En 2024, su relación comercial superó los cien mil millones de dólares
México-China, aliados para el desarrollo sostenible
El país asiático también es un socio clave para la cooperación científica y la lucha contra desafíos globales: Lorena Rodríguez León, directora de la FE

En 2024, el volumen comercial bilateral alcanzó los 109,400 millones de dólares, con un aumento anual del 9.23 %, marcando un récord histórico.
“En el contexto actual de creciente proteccionismo mercantil y mayor incertidumbre, el comercio bilateral logró avanzar demostrando plenamente su resiliencia, solidez y potencial de desarrollo continuo. Según las estadísticas chinas, el volumen comercial bilateral aumentó a 54,251 millones de dólares, y la inversión acumulada de China y México mantuvo una tendencia de crecimiento”, informó.
De visita en la Facultad de Economía (FE) de la UNAM para ofrecer la conferencia “Las relaciones de la República Popular China con México y América Latina en el contexto global”, señaló que ambos países comparten historias milenarias y civilizaciones brillantes, con un vínculo diplomático que tiene un liderazgo estratégico en América Latina y el mundo.
Ante Lorena Rodríguez León, directora de la FE, y Enrique Dussel Peters, coordinador del Centro de Estudios China-México (Cechimex), el diplomático destacó que, en el marco de las organizaciones multilaterales, como la de las Naciones Unidas, los dos países se apoyan mutuamente en cuestiones como la equidad y la justicia internacional.
Al darle la bienvenida en el Auditorio Narciso Bassols de la FE, Rodríguez León aseguró que la relación China-México, marcada por un desequilibrio que debemos atender, es un espacio fértil para la complementariedad de nuestras industrias, el desarrollo tecnológico compartido y la inversión mutua en sectores como la energía, las telecomunicaciones, la infraestructura y la innovación.
“En un mundo que transita hacia la transformación digital, la transición energética y una mayor integración regional, México ve en China no sólo a un socio económico, sino a un aliado para el desarrollo sostenible, la cooperación científica y la lucha contra desafíos globales como el cambio climático, las pandemias y los conflictos bélicos”.
Expuso que en foros multilaterales como el G20, ambos países han abogado por un orden internacional más equitativo y por un sistema comercial abierto, inclusivo y basado en reglas, no sólo en amenazas e imposiciones unilaterales.
“Nuestra visión de promover la cooperación sur-sur se sustenta en las oportunidades que ésta puede significar para nuestra región latinoamericana, en la que México es un actor central”.
Entre los desafíos, la economista subrayó el déficit comercial, la competencia entre algunos sectores productivos, y la necesidad de generar mayor valor agregado en nuestras exportaciones hacia China.
Junto a Enrique Dussel Peters, la funcionaria resaltó el trabajo del también profesor del posgrado de Economía y su equipo para profundizar los estudios sobre aquel país. “Cechimex es el centro más importante de estudios sobre China que hay en la UNAM, en el país y en América Latina”.
Ejemplos exitosos
El embajador Daojiang agregó que el gobierno chino ha apoyado a su contraparte mexicana a llevar a cabo un proyecto para digitalizar su agricultura, lo que ha contribuido a ahorrar hasta un 30 % de agua y fertilizantes de forma integrada.
Ese proyecto chino se ha utilizado ampliamente en escenarios agrícolas de maíz, trigo, frutas y hortalizas en Michoacán, reduciendo efectivamente los costos y ayudando a aumentar el rendimiento y los ingresos de la agricultura mexicana.
Comentó además que la cooperación entre China y México es un motor que impulsa el desarrollo de las relaciones bilaterales, brindando beneficios tangibles para los pueblos de ambos países, y construyendo un vívido reflejo de la cooperación integral entre el gigante asiático, América Latina y el Caribe.
Daojiang habló sobre algunos casos de éxito en diferentes ámbitos, todos provenientes de aportaciones de China a México. Narró la historia de los “girasoles solares”, la gran planta fotovoltaica de la Comisión Federal de Electricidad ubicada en la zona desértica de Puerto Peñasco, Sonora, con tecnología china, la cual usa un amplio “campo de girasoles” de paneles solares para generar energía limpia, con capacidad de producir 1,000 megavatios de electricidad para 2027.
También mencionó el proyecto de colaboración tecnológica digital Tech4Nature para conservar a los jaguares en la Reserva Estatal de Dzilam, en Yucatán. Este esfuerzo de conservación, mediante la recolección de datos de audio y video dentro del área protegida y el uso de plataformas de inteligencia artificial, ha identificado a 16 jaguares en la zona y ha ayudado a cambiar la percepción local, pasando de la caza furtiva a la protección de estos animales.