemporáneo, con un buen espacio para compositores y compositoras mexicanas.

“Como huésped tuve la fortuna de ofrecer programas originales, muchas veces con obras un poco desconocidas. Siempre he hecho cosas no tan tradicionales, como cuando hicimos la sinfonía Turangalila, de Olivier Messiaen (en 2016), que se toca poco. También presentamos obras de autoras mexicanas como Georgina Derbez y Gabriela Ortiz”, dice el director, quien expresa interés, entre las compositoras vivas, por la finlandesa Kaija Saariaho.

Del siglo XXI

Para él, la misión de los músicos y de una orquesta es abrir el panorama musical a los oídos del público; ello implica abordar las obras llamadas de repertorio, que suelen estar en el gusto de una mayoría, pero también nuevas creaciones. “Siempre les digo a los músicos que nosotros somos los aventureros y tenemos también que experimentar, hacer cosas nuevas; luego, el público nos seguirá, esa es parte de la misión. Somos artistas del siglo XXI y no podemos tocar sólo música de hace 200 años, tenemos que tocar también el hoy”.

Gasançon hace una pausa. “A ver: ¿qué es lo que va a perder un miembro del público que escuche una obra nueva que no le gustó? Acaso 20 minutos. Nada más”.

El director trae a la memoria las decenas de fracasos que han marcado la noche de estreno de grandes obras y autores, desde Mozart y Beethoven hasta Stravinsky, y destaca la responsabilidad de orquestas y directores de generar apertura en el gusto del público a través de las épocas.

“La gente nos ha seguido hasta ahora porque hay condiciones: la orquesta tiene su público, la sala también, y si a alguien no le agradó Stravinsky, a la próxima quizá sí. La relación está bien establecida y estoy seguro de que con obras nuevas habrá también otro público, jóvenes que busquen nueva música, además de que la gente que gusta de obras más tradicionales también la encontrará”.

En su experiencia –dice–, la reapertura de la sala de conciertos tras la pandemia permitió una oportunidad distinta para la música actual en la OFUNAM, pues por las medidas sanitarias fue necesario hacer presentaciones en formato de orquesta reducida, y por tanto a buscar obras adecuadas. “Hay pocas del repertorio tradicional para este formato, entonces se abrió más la posibilidad para la música nueva”.

Nacido en Metz, Francia, Gasançon comenzó sus estudios de violín a los cinco años. Continuó su formación en el Conservatorio Real de Bruselas, y se inició en la dirección orquestal con el maestro Jean-Sébastien Béreau. Es egresado del Conservatorio Superior Nacional de París y obtuvo el título de maestro en Musicología en la Universidad de París.

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