Otorgan el Premio Roberto Kretschmer

Juan Manuel Hernández y Edgar Montes, de la Facultad de Ciencias, en el equipo triunfador

Edgar Montes y Juan Manuel Hernández. Foto: Erik Hubbard.

En la búsqueda de métodos menos invasivos y más económicos que otros –como las biopsias–, los cuales ayuden a determinar la respuesta que una persona con cáncer va a tener ante su tratamiento, un grupo de científicos trabaja para encontrar, en sangre, las células inmunosupresoras que causan que el sistema inmune de los pacientes deje de reconocer al tumor como algo que debe ser atacado y removido.

Los investigadores encontraron que la presencia de las llamadas células mieloides supresoras (que ya se había reportado con anterioridad) y de las citocinas –unas glicoproteínas que actúan como las principales mensajeras entre las células del sistema inmune– se asocia a un pronóstico más desfavorable para los enfermos.

Conforme avance el estudio del equipo del cual forman parte Juan Manuel Hernández Martínez y Edgar Montes Servín, académicos y egresados de la Facultad de Ciencias de la UNAM e integrantes de la Unidad Funcional de Oncología Torácica del Instituto Nacional de Cancerología (INCan), este tipo de pruebas en sangre podría hacerse de manera rutinaria en los pacientes con cáncer de pulmón y otras neoplasias como cáncer de ovario, gástrico y de colon, para que los médicos tratantes puedan tomar mejores decisiones terapéuticas y tener más información acerca del posible desenlace de los enfermos.

La investigación, plasmada en el artículo “Levels of peripheral blood polymorphonuclear myeloid-derived suppressor cells and selected cytokines are potentially prognostic of disease progression for patients with non-small cell lung cancer”, publicado en la revista internacional Cancer Immunology Immunotherapy (2018), obtuvo el premio Roberto Kretschmer Schmid 2020 que otorga la Academia Nacional de Medicina, por su contribución al campo de inmunología.

En el trabajo también participaron otros expertos: del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias, Lourdes Barrera; y del INCan, Mario Orozco Morales, Elizabeth Montes Servín, David Michel Tello, Diana Flores Estrada, Renato Augusto Morales Flores y Óscar Arrieta. “La comunión de clínicos e investigadores favoreció que el estudio sea muy completo; las partes básica y clínica le dan un soporte sólido”, señalaron.

Mejores tratamientos

Los jóvenes científicos pormenorizaron que sus observaciones se han centrado en cáncer de pulmón, porque en el INCan la clínica de pulmón es una de las que tiene mayor número de pacientes al año. La incidencia de ese padecimiento ha aumentado significativamente en el país debido al tabaquismo, y sobre todo en mujeres en una condición socioeconómica precaria, porque están expuestas al humo de leña cuando cocinan.

Las células mieloides supresoras, explicó Montes Servín, ocasionan que el sistema inmune de los pacientes deje de funcionar de forma adecuada. En tanto, las citocinas, mediadoras de ese sistema, comunican que hay un problema de inflamación o algún tipo de infección por virus, bacterias u otros agentes patógenos, para que sean eliminados.

Juan Manuel Hernández expuso que la meta del equipo es que este conocimiento sirva como fundamento para nuevas investigaciones. “Con un descubrimiento se abren muchas otras preguntas y es más fácil contestarlas cuando toda la comunidad médica y científica están involucradas”.

Los especialistas ya habían comparado el perfil de citocinas de personas con cáncer de pulmón con el de sujetos control, para ver las diferencias entre individuos sanos y enfermos. Ahora “decidimos trabajar con gente en tratamiento y ver cuál es la asociación que tienen con las células mieloides supresoras, debido a que ambos fenómenos se relacionan con el progreso del mal en cada uno de los pacientes”.

Los profesores de la clase de Inmunología del Cáncer en la FC refirieron que están en auge las inmunoterapias y entre más se conozca al sistema inmune será más fácil desarrollar nuevas terapias o indicar si las existentes funcionan o no.

Calificaron como gratificante que su labor sea reconocida por otros expertos. Quiere decir que lo que se está haciendo, se hace bien, con calidad y un gran potencial para aplicarse. Además de ser muy citada por otros científicos, esta investigación podría ser de mucha utilidad para los oncólogos y de gran beneficio para los pacientes, y eso es lo más importante, resumieron.

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