México tiene potencial para aprovechar la inversión nearshoring

Desde 2020 se ha volteado a ver al país como posible destino de ese tipo de negocios

Rodrigo Parral. Foto: Víctor Hugo Sánchez.
México tiene un potencial muy grande, en términos de dotación de factores y de entorno institucional, para aprovechar la inversión denominada nearshoring, afirmó en la UNAM, Rodrigo Parral Durán, director general de Política y Proyectos de Productividad de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).

Al participar en la Cátedra SHCP 2023 Facultad de Economía UNAM. La economía mexicana ante los retos globales del 2023, refirió que en esa instancia del gobierno se han realizado ejercicios –tomando en cuenta la fuerza laboral y de reconversión de la misma, sustitución de insumos clave, etcétera– y de aprovechar ese potencial, en un escenario muy malo México podría obtener uno o dos puntos porcentuales más en su tasa de crecimiento del PIB, y en uno mejor, el incremento podría ser mayor.

En la sesión cinco del encuentro académico explicó que el nearshoring es un término que ha cobrado popularidad y que se refiere a la relocalización de la fuerza productiva de un país a otro. Pero la producción manufacturera de alto valor no requiere solamente una cercanía geográfica.

Al respecto detalló que, por ejemplo, la producción de un vehículo promedio requiere 750,000 partes móviles, y la de un avión comercial, 6 millones, y no todas ellas se fabrican en el país donde se ensamblan. Ese tipo de producción es “una coreografía precisa de logística en todo el planeta, y eso genera costos y fragilidad en las cadenas de suministro. Cualquier interrupción genera retrasos, como se mostró en la pandemia o con eventos geopolíticos”.

México, refirió, desde hace poco más de 40 años se ha especializado en una manufactura de alto valor, que es la industria automotriz, que demanda mucho empleo capacitado y no capacitado. Pero nuestro país tiene un conjunto de condiciones particulares que le permiten atraer inversiones y llevar la producción a los mercados de consumo final, en Estados Unidos, Canadá y el propio territorio nacional.

No sólo se trata de su localización geográfica, sino de la capacidad de generación eléctrica, su fuerza laboral y su privilegiada posición logística (infraestructura para manejar el trasiego de mercancías de alto valor o para traer insumos que aún no pueden producirse en nuestro territorio). Así, desde 2020 se ha volteado a ver a México como posible destino de inversiones de ese tipo.

Políticas públicas

El funcionario recalcó que se han instrumentado políticas públicas encaminadas al desarrollo de la mejor fuerza laboral, con mejores condiciones, con inversiones en infraestructura muy fuertes no vistas en los últimos 20 años, así como una estrategia para el desarrollo de electromovilidad y de energías limpias.

Parral expuso que lo que se desea manufacturar en México, y que da más valor agregado, requiere habilidades conocidas como STEM (siglas en inglés para ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas). Las carreras científicas son las que hacen la investigación y los desarrollos tecnológicos, las que operan la maquinaria complicada para ese tipo de manufacturas.

Las áreas de oportunidad de nuestra nación se reflejan en datos como que en 2022 había 5.4 millones de personas en el mercado laboral, ocupadas y no ocupadas, que tienen una carrera en esas áreas; de ese total, una tercera parte son mujeres. Pero sólo 3.8 millones ejerce su trabajo, y el resto que tiene conocimiento en ciencia y tecnología no está en el mercado.

Existe la percepción de que en México la mano de obra no está calificada, pero “eso no es cierto”, aclaró; la fuerza laboral que tenemos es comparable a economías de otros países, y si hacemos un esfuerzo adicional continuo, en términos de capacitación y recapacitación, podemos superarlas en cinco o seis años.

El reto, expuso Parral, es relocalizar la fuerza laboral o cómo hacer que se asigne a las actividades que queremos. “Tal vez en números absolutos no sea muy grande, pero ese no es el principal problema, sino que está mal asignada”. Pero resolver esa dificultad no es un sueño, es algo que se puede lograr con políticas públicas claras.

Para lograr la reconversión y recapacitación, desde el gobierno de México, se ha utilizado un mecanismo principal: el diálogo económico de alto nivel con Estados Unidos, ya que uno de sus pilares es el desarrollo de la fuerza laboral mexicana y de Centroamérica.

Parral Durán recalcó que muchas empresas tienen como compromiso y parte de su política corporativa, operar con base en energía renovable, y nuestro país tiene un gran potencial en esa área.

Además, tenemos uno de los depósitos de litio más grandes del mundo, que se ubica en una de las entidades que recibe mayor irradiación solar al año. Así, en 2022 se diseñó la estrategia institucional y la modificación legal para que el Estado mexicano pueda impulsar una política de electromovilidad basada en la transformación del litio en baterías; por eso se lanzó el Plan Sonora, para el aprovechamiento de ese potencial.

Finalmente, en la sesión moderada por Lorena Rodríguez León, secretaria general de la FE, Parral mencionó que otra área de gran potencial para México se encuentra en la industria química, para el desarrollo de químicos de alto valor.

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