México, tercer país del orbe en recibir nuevas solicitudes de asilo

Congreso Internacional Crisis migratoria en Europa y América convocado por el Instituto de Investigaciones Jurídicas

Foto: Reuters.

El año pasado, México fue el tercer país del mundo en recibir nuevas solicitudes de asilo, sólo después de Estados Unidos y Alemania, situación que va a continuar, esto se estableció en el Congreso Internacional Crisis migratoria en Europa y América a la luz del derecho internacional de los derechos humanos, convocado por el Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ) de la UNAM.

El Informe sobre Migraciones en el Mundo 2022, publicado por la Organización Internacional para las Migraciones, estimó que en 2020 había en el mundo 281 millones de personas en esa situación, porcentaje muy bajo de la población mundial, ya que sólo representa 3.6 por ciento. La inmensa mayoría de las personas, 96.4 por ciento, vivían en su país natal. “Considerando estas cifras es importante eliminar las percepciones basadas en el temor o en las supuestas amenazas ocasionadas por la magnitud de la migración forzada”.

Más bien, se requiere llevar a cabo estudios basados en evidencia, datos e información que ayuden a caracterizar mejor el fenómeno, y pensar en respuestas viables para su atención. En esto podemos colaborar las universidades y lo estamos haciendo, establecieron los participantes.

En el encuentro, también organizado por la Universidad Iberoamericana, Pedro Salazar Ugarte, titular del IIJ, recalcó que este congreso aborda una temática de urgente atención no sólo en los dos continentes, sino a nivel mundial.

Ésta es una “iniciativa en la que hemos hecho un esfuerzo institucional a través de la presencia de destacados colegas y de la interacción con el Observatorio del Sistema Interamericano de los Derechos Humanos (OSIDH), que tiene sede en nuestro Instituto”, precisó en a través de un video.

Jurídicas, mencionó el director, cuenta, en Tijuana, Baja California, con la Estación Noroeste de Investigación y Docencia que ha iniciado actividades académicas permanentes. Se dedica, entre otros aspectos, al fenómeno y los problemas propios de las dinámicas fronterizas. Los estudios multidisciplinarios que ahí se realizan desde un enfoque jurídico tienen la meta de conocer y proponer soluciones a dichas problemáticas.

Inclusión

Giovanni Lepri, representante en México de la Oficina de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), opinó que la ignorancia es la mejor amiga de la xenofobia, y el conocimiento y la difusión de la evidencia pueden ser los mejores amigos de la inclusión. “Por eso son tan importantes este tipo de foros”.

El fenómeno migratorio es muy complejo y México es un ejemplo. Las personas dejan sus casas y lugares de origen por razones distintas, muchos porque no tenían alternativa, debido a que sus derechos humanos fundamentales habían sido violados.

“Ni nosotros como organismos internacionales, ni los Estados, la comunidad o la sociedad en su globalidad estamos haciendo un acto de caridad al responder o solucionar e integrar a personas refugiadas, sino que contribuimos a restituir derechos violados”.

México ofrece oportunidades. “ACNUR trabaja con otras instituciones en un programa de integración de refugiados, y ellos se convierten en personas que aportan a la sociedad. Con sus trabajos formales, el recaudo fiscal es de más de cien millones de pesos anuales”, destacó.

En torno a las mal llamadas caravanas de migrantes se ha creado una imagen de peligro, del refugiado como una amenaza; cuando en realidad lo es porque tuvo que huir de sus tierras, advirtió. La crisis se vuelve crisis cuando no se maneja. Si los diferentes Estados trabajan en conjunto en políticas inclusivas y ambiciosas, “podremos dejar de hablar de crisis cuando lo hacemos de movilidad humana”, finalizó Lepri.

El rector de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México, Luis Arriaga Valenzuela, refirió que la migración es un fenómeno que ha acompañado a la humanidad a lo largo de la historia; “son incontables las referencias que dan cuenta de su importancia para el desarrollo de la sociedad”.

En el mundo globalizado se abren las fronteras a los capitales, inversiones, bienes y servicios, pero no necesariamente a los seres humanos; a los migrantes se les ve como una amenaza.

Es necesario combatir discursos xenofóbicos que son fundados en afirmaciones que no encuentran respaldo en la realidad, sostuvo. “Una de las consecuencias más graves de este tipo de narrativas es que suelen asegurar que las personas migrantes, refugiadas o solicitantes de asilo, son peligrosas, y se les pone el sello de delincuentes, lo cual es absurdo”.

Los migrantes impulsan y participan del desarrollo, y contribuyen al crecimiento económico de los países. Reconocerlo, ayuda a combatir esos discursos e insistir en que no son un peligro para la seguridad pública o los ciudadanos. “Este foro permitirá realizar una reflexión amplia y profunda sobre el tema”, mencionó Arriaga Valenzuela.

Foto: Reuters.

Interculturalidad

Finalmente, José María Porras Ramírez, catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad de Granada y director de la Cátedra Jean Monnet sobre Migraciones, asilo y refugio de la Unión Europea, explicó que la integración de los migrantes y extranjeros naturalizados conlleva una apuesta decidida por la interculturalidad.

La construcción de sociedades más inclusivas no sólo garantiza el bienestar de largo plazo y la estabilidad de las economías, sino que empodera a quienes se encuentran en situación de desventaja y hace que las sociedades fragmentadas en las que vivimos se cohesionen. Pero eso requiere ofrecer igualdad de oportunidades, luchar contra las diversas formas de discriminación y garantizar el acceso a empleo, vivienda, sanidad y demás servicios sociales, para que todos, sin importar su origen o procedencia, disfruten de derechos, concluyó.

En el auditorio San Ignacio de Loyola de la Universidad Iberoamericana participó con un mensaje grabado Ricardo Pérez Manrique, presidente de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, y estuvo presente Magdalena Cervantes Alcayde, directora del OSIDH.

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