Cátedra Extraordinaria José Emilio Pacheco

Periodistas y comunicadores, autoridades epistémicas

Se realizó el coloquio Contar la Realidad: Periodismo y Literatura como parte de la Cátedra Extraordinaria José Emilio Pacheco de Fomento a la Lectura

Moisés Vaca, Katia D’Artigues, Bernardo Fernández y Karla Iberia. Foto: Verónica Rosales.

Como parte de la Cátedra Extraordinaria José Emilio Pacheco de Fomento a la Lectura se realizó el coloquio Contar la Realidad: Periodismo y Literatura, con el propósito de reflexionar y dialogar sobre qué papel desempeña el acceso a la información y la cultura en aquellos espacios en los que pocos se arriesgan a buscar una narrativa propia, dejando sin voz a millones, vulnerando los derechos fundamentales del ser humano.

En el Museo Universitario Arte Contemporáneo (MUAC), Katia D’Artigues, Moisés Vaca Paniagua y Bernardo Fernández Bef, moderados por Karla Iberia Sánchez, participaron en la primera mesa de diálogo Las Nuevas Narrativas de las Minorías Culturales.

Valor moral

A Moisés Vaca, doctor en Filosofía cuyas líneas de investigación se centran en las áreas de filosofía política, ética y metaética, la moderadora le pidió que explicara qué significa el valor moral y dijera en qué consiste una filosofía de la práctica del periodismo. Vaca Paniagua se refirió a que en todas las sociedades se tienen grupos vulnerables, unos más que otros, y que junto con el Estado deben dar la batalla para cambiar las prácticas de exclusión. Luego se refirió a que los periodistas y comunicadores son vistos como autoridades epistémicas, lo que quiere decir que la gente considera sus opiniones de manera muy relevante y a partir de ellas se forma un criterio con respecto a los hechos de los que se informa cotidianamente.

Iberia Sánchez, ganadora del Premio Internacional Periodismo por la Tolerancia, quiso que el novelista e historietista Bef comentara algo sobre uno de sus libros, Habla María, una entrañable novela donde hay dos voces, una que narra un camino personal que reconocerán todas las personas cercanas a una niña con autismo, y la otra la de María, quien habla con la potencia y la belleza de un instrumento musical desconocido.

Bef dijo que se trata de un testimonio en forma de cómic del momento en que los médicos les dieron, a su exesposa y a él, un diagnóstico de trastorno de espectro autista para su hija mayor, cuando contaba con dos años de edad.

En su participación, la creadora del sitio web Yo también, la periodista Katia D’Artigues, madre de un adolescente de trece años y con síndrome de Down, recordó que en su texto El segundo nacimiento de Alan contó que al siguiente día del parto los doctores le comunicaron que su hijo tenía esa condición, fue entonces cuando se le arremolinaron diversas emociones y sentimientos: miedo, prejuicios, falta de información y su apuesta por amarlo.

En el ámbito profesional, planteó que “lo primero que debemos hacer los periodistas es acercarnos a estos temas. Reconocer que el miedo es una de las principales trabas a las que nos enfrentamos. Crecimos pensando que todo mundo era un hombre blanco, heterosexual y político. El hecho es que todos somos diferentes y los comunicadores no fuimos formados para cubrir esta realidad.

“Somos parte de una cultura donde no vemos a las personas con discapacidad. Somos una sociedad excluyente en muchas cosas. Esa gente se enfrenta cotidianamente a barrera tras barrera. Seguimos pensando que son especiales. Tendemos a verlos con conmiseración y que deben esforzarse para integrarse a nosotros, los normales.”

Katia no acepta que se les llame personas con capacidades diferentes y bromeó: “Capacidades diferentes sólo las tenía José José. Primero fue tormenta, luego fue tornado, volcán apagado y gavilán o paloma. El tema de la discapacidad es transversal e interseccional. Es como una cruz laica. Transversal porque está en todos lados e interseccional porque abarca a niños, adolescentes personas de la tercer edad, indígenas, gente de la comunidad LGBT y de otros grupos excluidos. Están en todos lados. Hay que normalizar que existe la discapacidad. Se nos olvida que todos vamos hacia allá. Muchos vivimos con depresión o simplemente por la edad ya no escuchamos bien, nos cuesta caminar o nos falla la vista”, agregó.

Moisés consideró que la normalidad es una construcción social; Bef apela a contar historias que expongan la vulnerabilidad y a hacerlo con humor, con lágrimas y risas, con sus luces y sombras; Katia está convencida que se tiene que regresar a contar historias y a seducir con buena técnica periodística, dejar de lado el morbo y no apenarse cuando se habla de personas con discapacidad.

Karla Iberia resumió: El camino efectivo para ejercer el buen periodismo es leer y preguntar. Así de sintético y difícil. Parte de lo dicho en esta mesa de diálogo cabe en la expresión del novelista israelita David Grossman, cuando dice: “Escribir es una forma de encontrar nuestro lugar en el mundo”. Y uno se queda con el gusanito de empezar a contar el segmento de realidad con el que se cruza nuestra mirada.

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