Lumbalgia, riesgo latente durante el confinamiento

Pese a ser una molestia y no una enfermedad, la lumbalgia puede convertirse en un padecimiento crónico, máxime cuando el sedentarismo en casa debido al confinamiento por la Covid-19 se prolonga, con lo cual aumenta la probabilidad de tener posturas incorrectas por un largo periodo en detrimento de la parte baja de la espalda.

“Actualmente, la mayoría de las personas hacen home office o estudian desde casa frente a la computadora o la televisión. Pasan gran parte de su tiempo sentados, más de ocho horas, y esto puede ocasionar una sensación molesta de espalda que normalmente no tenían cuando eran más activos”, alertó José Luis Meléndez Toribio, residente de segundo año de la especialidad en Medicina de la Actividad Física y Deportiva de la UNAM, adscrito a la Dirección General del Deporte Universitario.

La lumbalgia puede ser diagnosticada en tres etapas: aguda o de inicio súbito (seis semanas), subaguda (seis a doce semanas) y crónica (doce semanas o más). Es en esta última en la cual el ejercicio tiene un papel fundamental, ya que genera efectos positivos en procesos de rehabilitación. “El punto es hacerlo bien y de manera segura”, aseveró el especialista durante su ponencia transmitida por Facebook Deporte UNAM.

Meléndez Toribio mencionó que ante la lumbalgia es común que las personas tomen analgésicos para inhibir el dolor. Sin embargo, enfatizó que la Organización Mundial de la Salud propone ejercicio y terapia física en el tratamiento y, contrario a la prédica popular, recomienda la disminución del consumo de estos medicamentos, toda vez que su uso prolongado puede traer consigo efectos contraproducentes como la insuficiencia renal.

El ejercicio físico asume un rol relevante para reducir los principales efectos de esta afección, pues a través de esta práctica se fortalece la zona del core (músculos abdominales, lumbares, de la pelvis, de los glúteos y la musculatura profunda de la columna), se estabiliza la columna y se contrarrestan los síntomas del padecimiento como la reducción del movimiento y flexibilidad de la columna vertebral.

Por si fuera poco, realizar ejercicio tiene otros beneficios como la liberación de endorfinas, endocannabinoides y neurotransmisores, como la serotonina, que produce placer y ayuda a la disminución del dolor, aseveró el médico residente. “El ejercicio puede mejorar muchos otros aspectos de la salud, no sólo en el caso de la lumbalgia, sino también en el sueño, en los aspectos psicológico y metabólico”, finalizó.

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