“Mi mayor compromiso: que se respete la autonomía en los procesos que vienen”

El rector Enrique Graue Wiechers afirmó que su mayor compromiso es que se respete la autonomía universitaria y no haya intromisiones en los procesos que están por venir. “Me comprometo y la voy a defender con prudencia y, por supuesto, intensidad”.

Con el fundamento básico de su autonomía, esta casa de estudios se renueva y se mantiene fiel a los principios que la vieron nacer. La Universidad enfrenta así las modificaciones, siempre con la decisión de su comunidad, subrayó.

“En nuestras reglamentaciones, en nuestros planes de estudio, en la forma de administrarnos y en la que crecemos con los recursos que nos da la nación; en todo ello la mejor forma de enfrentar los cambios es hacerlo por decisión nuestra, no por imposición, y así ha sucedido.”

“Lo anterior en ocasiones puede generar conflictos con otros sectores, y a veces molesta que no se sigan ciertas líneas, pero con autonomía y con la decisión y la inteligencia colectiva que representan los cuerpos colegiados podremos hacerlo muy bien.”

Graue destacó que en el país existe un ambiente de crispación que no debe permear a la UNAM. “Creo que la Universidad no debe polarizarse nunca, debe dialogar y actuar con la verdad, con prudencia, con inteligencia y firmeza”.

Agregó que otro de los deberes del rector será seguir atacando el problema de la violencia de género, que afortunadamente está muy visibilizada, y “tendremos que ver que se evite y que, de llevarse a cabo, se castigue. Es decir, que se dejen encausados todos los procesos en forma correcta”.

Entrevistado en La UNAM Responde, de TVUNAM, a propósito de los tres años del confinamiento obligado por la pandemia –y también el tercer aniversario del programa–, Graue Wiechers refirió que aún se sufren los efectos de la emergencia, por lo que esta institución debe contribuir a que esa circunstancia se supere.

Explicó que aunque durante la emergencia sanitaria su gestión al frente de la UNAM fue muy difícil, su segundo periodo ha sido muy satisfactorio debido a lo conseguido. Por supuesto, reconoció, quedan pendientes. “El principal, la transformación constante de los reglamentos y los planes de estudio, así como la incorporación de nuevas tecnologías, y en eso se seguirá trabajando indudablemente ahora y a quien le toque sucederme”.

De igual manera, la conclusión de obras que están por terminarse y dejar una Universidad saludable en lo económico y lo académico. “Estamos en una fase en la que tenemos que seguir transformándonos, aprender de lo que vivimos y, por supuesto, seguir colaborando en la resolución de los problemas del país”.

Al hacer un balance del papel de esta casa de estudios durante la pandemia, manifestó que salió adelante en sus tareas de educación, investigación y difusión de la cultura. “Fue una experiencia dura, triste, pero también enriquecedora. Aprendimos cómo debemos cuidarnos ante eventos como ese. En la Universidad se creó la Comisión Universitaria para la Atención de la Emergencia del Coronavirus, que recientemente se transformó en un programa permanente que nos permitirá detectar y prevenir riesgos epidemiológicos”.

Fueron múltiples las acciones que se llevaron a cabo para enfrentarla, y mencionó, entre ellas, que se entregaron más de 500,000 kits de protección a médicos residentes y a internos; junto con Citibanamex y la Fundación Slim se creó la Unidad Temporal que salvó muchas vidas y tuvo la menor incidencia de mortalidad del país. El trabajo académico y las aportaciones que se hicieron en los institutos de ciencias y humanidades fueron muy gratificantes.

Fue un reto inmenso trasladar la educación a distancia a 360,000 alumnos en menos de 15 días, en verdad una epopeya no sólo para la administración, sino entre docentes y alumnos. Se logró con la creación de más de 80,000 aulas virtuales, el entrenamiento de más de 12,000 profesores en el uso de las plataformas, la distribución gratuita de 25,000 tabletas a estudiantes y 15,000 becas de conectividad de alta velocidad para que pudieran tomar sus clases.

Aún hay mucho más que aprender. La educación llamada mixta o híbrida debe incorporarse con mayor intensidad a los planes y programas de estudio, no sólo porque los jóvenes y docentes ya saben usarla, sino porque eventualmente permitiría contar con una mayor matrícula estudiantil, finalizó el rector Enrique Graue.