Oumuamua, la hipótesis de un Ovni que cruzó nuestro Sistema Solar

Es una suposición del OVNI, más llamativa que comprobable, asegura la doctora Gloria Delgado, del Instituto de Astronomía de la UNAM

El 19 de octubre de 2017 la Universidad de Hawaii, como parte del proyecto Pan-STARRS, detectó un extraño objeto viajando a través de nuestro Sistema Solar. Las primeras descripciones de éste apuntaban que se trataba de un asteroide rojo y extremadamente alargado. Los investigadores le llamaron Oumuamua, palabra hawaiana que significa explorador o mensajero, primer cuerpo interestelar detectado al interior de la Vía Láctea, en pocas palabras, el primero que proviene de otra galaxia.

El avistamiento de Oumuamua dio la vuelta al mundo, no sólo por su atípica aparición sino porque se comportaba de manera muy distinta a otros asteroides: aceleraba de manera peculiar (lenta), giraba cada 8 horas, su brillo cambiaba en al menos un factor de 10, tenía forma similar a un cigarro, no presentaba una cola (evaporación de agua) como otros cometas y no emitía calor o radiación.

Abraham Loeb, jefe del departamento de Astronomía de la Universidad de Harvard, publicó en noviembre de 2018 un artículo en la revista Scientific American donde especuló que el origen de Oumuamua bien podría ser artificial, una especie de sonda enviada a nuestro Sistema Solar para recabar información. Teoría imposible de comprobar pues el objeto salió del alcance antes de poder recabar más información sobre él.

La hipótesis del profesor Loeb dio la vuelta al mundo y fue alimento perfecto para aquellos que buscan comprobar la existencia de vida inteligente más allá de nuestra atmósfera. Inclusive en enero pasado, en una entrevista con la revista Speigel online insistió en el tema. No todos los días un reconocido investigador de Harvard asegura en uno de sus papeles de investigación que fuimos testigos de “una posible sonda totalmente operacional enviada intencionalmente a las proximidades de la Tierra por una civilización alienígena”.

La doctora Gloria Delgado, del Instituto de Astronomía de la UNAM, opina que es importante revisar el tema, porque se trata de algo muy llamativo, aunque comprobar las teorías de Loeb es complicado y debe hacerse con cautela: “lo interesante aquí es que mientras no se pueda viajar y tomarle una foto ahí en el lugar y ver qué es lo que pasa con este objeto, la respuesta es difícil; y claro, como no se puede hacer eso, pues realmente son propuestas que no se van a poder comprobar.

Dibujo de la posible apariencia de Oumuamua. Fuente: Interpott.nrw Unser Kosmos.
Dibujo de la posible apariencia de Oumuamua. Fuente: Interpott.nrw Unser Kosmos.

“Me parece que esta propuesta de la nave espacial está interesante pero es la más complicada, la más extraña de todas las posibilidades. De hecho, varios astrónomos y expertos dicen: antes de buscar una solución muy complicada hay que ver si las más sencillas también funcionan”, asegura y añade:

“Lo que pasa con este objeto, básicamente, es que tiene es un movimiento un poco raro. De hecho, se mueve caóticamente; entonces esa es una de las cosas que parecen extrañas y que se trata de explicar. También su morfología que es alargada. Entonces, tanto la morfología como el movimiento complicado: para que fuera un cometa, que es lo que decía, tendría que haberse vaporizado y entonces se habría visto su coma, que en los cometas es como una colita y eso no se ve.

“Entonces tienen que explicar cómo es el movimiento con otras opciones y por qué no se ve esta coma. Entonces él (Loeb), de hecho dice algo de que puede ser por presión de radiación –algo que ya había dicho alguna otra persona– y eso sí puede ser. Pero él explica, entonces, que sería algo como una vela cósmica, que se mueve como empujado por los fotones,” puntualiza la científica.

La profesora de la Facultad de Ciencias y del posgrado de Astrofísica añade: “lo curioso es que Loeb está muy metido en proyectos que justo quieren hacer esto de las velas cósmicas para en el futuro realizar viajes interestelares o misiones espaciales. Es mi opinión, pero está proponiendo algo que tiene mucho que ver con sus propios proyectos, podría ser eso.”

Otras personas han propuesto que simplemente es un objeto que se formó fuera del sistema solar que ha llegado hasta aquí y que se mueve de una manera extraña y que el movimiento es por presión de radiación pero que no se puede explicar. “Con los conocimientos que tenemos es difícil explicarlo, claro que podría ser una nave espacial pero podría ser también algo que no entendemos del todo y no hay que apelar a una nave espacial. Entonces, aunque algunas de las cosas que dice tienen sentido y son así, ya se habían dicho antes. Básicamente dice ‘esto sería compatible con una estructura artificial’ no sé qué. ¡Claro! Es compatible con eso y con cinco cosas más,” afirma la investigadora de la UNAM.

Delgado explica que en muchas ocasiones los científicos buscan ángulos en sus investigaciones que puedan llamar la atención del público y los medios de información, esto los lleva a buscar teorías radicales dentro de su trabajo.

“Es un debate que tienen muchos científicos: si quieres que tu trabajo salga en los medios de comunicación hay que tener como un punto, digamos, que pueda llamar la atención. Entonces, decir que puede ser un mecanismo artificial de una civilización inteligente llama mucho más la atención que decir ‘es un objeto que no habíamos visto antes y que no podemos explicar’. Al hacer este tipo de afirmaciones hay que tener mucho cuidado porque la gente, cuando eres un experto y de un departamento o de una universidad muy importante, te va a creer. Entonces, hay que tener mucho cuidado con las afirmaciones que se hacen. Lo vi cuando estaba revisando el tema, Jaime Maussan está también diciendo un montón de cosas, entonces digamos que la ciencia es otra cosa. Hay que tratar de llamar la atención de la gente pero con cosas reales.”

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