Investigadora del Instituto de Energías Renovables

Premio de la TWAS a Julia Tagüeña Parga

La actual coordinadora de Comunicación del Centro de Ciencias de la Complejidad ha dedicado buena parte de su vida profesional a la divulgación de la ciencia

Foto: archivo Gaceta UNAM.

Julia Tagüeña Parga, investigadora del Instituto de Energías Renovables, así como del Sistema Nacional de Investigadores, se hizo merecedora del The Public Understanding and Popularization of Sciencie Award 2021 (Premio a la Comprensión Pública y la Popularización de la Ciencia 2021), que otorga la Academia Mundial de Ciencias (TWAS, por sus siglas en inglés).

De acuerdo con la investigadora universitaria y hoy en día también coordinadora de Comunicación del Centro de Ciencias de la Complejidad, este galardón no es para un producto específico, sino para una labor llevada a cabo a lo largo de muchos años.

Tagüeña Parga fue la responsable de la creación de la Sala de Energía de Universum, Museo de las Ciencias, y se desempeñó como directora general de Divulgación de la Ciencia de la UNAM de 2004 a 2008. También ha formado parte del comité editorial de diferentes revistas de divulgación de la ciencia y ha participado activamente en sociedades que tienen que ver con la divulgación y la comunicación pública en esa área, como la Sociedad Mexicana para la Divulgación de la Ciencia y la Técnica, de la que fue presidenta; la Asociación Mexicana de Museos y Centros de Ciencia y Tecnología, como vicepresidenta; y la Red de Popularización de la Ciencia y la Técnica para América Latina y el Caribe, como directora ejecutiva.

“Creo que toda esta promoción de la comunicación pública de la ciencia en mi país y en la región influyó decisivamente para que la TWAS me diera el mencionado reconocimiento”, dice.

Países en vías de desarrollo

La TWAS es una organización internacional autónoma fundada en 1983 en Trieste, Italia, por el paquistaní Abdus Salam, Premio Nobel de Física 1979, para promover la capacidad científica en los países en vías de desarrollo. De 1983 a 2004 se llamó Academia de Ciencias del Tercer Mundo; y de 2004 a 2012, Academia de Ciencias para el Mundo en Desarrollo. Desde este último año lleva su nombre actual.

“Pero debajo de este nombre se lee muy claramente: ‘para el avance de la ciencia en los países en desarrollo’ (‘for the advancement of science in developing countries’), porque la hipótesis de la TWAS es que estas naciones sufren discriminación. Los científicos que trabajan en ellas generalmente tienen menos apoyo para sus investigaciones que los que laboran en los países desarrollados. Incluso, por lo que se refiere a las publicaciones, es muy común que los árbitros traten con extrema dureza los artículos que provienen de una nación o una región en vías de desarrollo”, indica.

La TWAS es subvencionada por el gobierno italiano y administrada por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).

Su sede está en el Centro Internacional de Física Teórica, en Trieste, y cuenta con cinco socios regionales que han fomentado la comunicación pública de la ciencia: la Academia Brasileña de Ciencias, en Río de Janeiro, Brasil; la Biblioteca Alejandrina, en Alejandría, Egipto; la Academia de Ciencias de Sudáfrica, en Pretoria, Sudáfrica; la Academia China de Ciencias, en Beijing, China; y el Centro Jawaharlal Nehru de Investigación Avanzada, en Bangalore, India.

Así, los premios que entrega la TWAS son regionales. En el caso del que obtuvo Tagüeña Parga, corresponde a la región de Latinoamérica y el Caribe (The World Academy of Sciences-Latin America and the Caribbean Regional Partner, TWAS-LACREP).

“Además del respeto a las diferencias y la igualdad, lo que busca la TWAS es que se reconozca que en los países en vías de desarrollo hay un enorme talento y que ese talento tiene que ser apoyado”, agrega Tagüeña Parga, quien estudió física en la Facultad de Ciencias de la UNAM y obtuvo su doctorado en Física del Estado Sólido en la Universidad de Oxford, Gran Bretaña.

Al revisar sus actividades como docente, investigadora y divulgadora de la ciencia, Tagüeña Parga no ha olvidado que alrededor de éstas siempre ha habido gente talentosa.

“Sé, asimismo, que los premios son el resultado de la colaboración de un gran número de personas. El que ahora se me otorgó, sin duda es fruto de mi colaboración con un sinnúmero de magníficos editores de revistas y libros, museógrafos, comunicadores… Tampoco puedo olvidar que he sido muy afortunada porque la UNAM me ha dado la oportunidad de hacer labores de docencia, investigación y divulgación de la ciencia”, concluye.

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