Premio Santander a egresados de Química

Un grupo de egresados de la Facultad de Química (FQ) y del Tecnológico de Monterrey creó una novedosa tecnología de captura y utilización de dióxido de carbono (CO₂), la cual permite convertir este gas contaminante en etanol y etileno, sustancias que emplean para generar electricidad, combustibles y precursores de plásticos.

De este desarrollo podrían surgir diversas patentes y contribuir, además, a mejorar las condiciones ambientales y la calidad del aire, a fin de frenar el calentamiento global, explicaron Daniel Cano Jiménez, de Ingeniería Química y Eduardo González Cervantes, de Química, ambos de la FQ; así como Sara Zetune Atri, ingeniera en Desarrollo Sustentable por el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, quienes crearon la empresa Carbon Power México (actualmente Quimineral) para ofrecer esta tecnología al sector industrial.

Otras plantas de producción en las que podría aplicarse el proceso serían la cementera, la de refinación, también en transporte marítimo y aéreo, así como en la industria de generación eléctrica por medio de quema de carbón, combustibles fósiles o de ciclo combinado.

Con esta innovación, los jóvenes emprendedores han obtenido distintos reconocimientos nacionales e internacionales: fueron finalistas en 2018 en 30 Segundos por México, certamen convocado por el Instituto Tecnológico de Massachusetts y las firmas New Ventures y AT&T; ese mismo año ocuparon el cuarto lugar en el concurso X Challenge (antes conocido como Greentech Challenge), organizado por la compañía Green Momentum.

Fueron semifinalistas en el Heineken Green Challenge 2020, realizado en Monterrey, y tercer lugar en los concursos Siemens Energy Transformation Challenge México 2020 y el Premio Santander a la Innovación Empresarial 2020, en la categoría idea.

“El dióxido de carbono es un gas de efecto invernadero y contribuye al calentamiento global; lo que hacemos es dejar de verlo como residuo para considerarlo materia prima, pues mediante el reactor y el proceso que creamos podemos convertirlo en sustancias valiosas para la industria, como el etanol, el cual forma parte de combustibles y bebidas alcohólicas, o bien el etileno, un precursor casi universal para la actividad económica”, señaló Eduardo González, quien se desempeña como director de Tecnología de la empresa.

La tecnología desarrollada, abundó, tiene potencial para expandirse a otro tipo de sustancias: “Cerramos un ciclo industrial abierto como es la quema de combustibles que producen CO₂, el cual se va a la atmósfera; capturamos este gas en sus fuentes directas de emisión y lo insertamos a un ciclo productivo para reciclarlo”.

Daniel Cano expuso que la tecnología está en la etapa del escalamiento, pues el prototipo de laboratorio ya funciona a partir de un electrolizador integrado por un sistema en el que se usan electricidad, agua, membranas y un catalizador.

“Ahora este equipo a nivel laboratorio lo queremos hacer en un tamaño 10 o 15 veces más grande y adecuarlo a una planta de cerámica ubicada en Cuautitlán Izcalli, Estado de México, llamada C. Orozco, y hacer de ésta la primera unidad en su tipo libre de emisiones en todo el mundo”, afirmó Cano Jiménez, quien funge como director ejecutivo.

Eduardo González mencionó que el cálculo del mercado de captura y empleo de carbono será de cuatro trillones de dólares para 2050, “así que es un área en aumento y con el cambio climático, con la modificación de paradigma en las fuentes de energía, este tipo de líneas de trabajo serán relevantes”.

Dijo que la UNAM proporciona todas las herramientas para enfrentarse a grandes proyectos, incluso a aquellos que están en los límites de la ciencia: “La Facultad de Química tiene un excelente nivel y te da los elementos para entender a un nivel profundo la química desde una perspectiva molecular. Les diría a los estudiantes de esta Facultad que no teman a emprender los desafíos, porque cuentan con lo necesario para hacerlo”.