¿Por qué estudiaste economía?

Persiste una cultura en la que ellos deben estudiar, trabajar fuera de casa y tener un buen empleo, y ellas prepararse para cuidar a los hijos, lamentan especialistas del IIEc


Economistas universitarias resaltaron la necesidad de mostrar a niñas y adolescentes que no hay carreras para hombres o para mujeres, e inspirarlas para cursar una licenciatura de las disciplinas de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM), o la que ellas decidan, no ponerles límites.

Hay toda una cultura de inculcar desde la niñez a los varones que ellos son quienes estudian, trabajan fuera de casa y tienen un buen empleo, mientras que a las niñas se les infunde que la madre es la encargada del cuidado de los hijos, coincidieron en señalar Alicia Girón González, Eufemia Basilio Morales y Monika Meireles, especialistas del Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc).

Ello dificulta que muchas niñas al llegar a la edad adulta logren tener una profesión, lo que hace que, por lo general, haya más varones que mujeres en las universidades, puntualizaron al participar en el conversatorio ¿Por qué estudiaste economía?, en el que niñas y adolescentes les preguntaron sobre la decisión de estudiar esa licenciatura y si estaban satisfechas con ello.

El director del IIEc, Armando Sánchez Vargas, resaltó que la ciencia y la igualdad de género son fundamentales para el desarrollo sostenible; sin embargo, las mujeres siguen encontrando obstáculos en el campo de la ciencia, es decir, menos de 30 por ciento de los científicos en el mundo son del sector femenino.

Por ello, abundó, debe buscarse la igualdad en ese campo y ampliar el número de investigadores e investigadoras, “pero sobre todo, aportando una nueva perspectiva de talento y creatividad”.

En el encuentro, organizado por la Comisión Interna para la Igualdad de Género del IIEc, Alicia Girón recordó que su inclinación por estudiar economía surgió de su gusto por las matemáticas y su sueño de contribuir al combate a la pobreza en el país, e insistió en que cualquier niña puede estudiar aquellas carreras que en apariencia son sólo para varones.

Muchas veces las niñas son más estudiosas, según algunas estadísticas de la UNAM. Hasta algunos años el promedio escolar de las mujeres era mucho más alto y ellas obtenían más la Medalla Gabino Barreda que los hombres. Son las estudiantes de licenciatura quienes alcanzan un mayor grado en su profesión, pero por cuestiones culturales una vez que deciden tener una vida más familiar de inmediato se borran en su carrera profesional.

Eufemia Basilio rememoró que desde niña tenía el gusto por la economía y la historia. Como profesora es reconfortante y enriquecedor compartir el conocimiento con sus alumnos, “enseñar a los chicos lo que es la economía y ver esos ojitos que se iluminan como un indicativo de que entendieron la clase”.

Afirmó que poco a poco se ha avanzado en la inclusión de las mujeres en las diversas disciplinas; sin embargo, se requieren políticas enfocadas a la igualdad y dejar de pensar que hay carreras para hombres y otras para mujeres.

Convocó a las niñas y adolescentes invitadas al conversatorio a desechar esa idea. “Si se sienten atraídas por una carrera STEM pueden estudiarla, debemos avanzar en esto. Los padres de familia deben influir y decirles que tienen la posibilidad de elegir ciencia, matemáticas o alguna ingeniería, lo que ellas decidan, no ponerles límites. Generar desde la niñez ese pensamiento hace que, a la larga, las mujeres no nos pongamos restricciones”.

Monika Meireles cursó la licenciatura en Economía en su natal Brasil debido a que desde su niñez se sintió atraída por esta disciplina. Observó que la pequeña cantidad de dinero que recibía de su madre como domingo perdía el poder adquisitivo, pues con los 10 cruzeiros cada vez era menor el número de chicles que podía comprar.

En la carrera de Economía las mujeres ya son mayoría, lo que hace falta es revertir esa visión de que es una ciencia muy masculina. “En la base ya hay una mayor igualdad; cuando se trata de ir subiendo en el escalafón, es decir, a profesor e investigador de tiempo completo, o bien pertenecer al Sistema Nacional de Investigadores, sí falta una mayor presencia femenina”.

Esa, abundó, también es parte de la tarea de las nuevas generaciones: ir empujando más la participación de las mujeres en todos los ámbitos de la ciencia y en todos los niveles profesionales.

 

 

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