Mejía Barón y Pumas, secuencias paralelas
Ha visto izar cada estrella en el escudo. Estrenarlo, portarlo gigantesco en el pecho. También ha sido ganador de los primeros títulos del equipo (Copa y Campeón de Campeones 74-75), y ha fungido como el capitán atemporal modélico en cada trinchera: canterano, aficionado, estudiante, egresado, profesional, así como secretario técnico, entrenador y hasta diseñador. Es Miguel Mejía Barón, vicepresidente deportivo del Club Universidad Nacional.
“Hasta diseñaba la ropa. En esa época (segunda mitad de los 70), era el que arreglaba todas esas situaciones como secretario técnico; tenía que ver con la gente del jardín para ver el buen estado de la cancha, me coordinaba con los utileros e incluso mantenía la disciplina en el equipo”, relató.
Mejía Barón contaba con diez años seis días de edad, cuando Pumas debutó oficialmente en el futbol mexicano en la Segunda División profesional, el 12 de septiembre de 1954. “Me acuerdo que cuando Pumas ascendió de Segunda División (el 9 de enero de 1962, con marcador de 5-1 al Cataluña de Torreón en Ciudad Universitaria). Me salí de la escuela y con mi hermano nos asomamos, y alguien nos jaló para poder entrar. Entonces fuimos testigos del ascenso del equipo”.
Tras egresar de la Preparatoria 5, cambió de último momento su elección de carrera: de Contaduría a Odontología, y además tras un brevísimo paso por el club Necaxa, conoció, al canjear unos zapatos de futbol como seleccionado, al entrenador Octavio Vial, quien lo invitó a probarse en Pumas.
Acabó aquel primer entrenamiento y Manuel Mangas, que era entonces el auxiliar administrativo de Pumas, le dijo: “Oye, dice el entrenador que le gustaría que te quedaras, y me preguntó cómo cuánto quieres ganar”. Hizo cuentas: su papá le daba 50 pesos a la semana para los camiones y la torta; entonces, 50 por cuatro semanas, 200, mas pidió 300. Le respondió Mangas: “Está bien”.
Entre 1964 y 1976, Mejía Barón como jugador alzó con Pumas el campeonato de Copa y de Campeón de Campeones en la temporada 74-75; como secretario técnico, el primer campeonato de Liga en la 75-76, y en la 80-81; una década después (90-91) como entrenador se convertiría en el primer técnico mexicano que hiciera campeón a Pumas.
“La UNAM es una institución muy respetada en el mundo entero y el Club, pues de alguna manera colabora con eso. Portar el escudo de Pumas significa una gran responsabilidad y exactamente trato de que la gente que está aquí sepa lo que significa llevar la camiseta que representa a la Universidad”.