Seminario internacional en la FCPyS
Migración y diplomacia, estratégicos en la actual relación México-EUA

Estamos en un momento de cambio en la relación entre México y Estados Unidos (EUA) en materia de seguridad, economía y diplomacia que debe considerar la historia de altibajos entre ambas naciones, la necesidad de cooperación al compartir frontera, y la forma desigualdad en la que se han vinculado, coincidieron los participantes en la segunda sesión del Seminario Internacional de Gobernanza Global Relación México-Estados Unidos y sus Nuevos Desafíos.
Alejandro Chanona Burguete, director de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS), recordó que desde el primer día de su gobierno, Donald Trump emitió órdenes ejecutivas sobre la política comercial, la seguridad fronteriza y la designación de los cárteles como organizaciones terroristas.
Para México se trata de un asunto de seguridad nacional dada la expansión de las organizaciones criminales y la captura del Estado. Hay muchos temas que están sobre la mesa; entre las preguntas que nos hacemos se encuentran las perspectivas de la construcción o estancamiento de la región a partir de las políticas de cooperación y unilateralismo, añadió al moderar el encuentro.
Durante la sesión dedicada al tema “Riesgos y amenazas para la seguridad de América del Norte”, Craig A. Deare, profesor del College of International Security Affairs, National Defense University, recordó que en las negociaciones con EUA es muy importante considerar la historia compleja de varias intervenciones al territorio nacional marcado la diplomacia entre ambos países, particularmente de 1991 a la fecha.
El especialista en inteligencia militar reflexionó: “Me parece que estamos en una situación de tormenta perfecta, en donde del lado estadunidense tenemos un Donald Trump 2.0 a quien piden hacer más en México, mientras que la situación en nuestra nación es muy grave, con debilidades políticas, económicas, y ni hablar de justicia o seguridad”.
En tanto, Leonardo Curzio Gutiérrez, investigador del Centro de Investigaciones Sobre América del Norte (CISAN), recordó que es irónico que el pasado 23 de septiembre Donald Trump dijo ante la Asamblea General de la ONU que esta organización es responsable de la “invasión” de migrantes en Europa; en cambio, con las medidas de su gobierno en la frontera con México han reducido la inmigración ilegal a “cero”.
El experto del área de estudios geoestratégicos explicó: “Hace tiempo quedó atrás la idea de que nuestro país es fundamental en la relación con Estados Unidos. En los últimos 20 años de relaciones diplomáticas tenemos un México más débil en materia de imagen e instituciones”.
Yadira Gálvez Salvador, investigadora de la FCPyS, señaló que estamos en un momento de ajustes que nos deben llevar a replantear el análisis de la relación, partiendo de la premisa que los países que son vecinos no sólo comparten fronteras, también amenazas, y esto los lleva a responder y generar propuestas. La premisa es la necesidad de cooperación.
“La actual cooperación está determinada por las solicitudes y lo que Estados Unidos le plantea al país y al mundo. México, dentro de todo este complejo marco, también tendría oportunidades de usar a nuestro favor la necesidad de EUA de luchar contra el narcotráfico, estableciendo marcos mucho más estratégicos, dejando de ser sólo reactivos y poniendo sobre la mesa lo que el país requiere en la relación, que es asimétrica, pero necesaria para ambas naciones”, precisó la doctora en Ciencias Políticas.
Ante alumnos, profesores e investigadores reunidos en la Sala Fernando Benítez de la Facultad, Guadalupe Correa-Cabrera, profesora de la Universidad George Mason, reflexionó que la relación bilateral actual va más allá de la seguridad y defensa, pues hay temas que son utilizados para presionar a México como los aranceles, especialmente el tema migratorio que, en este momento, se oscurece más por la narrativa sobre el narcogobierno, los cárteles y el narcoterrorismo.
Consideró que México ha estado muy presionado por las cadenas de suministro y la gran dependencia que tienen las dos naciones. “Claudia Sheinbaum ha sido muy cuidadosa con la relación y esto se demuestra con los avances en la reducción de homicidios y otros delitos de alto impacto”.
Al hacer uso de la palabra, Javier Ulises Oliva Posada, profesor de la FCPyS, recordó que desde 1945 hasta la caída de la Unión Soviética el enemigo de Estados Unidos era el comunista, luego hasta el 2024 era el terrorista y, a partir de ahí, es el narcotraficante. ¿Qué tienen en común? Todos vienen de fuera.
“Es necesario repensar qué tanto del discurso tiene que ver con la recomposición de su base electoral. ¿A qué se ha comprometido el gobierno de EUA para abatir el consumo de drogas en su país? Nada, no hay un sólo avance en ese tema. En lo que se refiere a las armas tampoco moverá un dedo, porque el uso personal es apoyado por el partido Republicano”, consideró el investigador adscrito al Centro de Estudios Políticos de la FCPyS.