Neurobiología consolida su actividad científica

Durante 2022 se implementaron numerosas medidas en favor de la igualdad de género. Foto: cortesía INb.
El Instituto de Neurobiología (INb) de la UNAM, con sede en Juriquilla, Querétaro, en el último año se destaca como una entidad consolidada y madura, resultado del grande esfuerzo de quienes han tomado como suya la causa de esta dependencia universitaria, afirmó su directora Teresa Morales Guzmán, al rendir su tercer informe de labores.

En el evento que se llevó a cabo de manera presencial frente a los integrantes del INb, y con transmisión en línea para la comunidad UNAM, la académica indicó que durante el año 2022 las y los investigadores del Instituto –54 en total– lograron una producción científica de 131 artículos internacionales arbitrados y publicados, su máximo histórico, con un factor de impacto promedio de 4.95.

“Pueden ver cómo desde hace algunos años se ha estabilizado y ha aumentado la plantilla de investigadores; sin embargo, la productividad se ha incrementado y se está consolidando ya en un nivel que nos permite calcular que es de 2.42 artículos indexados por colaborador al año.”

La consolidación de esta actividad científica se pone de manifiesto en la obtención de premios y distinciones para cinco de sus miembros. Entre los destacados por la directora está “uno de los galardones, o el más importante que concede nuestra casa de estudios”, refiriéndose al Premio Universidad Nacional en el área de Investigación en Ciencias Naturales otorgado a Carlos Arámburo de la Hoz. Asimismo, la distinción a María del Carmen Clapp, quien fue reconocida con el nivel de investigadora emérita del Sistema Nacional de Investigadores y los premios a la Innovación Farmacéutica 6ª edición, y a la Trayectoria a la Investigación y Desarrollo Profesional, concedidos por el Consejo Farmacéutico Mexicano, Fundación UNAM y el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología del estado de Querétaro, respectivamente.

El INb forma parte de los programas de doctorado en Ciencias Biomédicas y en Psicología, de la maestría en Ciencias (Neurobiología) y colabora en la licenciatura en Neurociencias y otros programas formativos de la región. Como producto de esta actividad, en el último año se graduaron 38 alumnos de posgrado y 25 de licenciatura.

La calidad de la formación también fue reconocida con la obtención de la Medalla Alfonso Caso de parte de dos egresados. Por un lado, Gilberto Rojas Vite, de la maestría en Ciencias (Neurobiología), y por el otro, Aurora María Olvera Vidal, del doctorado en Ciencias Biomédicas.

La directora enfatizó la reactivación de la presencialidad mediante un número importante de eventos. Durante el año pasado se realizaron 11 actividades académicas para pares, 31 seminarios institucionales, además de tareas de divulgación científica como la Semana del Cerebro. También se creó el programa académico “Ricardo Miledi”, en conmemoración del 20 aniversario de la conversión del Centro de Neurobiología a Instituto. Todos estos eventos ya tuvieron formato semipresencial, con lo que se pudo reanudar la vida académica, la cual nunca se detuvo.

Un aspecto de particular importancia fue la contribución de recursos externos obtenidos a través de las unidades de servicios especializados, con la colaboración de Fundación UNAM mediante distintas estrategias de captación, así como para recibir fuentes de financiamiento internacionales, entre ellas la Asociación de Alzheimer, de Google y del Instituto Nacional de Salud Mental. Lo anterior frente a un panorama complicado de apoyo financiero a la investigación.

“Algo que nos impactó es que los ingresos por Conacyt disminuyeron de manera significativa. La buena noticia es que ahora, por parte del PAPIIT de la DGAPA, estamos recabando más. Cada vez los investigadores están intentando obtener recursos de fundaciones y fuentes internacionales con el fin de poder contar con mayores fondos para financiar su investigación.”

Por otra parte, informó que durante 2022 se implementaron numerosas medidas en favor de la igualdad de género, entre las que destacan: la formación de la Comisión Interna para la Igualdad de Género del INb, el aumento de Personas Orientadoras Comunitarias y la implementación de un área de lactancia. “Además se solicitó capacitación para el Consejo Interno, a fin de que sus integrantes tuvieran una perspectiva de género a la hora de evaluar contrataciones y renovaciones de contrato, considerando promover la paridad en la planta académica, actualmente conformada en un 35 % por investigadoras y un 52 % de técnicas académicas”.

En el cierre de su presentación, la funcionaria destacó los esfuerzos llevados a cabo en el último año a fin de visualizar la historia del Instituto y plantear perspectivas futuras para su desarrollo. En este sentido, señaló el análisis cienciométrico realizado en colaboración con el Centro de Ciencias de la Complejidad (C3), y el análisis prospectivo a cargo de la empresa Hurlbert & Jackson LLC. Como parte de estos resultados, resaltó que “se visualizó muy claramente cómo el INb ha impulsado el desarrollo científico en el Bajío”.

Finalmente, consideró que el propósito es plantear ideas que lleven al Instituto hacia el futuro. “Vamos a llegar a estos 30 años con fortalezas muy claras; por supuesto que siempre tenemos áreas de oportunidad en las que es posible mejorar. Sin embargo, con estos análisis y con la reflexión que podemos hacer al cumplirse estas tres décadas, tendremos una mejor visión de lo que queremos para el futuro”.

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