Matilde Alcázar, coraje y decisión
A sus 22 años, la alumna de Psicología ganó oro en los 100 metros libres en el certámen realizado en Ciudad de México
Matilde Estefanía Alcázar Figueroa, alumna de Psicología en la Facultad de Estudios Superiores Zaragoza, es una joven con gran entusiasmo de superación y esfuerzo. En su rostro refleja el coraje y decisión para salir adelante, pues desde su niñez ha superado miedos y limitaciones, debido a un problema degenerativo visual. Sin embargo, encontró en la natación una gran oportunidad para salir adelante.
Desde sus tres años, las piscinas formaron parte de su vida como medio de rehabilitación, tras ser diagnosticada con distrofia de conos y bastones, estrabismo congénito psicomotor, situación que la puso ante el mayor obstáculo en su vida.
Por ello, Matilde inició hidroterapia en una alberca en la delegación Iztapalapa, y a los siete años ya dominaba los estilos libre y dorso. Continuó su tratamiento en el Instituto Nacional para Ciegos y Débiles Visuales en Ciudad de México y posteriormente ingresó al deporte paralímpico, en el que ha participado en eventos internacionales desde 2011.
La atleta universitaria es la menor de cinco hermanos de la familia Alcázar Figueroa, y hoy, a los 22 años de edad, ha logrado superar todos los obstáculos en el deporte, en lo académico y en la vida.
Su madre, María Norma Figueroa Reyes, es impulsora de sus logros. “Es el motor de mi vida, el apoyo más grande. Sin ella no podría hacer muchas cosas, es parte fundamental en mi camino, me da las alas para que pueda volar y la amo”.
A mediados del año pasado, Matilde libró otra batalla interna al bajar de la categoría S12-13 a la S11, pues perdió considerablemente la visión. Sin embargo, se sobrepuso y consiguió su clasificación a la máxima competencia de este deporte, en el World Series en Berlín, Alemania.
Alcázar recuperó tanto su confianza y aceptó su nueva condición, que en su última participación en el Campeonato Mundial de Paranatación, realizado en Ciudad de México en diciembre pasado, ganó tres medallas: un oro en los 100 metros libres, con registro de 1:17,52; una plata en 100 m pecho, con marca 1:40.55; y un bronce en 100 m dorso con 1:29.12.
La preparación fue más mental que física, dijo Matilde. “Nunca había tenido la experiencia de un mundial, yo pensaba en un segundo o tercer sitio, pero logré el oro; también estoy orgullosa de mi bronce, puesto que superé considerablemente mi tiempo y eso me hace muy feliz”.
