Olga Bustos y Graciela Rodríguez, muestra de los alcances de la mujer

Reconocimiento a su lucha por el impulso que dieron a la psicología en México y a la defensa de los derechos de género

Fotos: Francisco Parra.

Olga Livier Bustos Romero y Graciela Rodríguez marcaron a muchas generaciones de psicólogos de la UNAM, pues con su labor mostraron que la mujer puede llegar lejos, reconocieron académicos y profesores de la Facultad de Psicología (FP).

Reunidos vía YouTube, rindieron homenaje a ambas expertas de esta casa de estudios por su labor e impulso de la psicología en México y el mundo, además de la defensa de los derechos de la mujer.

María Elena Medina-Mora Icaza, directora de la FP, destacó que ambas especialistas tocaron a diversas generaciones porque hicieron un gran cambio, por lo que se rememora su obra.

“Recuerdo de Graciela su lucha por tratar de que el medio hospitalario entendiera los aportes de la psicología. No fue fácil, luchó por nuestra profesión y enfrentó los problemas cuando no dejaban a nuestros alumnos hacer prácticas. Hoy en los hospitales veo esa lucha y esa manera de anteceder tanto a lo que podía ser, nos enseñó el camino.

“Al ver a Olga de una manera tan sutil entender lo que significaba realmente el género, al ver lo que propuso, lo que está sucediendo, lo que dicen los movimientos feministas, tuvo que haber esa preparación para generar ese cambio, eso fue su legado y el éxito que tuvieron, por eso hoy honramos su vida”, dijo Medina-Mora Icaza.

Romper el techo de cristal

Durante la mesa Grandes Mujeres de la Facultad que Rompieron el Techo de Cristal: Olga Bustos y Graciela Rodríguez, Benilde García Cabrera, consejera técnica de la FP, memoró que Olga Livier Bustos Romero (1948-2013) estuvo por más de 35 años en la Facultad, con un trabajo dedicado al género vinculado con la educación superior y los medios de comunicación.

“Olga planteaba que el sexismo no se manifiesta únicamente en los contenidos de los textos, sino también por medio del currículum oculto o nulo, es decir, del trato diferencial a mujeres y hombres mediante el lenguaje, los gestos, el tono de voz, la atención proporcionada a mujeres y hombres, así como la calidad de ésta, lo que genera dependencia en las mujeres”, consideró García Cabrera.

Parte de la labor efectuada por Bustos Romero implicó tratar de remover el techo de cristal que limita el crecimiento de la mujer, por lo que inclusive impulsó la candidatura de Rosaura Ruiz como rectora de la UNAM, además de destacar las trayectorias de universitarias de México y Cuba, citó García Cabrera.

A su vez, Georgina Ortiz Hernández, académica de la Facultad, mencionó que Bustos Romero fundó en 1984 el Centro de Estudios de la Mujer, de la que ella fue la primera coordinadora hasta 1989, y que se enfocó en cuatro líneas de investigación, una de ellas fue la socialización, roles de género y medios masivos de comunicación.

Posteriormente, creó el Colegio de Académicas Universitarias en 2001, un foro virtual que difundía el quehacer profesional de las académicas “y nos impulsó a reflexionar sobre la condición y necesidad de apoyarnos para ampliar las posibilidades como profesores de la UNAM, de México y AL, logrando que las ideas del grupo que representaba fueran escuchadas hasta en la Cámara de Diputados”.

Juan José Sánchez Sosa, profesor emérito de la misma instancia universitaria, resaltó que siguiendo el trabajo de Bustos Romero es necesario ir más allá del “discurso inclusivo” para modificar la conducta y traducirlo en acciones.

“Nos vamos a habituar a usar ese nuevo castellano y a la hora de la verdad, la conducta real de reducir esta falta de igualdad no va a ocurrir. Lo que debemos hacer es en el comportamiento cotidiano, profesional, cuando les enseñamos a nuestros alumnos, cuando dirigimos tesis, cuando estamos en congresos, mostrar cómo el comportamiento sí ha cambiado para reducir ese problema tan grave”, reflexionó.

Gran impulsora

Finalmente, Germán Álvarez Díaz de León, director general de la Dirección General de Orientación y Atención Educativa, recordó a Graciela Rodríguez Ortega (1940-2012) como una gran impulsora de la presencia de la FP tanto nacional como internacionalmente.

“Proyectó nuevas oportunidades para los psicólogos, y mucho de su relación con médicos y abogados abrió a los psicólogos nuevos cambios de actuación. Graciela fue todo lo que quiso ser, en una época de patriarcado y machismo, siempre con un papel digno, pujante y comprometido. Ayudó a la profesionalización de la psicología y fue de las pioneras de los colegios de psicólogos”, resumió.

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