Medalla Mario Molina en Ciencias a tres universitarios

Se entrega por primera vez esta distinción que lleva el nombre del Premio Nobel

Julieta Fierro, María Esperanza Martínez y Fabiola Aceves viuda de Navarro. Foto: Francisco Parra.
En sesión solemne, el Congreso de Ciudad de México entregó la Medalla al Mérito en Ciencias 2021 Ing. Mario Molina a tres destacados académicos de la UNAM: Julieta Fierro Gossman, María Esperanza Martínez Romero y, de manera póstuma, a Rafael Navarro González.

Es la primera vez que se entrega esta distinción, la cual lleva el nombre del Premio Nobel de Química 1995 y egresado de la Facultad de Química de esta casa de estudios.

Julieta Fierro Gossman agradeció el reconocimiento al Congreso por tomar en cuenta la difusión de la ciencia como una de las áreas que se honran.

La presea con el nombre de Mario Molina nos debe llamar a cuidar la atmósfera, subrayó. “Me encantaría regalarles una estrella, una galaxia, un planeta, pero decidí regalarles lluvias de estrellas”, dijo la investigadora del Instituto de Astronomía y catedrática de la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional, quien arrojó chocolates en el salón de plenos.

Bacterias que mejoran siembras

Para María Esperanza Martínez, investigadora en el Centro de Ciencias Genómicas, todo empezó porque quiso hacer neurobiología, pero ello implicaba sacrificar animales. “Pronto me di cuenta que no tenía el estómago para abrirle el cerebro a un ratón, cortarle la cabeza ni nada parecido y comencé a investigar con plantas. Me sorprendió ver que podía tener ejemplares pequeños y amarillos y otros muy grandes y verdes, y lo que promovía esa diferencia era la presencia de ciertas bacterias. Comencé a ahondar en ello y heme aquí, muchas décadas después aún en el laboratorio”.

Los trabajos de la investigadora con bacterias fijadoras de nitrógeno podrían ayudar a que las cosechas sean más abundantes, sin necesidad de fertilizantes químicos, una amenaza para los suelos y mantos freáticos. En un marco de escasez de alimentos esto se vuelve crucial, por lo que no extraña que sus artículos hayan sido citados más de 21 mil veces y que, con frecuencia, sea la oradora principal en congresos alrededor del mundo, algo que ella aduce a que hoy vivimos un boom de la genómica.

“Cuando comencé a estudiar esto, hace cuatro décadas, me frustraba mucho porque entonces clasificábamos las bacterias de manera primitiva, casi como si fueran humanos a los que agrupáramos por la forma de su nariz o por su dieta. Como esto no nos satisfacía comenzamos a hacer los primeros análisis moleculares y terminamos siendo pioneros en el estudio de la genética de las bacterias. Eso modificó radicalmente el escenario.”

Llegar a Marte

Desde niño hasta el último día de su vida (en enero de 2021), el astrobiólogo Rafael Navarro siempre fantaseó con que el ser humano llegaría a Marte, algo en lo que él trabajaba a diario y que veía no sólo como un hecho inevitable, sino como algo que atestiguaríamos en un futuro cercano.

“Estamos preparando el camino para poner en breve un pie ahí. La NASA ya ha anunciado su interés por instalar una base en la Luna, mecanismo que facilitaría los viajes tripulados al planeta rojo y nos pondrían allá entre el 2030 y el 2040”, declaraba justo un año antes de su muerte.

A decir del académico, hablar de una “terraformación” de Marte a fin de llevar vida terrícola no era descabellado, pues las evidencias de agua en el planeta y los súbitos (aunque leves) aumentos de oxígeno eran buena señal. “De hecho, es muy probable que hace unos tres mil millones de años Marte fuese habitable, con condiciones muy parecidas a las de la Tierra primitiva”.

La Medalla Mario Molina se le entregó a Fabiola Aceves Díaz, su viuda, quien desde la muerte de su esposo por Covid-19 contempla crear una fundación llamada Rafael Navarro en la Ciencia, con el objetivo de perpetuar su nombre y darle continuidad a una vida de trabajo académico cortada de súbito por la pandemia.

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