Héroes peludos

Perros rescatistas con espíritu universitario

La Unidad Canina fue creada en 1986 por iniciativa de veterinarios de la UNAM a raíz de los sismos del año previo

Foto: Erik Hubbard.

Con 12 años de edad, Baco y Gala, dos pastores belgas, son los perros veteranos del grupo. Han ayudado a rescatar a personas en México durante los sismos de 2017, las explosiones de la Torre de Pemex en 2013, el hospital de Cuajimalpa en 2014 y el deslave del cerro del Chiquihuite en 2021. También apoyaron en la emergencia por el tsunami de 2011 en Japón.

Hace cinco años, entre el escombro y la tristeza, sus ladridos fueron de esperanza. Son héroes de olfato, corazón, cuatro patas y espíritu universitario. Ellos trabajaron día y noche en medio del desastre por el sismo del 19 de septiembre de 2017. Se trata de los perros que se la jugaron para salvar la vida de las personas.

La Unidad Canina de Búsqueda y Rescate de Personas, grupo que pertenece a la Dirección General de Análisis, Protección y Seguridad Universitaria (DGAPSU) de la UNAM, fue creada en 1986 por iniciativa de veterinarios de esta casa de estudios a raíz de los sismos del año previo.

Los especialistas se dieron a la tarea de fundar el escuadrón perruno a fin de resarcir la carencia de un equipo especializado para atender y ayudar a personas atrapadas entre escombros.

“Nace del requerimiento de ver a equipos caninos de otros países, como Estados Unidos, Canadá, Suiza y Francia, que vinieron a apoyarnos y cuyo funcionamiento era eficiente. Al principio se tenían carencias técnicas, pero se empezó a avanzar y la Universidad inició con esos primeros pasos”, relata Julio Alejandro Velázquez Rodríguez, coordinador de la Unidad Canina.

Actualmente la unidad K9 de la Universidad Nacional cuenta con 30 binomios (conformados por el individuo y su perro).

De acuerdo con Julio Velázquez, se puede formar a un perro para esta labor desde cachorro. A las pocas semanas de nacido se inicia estimulando sus patitas con toallitas de agua tibia, para continuar haciendo lo mismo en sus orejas y cola. El tiempo de estimulación es de unos pocos segundos, para después regresarlos con su mamá. Posteriormente se inicia con algunos obstáculos, se lleva a los perritos a que caminen por zonas oscuras o húmedas.

La labor que realizan es imprescindible y, de hecho, los perros no solamente se dedican a detectar los puntos donde hay aroma de personas, también hacen despeje de zonas. “Significa que metes al perro al sitio para verificar que efectivamente ya no haya alguien ahí, y se puede empezar la limpieza con la maquinaria”, explica Julio.

A pesar de su edad, estos peludos no le tienen miedo ni a las alturas, entrenan cada sábado de las 8 a las 21 horas, entre escombros, llantas, torres y bajadas de rapel. La mayoría de los voluntarios pertenecen a la comunidad universitaria, de las facultades de Ciencias Políticas, Ingeniería y otras dependencias de la UNAM, pero también hay miembros del Instituto Politécnico Nacional y la Universidad Autónoma Metropolitana.

El tiempo promedio para entrenar a un perro en la búsqueda y rescate de personas es de dos años. Para salir a operar necesita una certificación externa de la Organización Internacional de Perros de Rescate (IRO), título que sólo tienen los binomios de la UNAM.

La IRO es una red mundial de más de 115 organizaciones y 40 países bajo el aval de la Organización de las Naciones Unidas, y se especializa en temas de búsqueda y rescate con perros. “Somos el primer equipo que sigue el protocolo internacional para certificar y el único que tiene el aval para organizar pruebas en el país. Estamos en un nivel de aspirantes a obtener certificación internacional”, resalta Velázquez.

Baco y Gala están siempre dispuestos ayudar; también lo están Foxi, Drusso, Mali y Hueso. Este último es un perro rescatado de la calle. Cada uno con características y aptitudes distintas han ayudado a rescatar personas, por lo que literalmente dejan su huella a donde van.

“La población afectada se siente reconfortada cuando llegan los equipos caninos”, asegura Julio Velázquez.

Y es que no sólo son compañeros de viajes. De acuerdo con Velázquez Rodríguez, los caninos cumplen un rol de apoyo social en la psique de las personas. “Cuando tú llegas con el perro, la gente se siente apoyada, y al presentarte con el logotipo de la Universidad se abren las puertas”, afirma.

Entrenar a tu perro en la UNAM para búsqueda y rescate de personas es posible. Es necesario expresar las ganas de ayudar en cualquier emergencia y enviar un correo a la dirección etapaseleccionunamk9@gmail.com. No hay requisitos rígidos, ni es necesario tener una raza específica de cachorro; sólo se requiere aprobar la etapa de selección.

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