Preservar contenidos digitales, actual objetivo de instituciones de información

Congreso Internacional sobre Metadatos organizado por el IIBI

Una parte cada vez más creciente y significativa de la comunicación humana en todos los sectores de la sociedad se genera a través de los medios sociales, consideró Arien González Crespo, colaboradora de la Biblioteca Daniel Cosío Villegas de El Colegio de México.

Ante ello, el resguardo de los contenidos de la Web 2.0 debería ser uno de los objetivos más importantes para las instituciones de información en la sociedad contemporánea, añadió la especialista en preservación de datos, al participar en la conferencia inaugural del Congreso Internacional sobre Metadatos, organizado por el Instituto de Investigaciones Bibliotecológicas y de la Información (IIBI).

En su exposición, Metadatos sociales y preservación digital. Cinco retos para las instituciones de la memoria, la bibliotecóloga dijo que académicos e investigadores en general, periodistas, políticos, economistas, negociantes, estudiosos del mercado, abogados, funcionarios públicos y maestros, entre otros, han reconocido la importancia de la comunicación en las redes sociales como fuentes primarias de información.

Repositorios

Arien González Crespo comentó que para bibliotecas y archivos, dejar de lado estos cuerpos de información y memoria social, significaría, en un futuro no muy lejano, quedar al margen de los diálogos más importantes de la contemporaneidad y dejar de servir en su función histórica. Es decir, como repositorios de conocimiento y de memoria, como espacios de acumulación de la huella documental del hombre.

Apuntó que preservar la Web 2.0 o los medios sociales, “es también uno de los trabajos más difíciles y menos conocido en nuestro ámbito”. Por cientos de años, bibliotecas y archivos han estado preparados para lidiar con objetos materiales concretos, tangibles, “desde una posición de autoridad intelectual sobre su cuidado y representación”.

Asimismo, dijo que en las bibliotecas ya no es extraño encontrar, entre las donaciones de los investigadores, manifestaciones de medios sociales como capturas de pantallas o transcripciones de Twitter, Facebook, Instagram, etcétera. A partir de la ciencia de datos se desarrollan y difunden metodologías para su estudio, incluso desde las propias bibliotecas académicas.

Los resultados del análisis de los datos de las redes sociales, como los de big data, en muchas ocasiones tienen un altísimo valor económico en el mercado, por lo que las compañías de medios exitosos han surgido como empresas millonarias.

Arien González señaló que conservar la información que deriva de las redes sociodigitales “apela al sentido poético de atrapar el momento fugaz y todas las sugerencias de eternidad que contienen; desde sus inicios, la preservación digital ha partido de la pregunta de qué debe conservarse”. Emprender esta tarea no es una opción, sino una obligación.

Planteó que, como parte de la preservación digital de los contenidos en los medios sociales, el trabajo con los metadatos resulta ser otro de los espacios en blanco en la producción científica de nuestro campo.

Detalló que los medios sociales son el conjunto de aplicaciones basadas en internet o dispositivos móviles que permiten a los usuarios formar redes en línea o comunidades, aunque, de acuerdo con estudiosos del tema, dichos medios y la Web 2.0 se tratan como sinónimos.

Dijo que otra de las causas identificadas para que las instituciones no trabajen con metadatos sociales, es que los consideran innecesarios o inútiles. Entre las motivaciones que sí ofrecieron las instituciones para utilizar dicha información, es obtener puntos de vista diferentes, crear presencia en el espacio digital, incrementar el involucramiento del público y comprender los intereses de éste.

Entre los retos para las instituciones de la memoria, refirió que éstas deben aceptar la participación de otros sectores en el sistema de resguardo; identificar los metadatos sociales como objeto o parte de la preservación digital; construir el conocimiento necesario para tratar esa realidad a partir de un cambio de pensamiento hacia un futuro indefinido; desarrollar una infraestructura adecuada para herramientas y/o sistemas; además de considerar las cuestiones éticas y los derechos involucrados.

En síntesis, señaló, los metadatos sociales sí constituyen un objeto de interés y apoyo para la preservación digital, por ello debe desarrollarse el conocimiento y las herramientas a fin de trabajar con los mismos, además de generar los marcos jurídicos y las políticas públicas para hacer posible la conservación digital: “esa tarea de los medios sociales como parte del patrimonio nacional y local”.

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