¿Por qué el furor de compras con NFT?

Los expertos calculan que el mercado de los non-fungible tokens alcanzó un valor de 41 mil millones de dólares durante el 2021; sin embargo, a la mayoría del público le “falta información sobre cómo funcionan”, explica Eloísa Cadenas, candidata a doctora en Ingeniería Financiera por la UNAM.

Cada vez son más comunes los titulares sobre famosos, influencers y similares en los medios gracias a sus compras relacionadas con los NFT. Hace unos días, por ejemplo, Justin Bieber compró el Bored Ape #3001 (una ilustración de un mono en apariencia triste que forma parte de la colección limitada de 10 mil ilustraciones creadas por el Bored Ape Yacht Club) por 500 $ETH (Ether), lo que equivale a aproximadamente 1.3 millones de dólares.

Sin embargo, a pesar de la cantidad de titulares que se ha llevado este tipo de transacciones, el mercado de los NFT y sus 41 mil millones de dólares de capitalización de mercado durante el 2021 –de acuerdo con la firma especializada Chainalysis Inc.– se mantiene lejos del público en general, que no cuenta con los medios económicos o con la información suficiente para participar de lleno en el furor.

“Hasta ahora las desventajas de los NFT están relacionadas con la experiencia de los usuarios porque a muchos les cuesta trabajo entenderlos, o hay muchos tecnicismos en la información. Además, es necesario tener mucha claridad de lo que podemos hacer o no al momento de crear un NFT o adquirirlo”, destaca Eloísa Cadenas.

“La principal desventaja es que la euforia actual está en todos lados, y que el NFT de la imagen de una piedra se comercialice en 600 mil dólares nos lleva a preguntarnos cómo suceden esas cosas. En el mercado todavía hay muchos NFT sobrevalorados, lo que lleva a crear una falsa idea en el público”, añade.

¿Cómo funcionan?

Un non-fungible token (NFT, por sus siglas en inglés), explica Cadenas, es la representación digital “en una blockchain de ciertos activos, que pueden ser digitales o físicos. Esto significa que, igual que los criptoactivos –como bitcoin o ether–, utilizan la misma tecnología, pero no pueden ser intercambiados por otros de su misma naturaleza, por lo que se consideran como únicos”.

“Los NFT utilizan la tecnología blockchain pero no los puedes intercambiar por otros de su misma naturaleza. Por ejemplo, si tengo un dólar puedo intercambiarlo por otros dólares o divisas de su misma naturaleza. En el caso de los NFT, tienen características de trazabilidad –es decir, se pueden revisar todas las transacciones que se realizan con dicho token–, pero la diferencia es que son únicos, no puedes intercambiarlos por otro NFT”.

“Por ejemplo, cuando tienes bitcoin u otro criptoactivo, que son fungibles, los puedes dividir. Puedes comprar 1 bitcoin, 0.5, 0.25, o 0.0000075 bitcoin; es decir, se puede fraccionar. En el caso de los NFT no ocurre lo mismo: lo tienes y es uno solo, no se puede fraccionar, lo que es una de las grandes diferencias”, subraya la también fundadora de la firma consultora Cryptofintech.

¿Qué puede ser un NFT?

Para Cadenas es importante que –para evitar fraudes o cometer algún delito– los interesados en participar en el mundo de los NFT se informen antes de entrar de lleno. En la actualidad, los NFT han concentrado su uso principalmente en criptoarte y coleccionables. Así lo describe la especialista en criptoactivos:

“Se han desarrollado aplicaciones para quienes se encargan de hacer obras digitales, que son, inicialmente, un jpg o una foto de alta calidad; posteriormente se trasladan a tecnología blockchain a través de un contacto inteligente y se convierten en NFT. Inicia con una imagen, la cual se convierte al formato que utiliza la tecnología blockchain”.

“Pero los NFT no son sólo para el criptoarte o para artistas, porque se pueden aplicar a lo que quieras. Por ejemplo, puede haber coleccionables, o si quieres crear una serie de boletos de cine digitales, podrías crearlos como NFT y cada boleto sería un token que, gracias a sus características, sería una serie coleccionable”, comenta.

Para la especialista, aunque es cierto que cualquier persona podría generar un screenshot del criptoarte convertido en NFT y llevarlo en su teléfono, en realidad no tiene el NFT, porque sería similar a tomarle una foto a la Mona Lisa y pretender que se es dueño del cuadro pintado por Leonardo da Vinci.

“Cualquiera puede generar un screenshot para tener la imagen, pero no tendrás el NFT porque no tienes la propiedad. Los demás pueden tener copias, pero sólo uno es el dueño. Se vuelve un elemento de autenticidad porque el NFT tiene un certificado digital creado con blockchain que lo avala”, explica la investigadora.

“Si yo soy artista y hago una pieza en NFT obtengo el beneficio de que lo puedo transferir, y quien recibe ese NFT sabe que viene directamente de mí, pero, además, en la programación del contrato queda estipulado que cada que vez que se realice una venta yo recibo regalías. Eso no pasa en el mundo del arte, en el que una vez que el artista vendía su obra a una galería, en adelante no volvía a tener injerencia porque vendió su pieza”.

“El NFT cambia ese concepto; pienso que para la industria del arte es más democrático, no necesitas a la galería para comercializar tus piezas, sólo acudes a un mercado donde se comercializan NFT, como Rarible u OpenSea, creas tu NFT y quien entre en la plataforma lo puede comprar directamente; es un beneficio adicional del criptoarte”, observa Eloísa Cadenas.

¿Desventajas?

“Es probable que una de las principales desventajas sea la euforia actual, se habla de ellos en todos lados, tienes casos como la imagen de una piedra hecha NFT que se comercializa en 600 mil dólares, por poner un ejemplo, y esto nos lleva a preguntarnos cómo suceden esas cosas. En el mercado todavía hay muchos NFT sobrevalorados lo que ha llevado a crear una falsa idea en el público”, dice la especialista. Y agrega:

“Encontrar más casos de uso real de NFT es un área de oportunidad a futuro, en el que no sólo escuchas sobre el NFT como una moda sino que tendrán más aplicaciones en el mundo real. Por ejemplo, en el sector inmobiliario, en la joyería, en la música, tickets para espectáculos, etcétera. Ahora con el Mundial, por ejemplo, no sería sorprendente que el tradicional álbum de estampas se convierta en un NFT. Esto sucederá a corto plazo y cada vez más empresas se pueden sumar”, finaliza la investigadora universitaria.