Mayor influencia y espacios requiere la mujer en los medios

Necesario que se le deje de sexualizar, infantilizar y cosificar, afirma académica de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales


Es necesario que más mujeres con conciencia de género participen en los medios de comunicación y en puestos donde se decidan contenidos para que se les deje de sexualizar, infantilizar y cosificar, afirmó la académica Nelly Lucero Lara Chávez, de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales.

El feminismo, dijo, ya ha hecho diversas aportaciones a la interpretación del mundo, de la sociedad actual, y se requiere avanzar en otros ámbitos desde los cuales se construya una realidad diferente. “Para visibilizar a las mujeres se plantea que mayor número de ellas con conciencia de género, feministas, se incorporen a los medios de comunicación y aporten su interpretación del mundo”.

Al participar en el seminario permanente Política Pública de Género: Igualdad y Violencia expuso que hay análisis que han empezado a rastrear su labor al interior del periodismo y se ha detectado que las mujeres abordan temas que difícilmente hubieran tratado los hombres.

La doctora en Ciencias Políticas y Sociales explicó que los medios de comunicación son un espacio en el que se construyen representaciones, lugares simbólicos, el lenguaje y la forma como se emplea interviene en la construcción de la realidad, a partir de cómo se nombra y valora a los sujetos.

En ese sentido, aseguró que en estos espacios impera el patriarcado, el sexismo y el machismo. El patriarcado como un orden social genérico en el que hay una dominación a la mujer, ésta no es vista como persona sino que termina configurada “como una conejita de Playboy, una ama de casa, un sujeto de servidumbre”.

Además, se reitera la idea de que hombres y mujeres somos abismalmente distintos, que las mujeres no pueden vincularse con otras mujeres y que los hombres deben decidir qué pasa con la vida de ellas.

Estereotipos

Así, agregó, dominan contenidos en los que se las presenta como “la esposa de”, “la novia de” y estereotipos que subrayan su belleza, comportamiento o vestimenta, expresó quien es también autora de manuales sobre lenguaje incluyente y comunicación.

Infantilizarlas manda el mensaje de que otro –generalmente hombre– puede decirles cómo actuar y eso se puede convertir en limitante para la construcción de la ciudadanía. “Nos hace daño porque vamos a seguir siendo acalladas en el ámbito social”.

En el seminario virtual, Lara Chávez sostuvo que para romper estas dinámicas se debe buscar que se destaque la presencia de las mujeres en espacios en los que han sido invisibilizadas, exaltarlas empoderadas y presentar a los hombres en actividades que han sido designadas exclusivas para las mujeres, como las labores de cuidado.

Desde 1970, prosiguió, las feministas empezaron a cuestionarse cómo era su vinculación con los medios de comunicación y se efectuaron diversos encuentros regionales, así como la Conferencia Mundial de la Mujer en Beijing, en 1995, de donde surgieron metas específicas por las que trabajar como: garantizar las libertades de información y expresión de las mujeres e incrementar su participación en la propiedad, la producción y la decisión de contenidos en los medios, entre otros.

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