Mensaje del rector al inicio de la sesión del Consejo Universitario

Consejeras y Consejeros Universitarios:

Hoy, por segunda ocasión, nos encontramos a distancia para someter a ustedes los asuntos que este pleno debe decidir, a fin de darle continuidad a la vida universitaria.

Esta sesión ocurre a casi ya 9 meses de que suspendimos las actividades presenciales.

Han sido nueve largos meses que nos han sacudido en todas las formas de relación humana y, por supuesto, en lo emocional.

Con toda seguridad, casi todos los integrantes de la comunidad universitaria nos hemos angustiado por amigos o familiares contagiados, o hemos tenido que lamentar o llorar fallecimientos cercanos a nuestros afectos.

Hoy, en la Zona Metropolitana y en algunas regiones del país, se multiplican los contagios y el riesgo de contaminación se acrecienta en esta temporada decembrina.

En estos momentos difíciles déjenme por favor insistirles en que no se expongan, protéjanse, usen el cubrebocas y eviten los contactos sociales fuera de su núcleo familiar.

En tanto no llegue la vacuna y los contagios realmente disminuyan, es nuestra obligación cuidarnos y cuidar de los demás. Seamos ejemplo de conducta y responsabilidad.

Dicho lo anterior, me da mucho gusto ver a este pleno bien y saludable, y con toda seguridad muy contento por tener a nuestros Pumas en la final.

Debo, asimismo, aprovechar el momento para reconocer el comprometido y tenaz comportamiento de la comunidad universitaria que en estos meses no sólo no se detuvo, sino que supo superar todo tipo de dificultades para cumplir con sus quehaceres y contribuir con sus saberes a superar la crisis actual.

  • Lo hicimos y lo continuamos haciendo en la salud en dos centros de diagnóstico de pruebas Covid-19.
  • Con la elaboración de decenas de miles de medios de transporte para las muestras biológicas del virus, y de centenas de miles de kits de protección y producción de mascarillas N95.
  • Con la operación de la Unidad Temporal Hospitalaria en el Centro Citibanamex, y con el eficaz y oportuno apoyo a la salud mental —a distancia— que se ha brindado a la comunidad académica y a la población en general.

De la misma manera, los subsistemas de investigación se han volcado generosamente a contribuir dentro de sus disciplinas y en colaboración con otras para:

  • La creación de respiradores, biosensores, construcción de plataformas con información geográfica en tiempo real sobre el estado de la epidemia Covid-19; así como la generación de vacunas y colaboraciones internacionales.
  • Son de señalar también las propuestas concretas que las ciencias económicas, sociales y las humanidades han hecho, a fin de mitigar los efectos de la pandemia.

La Coordinación para la Igualdad de Género y la Defensoría de los Derechos Universitarios han realizado múltiples acciones para prevenir y atender la violencia de género que en este aislamiento sufren las mujeres y las diversidades sexogenéricas.

La oferta cultural se fue íntegramente a distancia y tiene ya más de 12 millones de personas que han disfrutado del esparcimiento que ofrece la Universidad en todas las artes y en los temas de divulgación de la ciencia y las humanidades.

Este ha sido un breve recuento de acciones que se han emprendido en estos últimos meses y que, en forma más extensa, pueden ser consultadas en la página de la Universidad y en el informe que se presenta a través de ésta.

También quiero referirme especialmente al colosal esfuerzo que para docentes y alrededor de 360 mil estudiantes representó el dar inicio y continuidad —vía remota— al ciclo escolar 2020-2021.

Al personal académico, que buscó espontáneamente mejorar sus habilidades en tecnologías educativas a través de cursos de capacitación en línea propiciados por la CUAIEED o por las propias escuelas y facultades, y que en total rebasan los 10,000 docentes. Muchísimas gracias a todos ellos.

Con nuestros estudiantes seguimos con esta deuda de tenerlos físicamente con nosotros, pero también con la necesidad de continuar apoyándolos.

Con la finalidad de facilitar el aprendizaje y la capacidad de conectividad:

  • Se instrumentaron 12 Centros PC PUMA con equipos de cómputo para préstamo a estudiantes y profesores, distribuidos en el área metropolitana, con una capacidad de atención acumulada de más de 5,300 alumnos por día.
  • Y durante el mes de enero se agregarán seis centros adicionales. Con ellos incrementaremos la oferta potencial diaria a cerca de 2 mil usuarios más.

Para cuando las condiciones sanitarias lo permitan, todas las escuelas y facultades han puesto a disposición de sus estudiantes y profesores la infraestructura de los centros de cómputo ya existentes.

A partir del mes de enero y de acuerdo con la convocatoria de la Dirección General de Orientación y Atención Educativa, se darán en forma gradual, a préstamo, 25 mil tabletas con capacidad de datos incluida.

Y para quienes ya tienen acceso a equipos de cómputo y tabletas, y tienen problemas económicos, la UNAM empezó a entregar ordenadamente 12 mil becas de conectividad, conforme a los lineamientos de la propia convocatoria.

Gracias a las directoras y los directores de las distintas entidades académicas y de nuestros planteles del bachillerato y al personal administrativo que han puesto todo lo que está de su parte —de manera infatigable y a pesar de los ataques arteros que hemos sufrido— para dar continuidad a las funciones sustantivas de la Universidad.

Toda esta transformación que hemos experimentado en corto tiempo —con todas las dificultades inherentes a ello— también nos ha dejado enseñanzas que debemos reflexionar, ponderar y saber aprovechar.

  • Ya éramos vanguardia en las tecnologías de la información, pero no las habíamos empleado con todo su potencial.
  • Hoy, con la nostalgia de nuestras incomparables instalaciones, confirmamos que la educación presencial es invaluable, pero que las tecnologías de la información nos abren nuevas perspectivas y oportunidades que debemos implementar.
  • Que trámites, firmas, papeles, documentos y reuniones pueden ser reemplazadas con relativa facilidad.

Estoy convencido de que podemos romper inercias, eliminar cargas burocráticas y reformarnos para servir mejor a la sociedad.

Veamos el porvenir con gran optimismo: aspiremos a una nueva Universidad, igualmente libre, autónoma, pero más moderna y de cara al futuro.

Somos la Universidad de la Nación y tenemos la obligación de dejar lastres y levar anclas para ir hacia adelante.

Ya hemos comenzado —en un grupo formado exprofeso— a analizar la agenda de reformas que serían necesarias plantear en una discusión amplia, incluyente y propositiva, con los distintos sectores de la comunidad.

En los meses por venir, este Consejo y sus comisiones serán actores primordiales para la construcción de esa nueva Universidad.

La agenda que desahogaremos el día de hoy es una muestra más de que la Universidad no se detiene.

Se sujetarán a su decisión, entre otros temas: nombramientos; reconocimientos por excelencia académica; nuevas propuestas para ampliar nuestra oferta educativa —entre ellas los ansiados estudios de posgrado en género— así como la eventual aprobación del presupuesto universitario.

Aprovecho también la ocasión para agradecer a los poderes Ejecutivo y Legislativo la comprensión de la importancia que tiene para la nación nuestra casa de estudios y el haber otorgado un presupuesto federal igual, en términos reales, al que ejercimos el presente año.

Estamos conscientes de la crisis económica que la pandemia ha impuesto, y de las necesidades presupuestales que otros sectores tendrán en 2021, pero gracias a este presupuesto otorgado, la UNAM podrá trabajar con suficiencia en la austeridad que reclama la situación nacional, y rendir los frutos que México espera de nosotros.

Ejerceremos los recursos que nos da la nación con la transparencia y responsabilidad de siempre.

Muchas gracias a todos por su atención y por todo su espíritu universitario.

Enrique Graue Wiechers
8 de diciembre de 2020

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