Mil y un caminos, una sola vocación. Jornada académica en homenaje a Carlos Martínez Assad

Intelectual a la vieja usanza, pensador, erudito, apasionado de la investigación, trabajador incansable, lector voraz en busca permanente de fuentes y nuevas interpretaciones, que no se limita a un solo tema sino que se interesa por un amplio espectro del conocimiento y el saber, el investigador emérito del Instituto de Investigaciones Sociales (IIS), Carlos Martínez Assad, recibió un homenaje en su cumpleaños 75.

El destacado universitario, emocionado, dijo que en 50 años de vida académica, y siete décadas y media de vida, “caben muchas cosas”. Con la jornada académica en su honor, “me quedo muy satisfecho; no podía imaginar mejor regalo”.

Vale la pena festejar cuando aún tiene uno conciencia, cuando aún se puede concitar a tantos amigos como se logró en esta ocasión. Estoy muy agradecido, expresó.

Guadalupe Valencia García, coordinadora de Humanidades, describió al homenajeado como sociólogo, historiador, regionalista, migratólogo, especialista en la Ciudad de México y en el Medio Oriente, novelista, buscador de imágenes, estudioso de la visualidad, cinéfilo y mucho más.

El universitario es una persona que se dedica fundamentalmente a actividades o trabajos en los que predomina el uso de su inteligencia, y de otras que él convoca como gran lector para brindarnos más conocimientos, estudios e interpretaciones sobre múltiples temas, mencionó.

Carlos Martínez Assad es un intelectual creativo, que se divierte. “Lo felicito por su cumpleaños, pero también y de manera especial, por su obra pródiga, prolífica, que nos beneficia a todos quienes celebramos un año más de su vida, su obra, su ser y su trayectoria en nuestra Universidad, y desde aquí para el mundo”.

En “Mil y un caminos, una sola vocación. Jornada académica en homenaje al Dr. Carlos Martínez Assad”, Miguel Armando López Leyva, director del IIS, recalcó que la entidad a su cargo tiene en el homenajeado a un investigador de muchas iniciativas, de instinto para encontrar vetas de estudio novedosas y promotor de proyectos que han dejado huella.

La ciencia y la cultura cruzan el horizonte de su permanente mirada inquisitiva. Un buen ejemplo de ese cruce de campos del conocimiento y que me ha tocado atestiguar es el libro Signos de Identidad, que fue objeto de una segunda edición y que tuvimos la oportunidad de presentar este año, relató.

La obra de Carlos, dijo, es muy extensa y rica en variaciones temáticas. Mediante la exposición de nueve facetas del autor a quien festejamos podremos conocer cuáles son sus obras, cuáles son sus aportaciones a la construcción del conocimiento en la historia, la sociología y la cultura en general, y veremos las continuidades de una persona que no ha perdido la curiosidad pero que ha mutado en el desarrollo de sus emprendimientos académicos, desde la historia política y regional, hasta el estudio del Medio Oriente y sus impactos culturales en el mundo.

Alonso Martínez Canabal, hijo menor del homenajeado, dijo que su padre ha sido en casa un gran maestro, del arte, de la música, de la vida; “nos ha compartido mucho de su conocimiento, del interés por la vida académica, por saber, aprender y crecer, por desarrollarnos y conocer el mundo. Es un ejemplo y un objetivo a seguir”.

Carlos Antonio Aguirre Rojas, del IIS, refirió que Martínez Assad es un sociólogo muy indisciplinado, y lo es porque como todo científico social inteligente se ha burlado y ha ignorado las “absurdas fronteras disciplinarias que el mundo académico quiere imponernos. Se ha brincado por encima de las disciplinas toda su vida, lo ha hecho con gran alegría, y de una manera fructífera”. Además, es un intelectual atípico, poco convencional; es un científico social universalista y un ser humano inteligente.

Ricardo Pérez Montfort, del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social, calificó al destacado universitario como una gran fábrica de proyectos; “uno termina azorado por su productividad”. Sus trabajos están llenos de una originalidad que remite a la cultura popular y a los imaginarios, y eso hace que su labor insista en el universo abigarrado de la historia, expresó en la sesión, organizada y moderada por Sara Sefchovich, investigadora del IIS.

Víctor Raúl Martínez, de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca expuso que la revista Eslabones, de la que Martínez Assad fue director, ha contribuido a que la historia regional descubra nuevos espacios, tiempos diferenciados y actores sociales que no corresponden a los grandes conglomerados que la historia universal buscó; su aportación a la historia regional es innegable. Tal publicación es una de las aportaciones más importantes a los estudios regionales del universitario.

Por su parte, Alicia Ziccardi, del IIS, afirmó que Martínez Assad, desde un principio, adoptó en sus trabajos de investigación una perspectiva histórica y un referente territorial colocando muchos esfuerzos en captar los componentes sociales y políticos más significativos de las regiones y las ciudades de nuestro país. En este largo y fructífero trayecto, la Ciudad de México ocupó un lugar central. Además, ha sabido combinar la intensa investigación y difusión del conocimiento con una sostenida actividad de docencia, formando nuevas generaciones de científicos sociales en las facultades de Filosofía y Letras y Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, y de muchas otras instituciones académicas del país.

Delia Salazar, titular de la Dirección de Estudios Históricos del Instituto Nacional de Antropología e Historia, mencionó que el también migratólogo, no se conformó en dejar plasmadas en papel sus preocupaciones por el devenir de los inmigrantes libaneses, judíos y hasta de los exiliados cubanos en no pocos de sus ensayos, sino que muy pronto aprovechó algunos medios audiovisuales. Ejemplo de ellos es Los libaneses en el cine nacional, un documental de 52 minutos producido por la Filmoteca de la UNAM.

Carlos Antaramián, del Seminario Universitario de Culturas del Medio Oriente, dijo que ha tenido la fortuna de participar en proyectos que el homenajeado ha organizado, y libros que ha coordinado, así como del propio Seminario. “Tengo la fortuna de ver cómo planea, incansablemente, seminarios, webinars en tiempos de pandemia, ciclos de cine, presentaciones de libro y cómo, día con día, revisa noticias de México y del mundo, con especial espero en el Medio Oriente”.

El escritor Ignacio Solares expresó que aún en la mayor soledad, no estamos solos. Nuestra vida está hecha más de los recuerdos y los sueños, que del tiempo que hemos vivido. En pocas obras de escritores mexicanos se advierte tanto esto como en la de Carlos Martínez Assad. En varios de sus libros, como La casa de las once puertas, y En el verano, la tierra, “nos describe a Líbano con pluma muy fina, incluso, nos hace partícipes de su proceso de escritura y hasta nos contagia del aroma y el sabor del café que toma”.

El fotógrafo David Maawad recordó que Martínez Assad es uno de los pioneros de la investigación fotográfica. “El primer trabajo que me acerca a él es el de editar y diseñar la primera aparición del libro Signos de identidad, con las imágenes de la colección México Indígena del IIS. Desde 1989 he trabajado con él en publicaciones donde las fotografías forman parte fundamental del cuerpo de cada libro”, rememoró.

Jorge Prior, cineasta, dijo que a Martínez Assad la fascinación por el cine le ocurrió desde la infancia. “En todos sus temas y pasiones no puede dejar de mirar; en cada puerta que abre, lo primero que ve es una imagen. Me atrevo a decir que no puede pensar sin imágenes”. Escribió un libro que se llama Así en la vida, como en el cine, título que refleja mucho de las reflexiones que hace. También ha rescatado materiales increíbles.

En la jornada de homenaje también estuvo presente su coorganizador y director del Centro de Estudios de Historia de México Carso, Manuel Ramos Medina, además de muchos otros colegas, amigos y familiares del investigador emérito.