Novedoso catálogo de retablos novohispanos de siglos XVII y XVIII

Lo elabora la historiadora Franziska Neff, del Instituto de Investigaciones Estéticas

Foto: Erik Hubbard.

En América, el patrimonio retablístico es abundante; México ocupa un lugar importante por el número de retablos novohispanos que se conservan en los centros históricos de ciudades episcopales como Puebla, Oaxaca, San Cristóbal de las Casas y Ciudad de México; al igual que de la antigua y la nueva Guatemala, en el vecino país del sur, afirmó Franziska Neff, del Instituto de Investigaciones Estéticas (IIE).

Conjuntan arquitectura, escultura y pintura, y ahí radica su riqueza; constituyen una parte esencial del legado cultural del antiguo virreinato de la Nueva España en diversas naciones del continente. En ellos se despliegan la ornamentación y el gusto barrocos, con marcadas características de identidad de las diferentes regiones, lo cual indica procesos de intercambio y apropiación de formas y discursos, añadió.

La universitaria realiza la investigación “Repertorio ornamental y estrategias compositivas de los retablos en Hispanoamérica, siglos XVII y XVIII”, y elabora un catálogo –hasta el momento es el que contiene más información adicional– de 170 piezas de México y de Guatemala.

La meta de ese registro, explicó la experta, además de ofrecer material para que los académicos realicen investigaciones en la materia, es contribuir a la difusión y conservación del patrimonio cultural; incluye los de centros históricos de ciudades episcopales (que cuentan con una catedral) del antiguo virreinato de la Nueva España.

El principal aporte del proyecto es la sistematización de la información en un catálogo con base en registros fotográficos, dibujos de alzados y de plantas, así como dibujos de detalles arquitectónicos; el boceto es la herramienta principal por su capacidad de síntesis y facilidad de reproducción. Además, se acompaña con investigación formal y comparativa de los retablos, que aportará datos novedosos y abrirá vías de investigación.

Representaciones visuales

En este caso, el material que se reúne es más amplio del que se suele usar en otros catálogos porque a la ficha y a las panorámicas se anexan otras representaciones visuales; “hacemos dibujos de las plantas de los retablos, de los ornamentos, para que sirvan de material para la investigación”.

Con las representaciones visuales que estamos agregando, queremos proporcionar material para que se pueda investigar, por ejemplo, con base en comparaciones estilísticas, y determinar las morfologías, características en un sitio y en diferentes regiones, además de realizar atribuciones a talleres o entender los intereses de quienes los encargaban, etcétera, abundó.

El trabajo, que a partir de 2019 cuenta con el financiamiento del Programa de Apoyo a Proyectos de Investigación e Innovación Tecnológica y concluirá en breve, originalmente incluía también el registro de este tipo de obras en Lima y Cusco, Perú, durante el año pasado; sin embargo, debido a la pandemia no se pudo realizar en campo por lo que se integró a San Cristóbal de las Casas, Chiapas, que se registrará en la última etapa de la investigación.

Neff y sus colaboradores de diversos países latinoamericanos (incluyendo Brasil), reunidos en un seminario de especialistas en historia del arte, arquitectura y restauración, registraron importantes intercambios de información. “Los artistas se movían entre ciudades episcopales, y lo pudimos comprobar. Una colega en Guatemala ha encontrado evidencias de retablos que llegaron a esa ciudad, algunos provenientes de Oaxaca”.

La historiadora del arte mencionó que la mayoría de las pinturas y esculturas que se conservan de la época virreinal formaban parte de los retablos, esenciales para el culto en los templos y cuyo estado de conservación es variable. Además, aunque en general son una representación del cielo y se parecen, cada uno tiene su individualidad: podemos diferenciar entre regiones, los de Guatemala son distintos a los del centro de México.

Dijo que en la elaboración del catálogo se sorprendieron con los detalles: al momento de analizar las fotos y hacer los dibujos encontramos cómo se concebían los ornamentos. Es impresionante la variedad y lo ingenioso de la forma en que se lograron, cómo los artistas van jugando y desafían la forma arquitectónica.

Este registro digital estará albergado en el Archivo Fotográfico Manuel Toussaint del IIE, con acceso a investigadores; por ahora es un proyecto cerrado, pero en el futuro se podrían agregar más ciudades episcopales u otros sitios, aunque para eso se requiere tiempo y recursos, reconoció Franziska Neff.

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