Les espera un futuro sano

Mejores expectativas de vida de infantes con herencia de VIH

Avances en la atención a personas infectadas, pero persisten barreras de género, señala el experto César Torres

Es importante incluir la prueba para detectar este virus como parte del control prenatal.

México ha avanzado en erradicar la transmisión del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) por vía perinatal -de madre a hijo-, lo cual significa que los niños y niñas de mujeres con esta infección, que antes tenían una supervivencia de tres años, hoy pueden tener una vida sana.

“Se tiene 98 por ciento de avance en esta meta que significa también que los niños van a vivir con su mamá que recibe tratamiento retroviral y van a tener todas sus expectativas de vida”, afirma el experto del Departamento de Microbiología y Parasitología de la Facultad de Medicina, Roberto Vázquez Campuzano.

Sin embargo, César Torres Cruz, especialista en género, salud y sexualidad señala que si bien se ha mejorado en la atención a las personas que viven con este virus, fundamentalmente por el acceso a los medicamentos antirretrovirales, persisten las barreras de género y las mujeres viven este padecimiento de manera diferenciada a los hombres, por lo cual se requieren más políticas públicas en favor de ellas.

Prueba prenatal

En el contexto del Día Mundial de la Lucha contra el VIH que se conmemoró el 1 de diciembre y este año tuvo como lema “Solidaridad mundial, responsabilidad compartida”, Vázquez Campuzano se refiere a la importancia de incluir la prueba para detectar este virus como parte del control prenatal y explica que el avance se ha conseguido gracias a tres estrategias:

“Si se detecta a la mamá con infección durante el embarazo, se le da tratamiento y se limita el riesgo de transmisión, que es de 30 por ciento. También se le recomienda la cesárea en lugar de parto natural, con lo que se elimina otro 30 por ciento de contagio, y se le sugiere no lactar al bebé al seno materno, para reducir otro 30 por ciento de posibilidad de transmisión.”

Remarca que mientras en los primeros años de detección del VIH había una mujer por cada siete hombres infectados, ahora la relación es de una por cada cuatro varones.

Torres Cruz, académico del Centro de Investigaciones y Estudios de Género indica que las mujeres con VIH en México son mayoritariamente heterosexuales y viven en contextos de violencia y pobreza.

Así lo ha documentado en estudios respecto a las profilaxis preexposición y postexposición a una práctica sexual de riesgo. La primera consiste en tomar durante siete días antes a la práctica medicamentos antirretrovirales, y la postexposición en ingerirlos durante 28 días después.

“Hombres que viven en Ciudad de México y piden la profilaxis postexposición son cercanos al discurso gay, conocen los riesgos, han sido socializados bajo la retórica del VIH, conocen las intervenciones biomédicas, mientras las mujeres que lo demandaron no estaban tan socializadas con el virus, tenían prácticas heterosexuales y muchas de ellas, lamentablemente, tuvieron la práctica de riesgo en un contexto de abuso sexual, por lo que tenían miedo de quedar embarazadas y/o adquirir una infección de transmisión sexual como el VIH”, expone.

Según estadísticas del Centro Nacional para la Prevención y Control del VIH/Sida, de los seis mil 417 casos notificados en el país hasta el tercer trimestre de este año, 16 fueron por transmisión perinatal (0.2 por ciento), mientras por la vía sexual, seis mil 370 (99.3 por ciento) y 31 (0.5 por ciento) entre usuarios de drogas intravenosas. No se reporta ninguno por transfusión sanguínea.

Vázquez Campuzano resalta que erradicar una vía de transmisión permite concentrar los esfuerzos en las otras, las más frecuentes. “Hemos hecho visitas de supervisión a diferentes estados del país, identificado áreas de oportunidad y tenemos cubierto cerca de 98 por ciento del plan para eliminar la transmisión perinatal.

“Teníamos la meta de cien por ciento para este 2020, pero la pandemia no nos ayudó. El año que viene retomaremos las actividades para alcanzar este objetivo internacional”, agrega quien se ha desempeñado como jefe del Departamento de VIH y otras Infecciones de Transmisión Sexual, en el Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicos.

La meta es posible de alcanzar: en 2015 Cuba se convirtió en la primera nación del mundo en obtener la validación de la eliminación de la transmisión del VIH de la madre a sus niños, según la Organización Mundial de la Salud.

En tanto, Torres Cruz subraya que se deben impulsar más acciones en favor de las mujeres que viven con este padecimiento todavía muy estigmatizado socialmente, y más con el género femenino.

“Se les marca como mujeres con muchas prácticas sexuales o que no son buenas mujeres porque ejercen su sexualidad. Eso generalmente es castigado por sociedades patriarcales que les establecen ser madre, ser esposa y cuidadora. El VIH aflora estos mandatos de género, esta imposición de cuidar a las otras personas y cuidarse a sí mismas.”

Incrementa esperanza de vida

El año pasado, Pablo César Espinosa Larrañaga, de los servicios médicos de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Aragón, atendió a un joven que presentaba alteraciones y depresión. “Luego de platicar un rato con él, me dijo: ‘Ya me voy a morir’. Le pregunté por qué decía eso y me contó que se había hecho una prueba y había dado positivo, que tenía sida”, recuerda.

Entonces el médico le explicó que podía vivir con VIH, que es distinto a presentar el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (sida). Le pidió hacerse una prueba confirmatoria -de Western Blot- para entonces valorar si requería canalizarlo a la Clínica Especializada Condesa, a algún Centro Ambulatorio para la Prevención y Atención en Sida e Infecciones de Transmisión Sexual a fin de realizarse más estudios y recibir tratamiento oportuno.

“Siempre les digo que regresen, que me informen qué es lo que está ocurriendo y si tienen alguna duda de cómo tomar los medicamentos o efectos de éstos, me busquen”, añade quien también ha dado apoyo en los Servicios de Orientación en Salud de la Dirección General de Atención a la Salud de la UNAM.

Menciona que a quienes se acercan porque tienen inquietud tras haber tenido alguna práctica de riesgo, principalmente sexual, les expresa que el panorama ha cambiado para las personas que viven con VIH, su esperanza de vida ha aumentado, pero también deben confirmar si no contrajeron chancro, sífilis, gonorrea, chlamydia o el virus del papiloma humano.

Vázquez Campuzano coincide en que se ha logrado que deje de ser una enfermedad mortal para ser crónica, con cura funcional; es decir, los pacientes no eliminan el virus, pueden transmitirlo, pero con medicamentos antirretrovirales puede suprimirse su replicación, mantenerlo en los niveles más bajos posibles y evitar complicaciones por padecimientos oportunistas.

“Cuando empezamos a hacer la detección en México teníamos como cien casos registrados vivos, no había medicamentos antirretrovirales, la sobrevida estimada era de un año y solamente había tres unidades de atención. Actualmente contamos con 19 medicamentos en 32 presentaciones, la sobrevida ha aumentado 44 años, hay más de 400 unidades de atención en el país.”

Meta 90-90

Otra meta de ONU Sida es que para 2025, 90 por ciento de las personas portadoras del VIH sepan que están infectadas, y al menos 90 por ciento tenga acceso a medicamentos antirretrovirales para que sus cargas virales sean indetectables, es decir que no sea infecciosa.

Una de las estrategias más importantes para alcanzar ese escenario en nuestro territorio es que quienes acuden a centros de salud, sobre todo de la Secretaría de Salud del gobierno federal, se les realice una prueba rápida: si se encuentran infectados reciben tratamiento y se analiza su carga viral, con el propósito de que no transmita la infección y la pueda controlar, apunta Vázquez Campuzano.

Desde 1983 hasta el tercer trimestre de este año, México tenía 312 mil 954 casos acumulados de personas con VIH. Ciudad de México ocupa el primer lugar en número de casos reportados, seguida del Estado de México y Veracruz. Y en promedio, se notifican poco más de 17 mil casos anuales.

El especialista universitario asevera que el fenómeno migratorio impacta en los programas contra este virus, pues estados fronterizos como Baja California reciben población flotante, proveniente de diferentes regiones del mundo, que busca cruzar hacia Estados Unidos, y aunque son portadores del virus y candidatos a tratamiento, dan datos falsos y no quieren ser identificados.

Otro factor que es prioritario atender son las comunidades rurales, en particular del sur-sureste de México, que tienen poco acceso a servicios de salud.

Igualmente, hace un llamado a la población, y especialmente a los jóvenes a cuidarse, pues muchos no perciben el riesgo de este virus que está latente, esperando la oportunidad.

Vacunas y no discriminación

A casi cuatro décadas de haberse diagnosticado los primeros casos de VIH en el mundo, aún no ha sido posible obtener una vacuna para combatirlo.

“En una de las conferencias internacionales de VIH nos expusieron que en el desarrollo de vacunas había obstáculos científicos formidables, lo que significa que es muy poco probable que tengamos una y debamos centrarnos en las estrategias de prevención, diagnóstico, control y tratamiento”, cita Vázquez Campuzano.

En estos años, insiste, se han intentado desarrollar a partir de antígenos del virus, con el virus completo inactivado, incluso se han usado vectores virales que tienen como blanco otras especies; por ejemplo, baculovirus de plantas, canarios. Algunas han entrado a fase dos, tres para probar su seguridad; desafortunadamente ninguna ha cumplido con los requisitos regulatorios.

El problema, abunda el experto, es la tasa de mutación del VIH, de cambios en sus proteínas: a veces son visibles y otras no.

Otra vacuna que también es necesaria, sostiene el médico Pablo César Espinosa Larrañaga, es contra la discriminación, pues reconoce que aunque ha dejado de ser un mito vivir con este virus, aún hay gente que discrimina a estos pacientes.

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