Nombran Unidad de Laboratorios en honor a Rafael Navarro González

Para recordarlo, se reunieron sus dos familias: la universitaria y la biológica

Foto: Francisco Parra.

Con un minuto de aplausos y una placa que renombra los laboratorios que Rafael Navarro González fundó en el Instituto de Ciencias Nucleares (ICN), las dos familias del científico mexicano (la universitaria y la biológica) se reunieron para celebrar lo que sería el 63 aniversario del nacimiento del reconocido astrobiólogo mexicano.

La celebración a la vida y el legado del experto, cuyo nombre lleva una montaña en Marte, se realizó primero en el Auditorio Marcos Moshinsky y, posteriormente, en los que hasta hoy fueron conocidos como Laboratorios de Química de Plasmas y Estudios Planetarios I y II.

Rafael Navarro González fue un excelente embajador de la ciencia y la tecnología, por lo que la Unidad que lleva hoy su nombre tendrá un gran impacto en los próximos 50 años, consideró William Lee Alardín, coordinador de la Investigación Científica de la UNAM durante la ceremonia.

“Rafael se fue hace un año y piquito, fue un duro golpe para todos los que lo conocimos, pero lo que queda en el Instituto debe ser ejemplo, historia y visibilidad para los que vengan después. Instituciones como ésta se van creando con personas que llegan a donde había poco o nada, y no es lo mismo llegar a trabajar que llegar a crear un nuevo laboratorio en el Instituto”, expresó.

Al inaugurar la Unidad de Laboratorios Dr. Rafael Navarro González, el astrónomo reconoció que el investigador universitario permitió ver por qué es importante hacer ciencia básica y por qué es necesario seguir haciendo las preguntas más esenciales.

“Cuando me preguntan cuál es la aplicación o el punto de resolución de un problema nacional de una investigación que puede parecer aislada o con poca aplicación, como podría ser la cosmología, el Big Bang o la vida en Marte, les digo: bueno, podrían hacerse preguntas críticas y tratar de contestarlas. Si es una herramienta para la vida y si eso se aprende en un laboratorio de Química, en la Facultad de Ciencias Políticas o en Ingeniería da igual, que se aprenda, se lleve afuera y se use para tener un mejor país. Si eso se puede hacer con la búsqueda de vida en Marte, lo debemos hacer casi con cualquier cosa, si lo hacemos bien”, comentó Lee Alardín.

Los laboratorios de Química de Plasmas y Estudios Planetarios I y II fueron creados por Navarro González en 1994, y desde ahí encabezó múltiples estudios sobre astrobiología que le permitieron ser el único mexicano en participar en la misión de exploración de Marte, de la NASA, Curiosity, y colaborar con la misión EXOMARS, que alista la Agencia Espacial Europea.

Como parte de la ceremonia, Pilar Carreón Castro, directora del ICN, destacó la trayectoria científica del astrobiólogo, quien realizó importantes aportes a la ciencia al estudiar las propiedades físicas y químicas de aerosoles en la atmósfera de otros planetas, la físicoquímica de relámpagos de tormenta y erupciones volcánicas y su impacto en el origen de la vida; o la formación de compuestos orgánicos en ambientes extremos y análogos a Marte en la Tierra, como son los estudios que realizó en el suelo del desierto de Atacama en Chile y el volcán Pico de Orizaba en México.

En una emotiva ceremonia, la también investigadora dijo que en la Unidad se mantendrán las líneas de investigación que realizó el reconocido astrobiólogo con estudios sobre los procesos atmosféricos en Titán (Saturno), compuestos orgánicos en la luna Europa (de Júpiter), biomarcadores para la vida en Marte y procesos de terraformación del planeta rojo.

“Por todo esto, y muchas cosas más, se le extraña bastante. Lo que nos reconforta un poco es que ese conocimiento y legado perdurará muchos años más. A partir de hoy el ICN tendrá la Unidad de Laboratorios Dr. Rafael Navarro González. Su partida sin duda deja un gran vacío en nuestra comunidad, pues nos inspiró con su entusiasmo, entrega y pasión por su trabajo. Su legado continuará en nuestra dependencia, no solamente por sus laboratorios y líneas de investigación, sino también por su historia, pues será un referente para las nuevas generaciones de científicos.”

En la ceremonia, a la que acudieron su esposa Fabiola Aceves Díaz, sus hijos Rafael y Karina, su madre Carmen González Peñaloza, además de sus hermanos y nietos, Alicia Negrón Mendoza, del departamento de Química de Radiaciones y Radioquímica del ICN, recordó con fotos y anécdotas al joven Rafael que llegó en 1979 a un Seminario sobre Ciencias de la Vida de la mano de Cyril Ponnamperuma, de la Universidad de Maryland, con todos los ánimos de sumarse a los proyectos de investigación en la materia.

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