Más de 50 años de apoyo a la danza en la UNAM

Grandes exponentes han sido parte de esta disciplina en los diferentes espacios dancísticos universitarios, desde Rosario Contreras, y Humberto Becerra, hasta Gloria Contreras, fundadora del Taller Coreográfico de la UNAM.

Una de las misiones primordiales de la Universidad Nacional Autónoma de México es la promoción del arte y la cultura, además, de ser un espacio donde la libertad, el respeto, la tolerancia y el diálogo sean el punto de partida de la pluralidad de ideas, símbolo de la grandeza del país. Debido a ello, desde hace más de medio siglo la UNAM ha considerado a la danza como una de las disciplinas artísticas primordiales para la educación y formación de la comunidad universitaria.

Así lo demuestra la existencia de la Dirección de Danza de la UNAM, el Taller Coreográfico, la Compañía Juvenil de Danza Contemporánea, los Talleres Libres de Danza Universitaria, el Seminario del Taller Coreográfico, A.C., la Cátedra Extraordinaria Gloria Contreras y muchas otras expresiones estudiantiles dedicadas a este arte.

Danza UNAM

La Dirección de Danza de la UNAM surgió en el 2003 por acuerdo del Dr. Juan Ramón de la Fuente, entonces rector de la Universidad. La decisión dividió Dirección de Teatro y Danza con el objetivo de aumentar las posibilidades de desarrollo y crecimiento de cada una de estas disciplinas. Esta dinámica garantiza una mejor oferta, atención y apoyo hacia las comunidades dancística y teatral.

Desde entonces, esta oficina impulsa proyectos de programación artística, actividades académicas y programas recreativos, siempre enfocados a la promoción y difusión de la danza en sus diversos géneros con una perspectiva plural e incluyente.

Entre sus principales objetivos se encuentra establecer puentes de diálogo entre tradición y experimentación, con el fin de activar diversos espacios de representación, análisis, debate y reflexión, dentro y fuera del campus universitario, con los cuales la comunidad universitaria puede expandir su mirada sobre la danza, la coreografía y el cuerpo –entendido como herramienta para la construcción de un discurso artístico actual y en relación profunda y compleja con otras áreas de conocimiento y de expresión artística.

Actualmente es dirigida por la bailarina Evoé Sotelo, quien es coreógrafa por la Escuela Nacional de Danza Clásica y Contemporánea, y especialista en Políticas Culturales y Gestión Cultural por la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM). Además, es creadora del proyecto Danza Mínima.

Danza UNAM también se encarga de administrar la Sala Miguel Covarrubias y el Salón de Danza UNAM. La primera fue fundada en el 19 de diciembre de 1980 y está destinada a la presentación de las diversas manifestaciones artísticas de la danza. Es considerado el teatro especializado en danza más importante de México y tiene la capacidad de recibir a 724 espectadores.

Por su parte, el Salón de Danza UNAM fue inaugurado en el año 2007 con la idea de brindarle a los artistas una flexibilidad diferente que un teatro tradicional no puede ofrecer. Su programación da cabida a propuestas más nuevas, multimedia, experimentales y radicales. Sus funciones son gratuitas.

Taller Coreográfico

Uno de los proyectos culturales más longevos y exitosos de la Universidad nació como una iniciativa de la bailarina Gloria Contreras, una de los grandes exponentes de la danza mexicana y merecedora del Premio Nacional de Ciencias y Artes 2005, entre muchos otros reconocimientos.

En Apuntes para su historia, el maestro Gregorio Luke rememora que la idea de Gloria Contreras surgió mientras ésta trabajaba en Nueva York durante 1968. Así lo describe el investigador:

“En esos momentos preparaba el último concierto de la Gloria Contreras Dance Company en Nueva York. Una de las obras del programa, con música de Bruno Maderna, empezó a transformarse, a exigir movimientos violentos y desgarradores. Los bailarines se negaron a continuar: ‘We don’t believe in pain’, le dijeron. Para terminar la coreografía Gloria tuvo que echar mano de actores y bailarines de danza moderna. El ballet que surgió, Opus 32, era, sin que su autora se lo hubiera propuesto, una escenificación de la matanza de Tlatelolco. Extrañamente esa coreografía sería la que traería a Gloria Contreras de regreso a México y a la UNAM.”

“Cuando Opus 32 se presentó en México, interpretado por el Ballet Clásico 70 que dirigía Nellie Happee, auspiciado por Amalia Hernández, el dramaturgo Héctor Azar vio la obra. Al encontrarse con Azar, entonces director de teatro en la UNAM, éste le dijo a Gloria, “¿que tú no sabes que la autora de Opus 32 siempre será mi hermana?”, y le sugirió elaborar un proyecto “no oneroso” y presentarlo a la UNAM para hacer en México una compañía similar a la que había sostenido en Nueva York durante ocho años”, recuerda Luke.

Motivada por esas palabras Gloria Contreras viajó a México y con el apoyo de Difusión Cultural fundó el Taller Coreográfico de la UNAM. “A la audición original acudieron sólo dos bailarines mexicanos, el resto llegó de Nueva York y Sudamérica. La dificultad que el Taller Coreográfico de la UNAM siempre ha tenido para encontrar bailarines se debe a que su repertorio demanda la técnica del bailarín clásico y la expresividad del bailarín moderno”, detalla Luke en Apuntes para su historia.

En sus filas han pasado bailarines como Azucena Álvarez, Cristina Gallegos, Cora Flores, Artemisa Pedroza, Laura Solórzano, Manuel Morales, Fausto García Zazueta, Víctor Hugo Lezama, Marco Antonio Silva, Humberto Becerra, Rosario Contreras, entre muchos otros.

Gloria Contreras afirmó en 1986 para el programa general del Taller Coreográfico que no utilizaba criterios tradicionales para elegir a los bailarines de la compañía porque “a menudo las compañías dancísticas buscan la uniformidad. Convertir al bailarín en una calca, un espejo de otros. A nosotros nos interesa la individualidad de los bailarines, aquello que los hace singulares. Entre más plena sea la vida del bailarín, mayores serán sus posibilidades creativas. Es por ello que no se inhibe la maternidad en las bailarinas. Tampoco existe esa búsqueda enfermiza por la línea que destruye al bailarín y lo conduce a la osteoporosis y la anorexia. La belleza que nos interesa no es aquella que se hereda biológicamente, sino la que se construye, la que es fruto de la voluntad y la inteligencia”

Después del retiro de la bailarina en 2015, el maestro Ángel Rosas se encargó de la dirección del TCUNAM hasta el 2017. Su relevo, el coreógrafo Diego Vázquez, fue elegido como director de la compañía por medio de una convocatoria abierta, un suceso hasta entonces inédito.

Vázquez propuso en su proyecto de dirección dividir cada temporada de la compañía en tres partes: reposición y presentación de repertorio de Gloria Contreras, montaje y estreno de coreógrafos jóvenes mexicanos, y montaje y estreno de coreógrafos extranjeros. Además de promover la asistencia de los estudiantes a las funciones y que el TCUNAM participe nuevamente en festivales importantes como el Cervantino.

Las medidas para evitar la propagación de la Covid-19 no han detenido al Taller Coreográfico de la UNAM, el público puede seguir disfrutando de sus funciones en su página de Facebook: facebook.com/TCUNAMOficial

Compañía Juvenil de Danza Contemporánea

Los primeros movimientos de la Compañía Juvenil de Danza Contemporánea se dieron el 6 agosto de 2018 como una iniciativa de la Coordinación de Difusión Cultural, por medio de la Dirección de Danza. Su nacimiento buscaba ofrecer un espacio para el desarrollo y la consolidación artística de los jóvenes intérpretes de la danza, en especial los recién egresados, con edades entre los 18 y 24 años.

La coreógrafa Andrea Chirinos Brown se ha encargado de dirigir la DAJU desde su fundación, siempre con el objetivo de utilizar la investigación y la experimentación como método de trabajo para la creación de danza contemporánea.

“El trabajo de DAJU sigue la línea fundamental de una universidad, ya que la danza no es un oficio que pueda ser enseñado sino que surge de redes de conocimiento que se enlazan entre los estudiantes, se alimenta de la percepciones individuales de cada integrante y genera conocimientos colectivos”, subraya la Compañía en su sitio web y agrega:
“El bailarín es valorado como artista, haciendo hincapié en su proceso creativo y su rol en la sociedad como un individuo que se apropia de las experiencias para transformarlas en una postura artística.”

Su primera generación estuvo integrada por 15 becarios: Alexis Ismael Alatriste Velasco (Guadalajara, 1995), Angélica Baños Hernández (Ecatepec, 1996), Emoé del Coral Nieto Ruiz del Sol (Puebla, 1995), Tiffany Fierro Orozco (Los Mochis, 1995), María Cristina López Romo (Hermosillo, 1993), Agustín Martínez Ávila (Ensenada, 1996), Karen Martínez Chavarría (Ciudad de México, 1993), Fernando Morales Rodríguez (Orizaba, 1996), José David Ortega Cerda (Guaymas, 1994), Odalis Livier Retano Rascón (San Luis Río Colorado, 1996), Melanie Robles Ceceña (Hermosillo, 1996), Jimena Valadez Crisanto (Veracruz, 1994), Jorge Alfredo Valdez Aguilar (Ciudad Victoria, 1995), Tomás Reyes Vigil (Veracruz, 1995) y Marisol Xochihua Rojo (Los Mochis, 1993).

Actualmente, otro grupo de jóvenes se encuentra participando en el proceso de convocatoria para unirse a los artistas de Compañía Juvenil de Danza Contemporánea.

https://youtu.be/sgH-QuO7VWE

Cátedra Extraordinaria Gloria Contreras

La creación de este espacio surgió como un homenaje en honor a la bailarina, coreógrafa y académica que cambió el destino de decenas de bailarines a lo largo de su carrera. La Cátedra Extraordinaria Gloria Contreras en Estudios de la Danza y sus Vínculos Interdisciplinarios nació en septiembre de 2019 y desde entonces es un órgano que promueve la discusión, el intercambio académico y el análisis crítico en torno al estudio, promoción y difusión de la danza en todas sus expresiones.

Durante la presentación del espacio, Gregorio Luke, quien asistió como invitado honorario, afirmó que su creación es un acto de justicia, ya que Gloria Contreras se preocupó no nada más por hacer danza, sino por discutirla, analizarla y pensar sobre ella. “Fue una pionera en traer estudiosos, muchos investigadores rusos y norteamericanos, para que escribieran sobre la danza. Propiciaba encuentros con escritores, poetas, pintores y, desde luego, con músicos. Logró publicar con apoyo de la UNAM más de 10 libros, y siempre tuvo esta preocupación por elevar el nivel de la danza”.

En su corta vida, en la Cátedra han participado especialistas nacionales y extranjeros que se distinguen por su labor profesional como docentes, investigadores o creadores, además de contar con el reconocimiento de la comunidad universitaria y artística. Como son el filólogo Roberto Velasco, el artista escénico William Montes de Oca, la catedrática Raissa Pomposo, el músico Santiago Vokram, el bailarín y coreógrafo Yseye Appleton, Gustavo Emilio Rosales, la diseñadora Sādhak Monica, entre muchos otros.

Te invitamos a conocer más sobre la Cátedra Extraordinaria Gloria Contreras y a participar en sus actividades: danza.unam.mx/catedra-contreras

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