Lourival Possani Postay

Planea purificar y caracterizar toxinas de seis especies de alacranes mexicanos

Es investigador emérito del Instituto de Biotecnología; ha generado 56 patentes de invención

Foto: Gaceta UNAM.

Incansable y prolífico, profesor de varias generaciones de científicos, investigador que busca mecanismos moleculares básicos para generar nuevo conocimiento y encontrar eficientes aplicaciones de interés médico y farmacéutico, Lourival Domingos Possani Postay (Río Grande del Sur, Brasil, 1939), investigador emérito del Instituto de Biotecnología (IBt), es uno de los más destacados y queridos científicos de la UNAM.

Generador de 56 patentes de invención, 391 publicaciones en revistas internacionales indizadas, 25 capítulos de libros, 100 tesis de alumnos y cerca de 20 mil citas, ha dedicado su vida académica a estudiar los venenos de alacrán, toxinas con complejas estructuras moleculares y iónicas que, con sus diferentes grupos generacionales de colaboradores y estudiantes, en su laboratorio aísla y purifica para convertirlas en precursores de fármacos.

Por su destacada trayectoria académica y su generoso trabajo como investigador y docente, Possani Postay fue investido como doctor honoris causa por esta casa de estudios.

Con motivo de esta distinción, el también investigador emérito y de excelencia del Sistema Nacional de Investigadores, además de Premio Nacional de Ciencias y Artes, ofreció una conferencia sobre sus trabajos en el Auditorio Francisco Bolívar Zapata del IBt, donde fue presentado por Laura Palomares Aguilera, directora de la entidad, quien leyó una semblanza del académico.

Satisfecho de cursar su octava década de vida con intereses y producción científica en activo, Possani Postay explicó que en el futuro espera con sus colaboradores poder terminar la purificación y caracterización de las toxinas de seis especies de alacranes peligrosas de México.

“También estamos trabajando en la identificación de las enzimas presentes en los venenos de varias familias de alacranes, y queremos continuar el aislamiento y caracterización de componentes no proteicos de varias especies, además de que esperamos obtener el genoma de una especie de alacrán mexicano.”

Posani Postay cursó la licenciatura en Historia natural en la Universidad Federal de Río Grande del Sur de 1961 a 1965, y obtuvo un doctorado en Biofísica molecular en la Universidad de París en 1970. De 1971 a 1973 realizó un entrenamiento posdoctoral en la Universidad Rockefeller en Nueva York. En 1981 hizo estancias sabáticas en el Instituto Max Planck en Dortmund, Alemania, y en la Escuela de Medicina de Baylor en Houston, Estados Unidos. Fue becario del Instituto Médico Howard Hughes.

Ha impartido clases como profesor asociado en el Instituto de Biofísica de la Universidad Federal de Río Grande del Sur. En 1974 se estableció en México, y desde entonces se incorporó al Instituto de Investigaciones Biomédicas y más tarde al IBt de la UNAM. Ha sido profesor visitante en la Universidad de Yale, en el Instituto de Cibernética y Biofísica del Consejo de Investigación Científica Italiano y en la Escuela de Medicina de Baylor.

Está naturalizado mexicano y es líder de un grupo de académicos consolidados, en el que incluso hay otro emérito y varios investigadores titulares del IBt.

Estructura y función

En su conferencia explicó que el interés principal de su trabajo ha sido el estudio de los componentes del veneno de alacranes –arácnidos con 450 millones de años de evolución–, el cual les ha permitido seleccionar sustancias capaces de subyugar a sus presas y defenderlos de depredadores.

Dijo que estos insectos han desarrollado componentes que interfieren o modifican la comunicación celular de otros organismos multicelulares e inclusive de células aisladas.

En su investigación ha comenzado con la colecta de estos animales, seguida de la purificación de las toxinas, incluyendo la determinación de su estructura y función, así como el intento para obtener una vacuna sintética en contra del piquete de alacrán.

En colaboración con Francisco Bolívar Zapata ha trabajado en la clonación de los genes que expresan las toxinas y en la obtención de híbridos con proteínas acarreadoras que funcionan como inmunógenos (es decir producen inmunidad) para la elaboración de antivenenos, tanto en ratones como conejos y caballos.

“Lo que sabemos hoy es que en el veneno de los alacranes hay una gran cantidad de péptidos pequeños que interfieren con la comunicación celular, principalmente de células nerviosas y musculares.”

Explicó que existen dos grandes grupos: péptidos de alrededor de 65 aminoácidos que reconocen canales iónicos de sodio, y péptidos de cerca de 40 aminoácidos que reconocen canales de potasio, cloro y calcio. “Sabemos que hay muchos otros componentes no proteicos con función desconocida”, advirtió.

Recordó que su grupo fue el primero en encontrar péptidos del veneno de alacranes que reconocen canales iónicos de potasio.

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