Miles de especies se pierden anualmente

Un cálculo conservador estima que hay de cinco a 10 millones de especies animales en el planeta; sin embargo, se pierden de 15 mil a 60 mil cada año debido, principalmente, a la destrucción de los hábitats. Además, 17 por ciento de las aves, 20 por ciento de los reptiles, 34 por ciento de los peces, 40 por ciento de los anfibios y 25 por ciento de los mamíferos se encuentran en peligro de extinción.

En México hay mil 573 consideradas en alguna categoría de riesgo (probablemente extintas en medio silvestre, en peligro de desaparecer, amenazadas o sujetas a protección especial) dentro de la NOM-059; es decir: 194 de anfibios, 392 de aves, 49 de invertebrados, 291 de mamíferos, 204 de peces y 443 de reptiles.

Las señales de alarma de la conservación están prendidas y el reconocimiento de esta situación entre los ciudadanos es fundamental; ya no es posible negar que estamos frente a un par de crisis: la de biodiversidad y la climática, y para revertirlas tenemos un margen de acción que algunos especialistas calculan de 10 a 20 años máximo, afirmó Rafael Ojeda Flores, académico de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia.

El camino a la extinción es lento. En contraste, el tamaño de las poblaciones de numerosas especies disminuye rápidamente. “La reducción del número de individuos y los cambios en la composición de las especies en las comunidades alteran las funciones de los ecosistemas y se pierden los servicios que ellos proveen. Por eso es muy importante enfocarse en la pérdida de funciones y en la disminución de las poblaciones, más que en las especies que se extinguen”, explicó.

Si se espera hasta reconocer a aquellas que están en grado avanzado de pérdida de diversidad genética y de ejemplares, las acciones a desarrollar serán escasas y poco eficientes.

Ese sería el caso, en México, de la vaquita marina, de la cual tenemos un tamaño poblacional tan pequeño que los esfuerzos por preservarla son insuficientes. Por eso, “es un error enfocarnos en salvar especies, cuando lo que tendríamos que hacer es recuperar poblaciones y conservar hábitats”, sostuvo en ocasión del Día Mundial de los Animales.

Nuestro país se ubica en el quinto lugar en la selecta lista de 17 naciones megadiversas (las cuales ocupan menos de 10 por ciento de la superficie del mundo, pero albergan 70 por ciento de las especies conocidas). “En lo que concierne a los animales silvestres tenemos una posición privilegiada, pero ese honor va acompañado de una gran responsabilidad”.

Por su particular historia biogeográfica, por contar con costas, selvas, bosques, desiertos, montañas, manglares, dos penínsulas y dos golfos, México es poseedor de alta riqueza en fauna, con un número importante de especies endémicas que sólo existen en nuestro territorio, abundó el especialista.

El 4 de octubre se celebra el Día Mundial de los Animales, fecha promovida por la Organización Mundial de Protección Animal, con el objetivo de frenar la extinción de especies. Se eligió ese día por coincidir con la festividad de San Francisco de Asís (1182-1226), quien aproximadamente en el año 1200 estableció: “Debemos comprender cuál es nuestro lugar en la Tierra, ya que nuestro bienestar está conectado al bienestar de todos los animales y el medio ambiente”.

Extinción ¿natural?

En la Tierra hay formas de vida celular autónoma desde hace tres mil 500 millones de años y las formas de vida animal surgieron hace aproximadamente mil millones de años. Durante ese tiempo se han registrado, al menos, cinco grandes eventos de expansión y contracción de las formas de vida. Por supuesto, la diversidad animal ha sido distinta en los diferentes periodos geológicos.

Las pérdidas, al igual que el surgimiento de nuevas especies animales, si bien toman cientos, miles o millones de años, son procesos naturales. Por ejemplo, “la última gran extinción ocurrió hace 65 millones de años, al final del periodo Cretácico y acabó con el ‘Parque Jurásico’; es decir, con los dinosaurios, además de muchas otras especies. Las causas de las pasadas extinciones han sido identificadas como cambios dramáticos en el clima debido a la actividad geológica”, de acuerdo con la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad.

El problema actual, recalcó, es que tenemos una tasa de desaparición de animales completamente fuera de los rangos naturales, la que se ha incrementado a partir de la Revolución Industrial.

En México, algunas de las mil 573 especies en distintas categorías de riesgo son: el lobo mexicano, el loro cabeza amarilla, la totoaba, los monos saraguato y araña, las guacamayas verde y roja, el águila real, el flamenco americano, la iguana verde y las ballenas azul y jorobada.