Primer graduado de licenciatura en la ENAC

Diseñó una metodología para ayudar al estudiante de cine a dirigir arte con calidad y bajo presupuesto

Foto: cortesía ENAC.

Con la tesis “Metodología para la correcta dirección de arte estudiantil sin presupuesto”, Carlos Genaro Manzo Núñez es el primer alumno titulado en la licenciatura en Cinematografía que imparte la Escuela Nacional de Artes Cinematográficas (ENAC).

La ceremonia de consecución del grado se efectuó en línea con la presencia del director de dicha instancia universitaria, Manuel Elías López Monroy, así como de Sandra Margarete Loewe Greiner, secretaria general, y los sinodales Martha Daniela Cruz Rodríguez, Jaime Eduardo García Estrada, Orlando Francisco Merino Pereira, Héctor Zavala Sánchez y Luis Castañeda de la Garza, profesores de la ENAC.

El universitario obtuvo su título mediante el Programa de Ingreso en Años Posteriores al Primero, con lo cual se incorporó al Plan de Estudios de la Licenciatura en Cinematografía.

Su tesis fue realizada a partir de una comparación entre los departamentos de arte de un rodaje profesional y uno estudiantil. “Esto, más las múltiples experiencias que tuve, me permitió diseñar una metodología que puede ayudar al alumno de cine a dirigir arte con bajo presupuesto sin disminuir la calidad de su propuesta en pantalla”, explicó el hoy egresado de la UNAM.

Además, indicó, “dejo claras pautas para que la Escuela apoye a los directores de arte estudiantiles en sus necesidades básicas, como transporte de equipo y gestiones interescolares para incorporar a diseñadores, ilustradores, escenógrafos y arquitectos de otras entidades y facultades de la Universidad, que puedan integrarse a este tipo de trabajo y, a manera de práctica, asistan con sus talentos en la ejecución de los diseños de los sets del director de arte de la ENAC”.

Una industria complicada

Carlos Genaro Manzo Núñez decidió aprender cine con la esperanza de materializar de forma audiovisual “historias que luchan por escapar de mi cabeza, que deseo que afecten anímicamente al público. Estudiarlo, con las consecuencias y frustraciones que conlleva luchar por hacer películas propias y convencer a terceros para financiarlas e intentar vivir de esta industria reducida y complicada”, comentó.

Terminó sus estudios en 2016 y aunque apenas hoy recibe el título, ya ha trabajado en cine y televisión. “No niego que, al menos para mí, conseguir empleo ha sido difícil y lo será más ahora con la desaparición del Instituto Mexicano de Cinematografía, mediante el cual había el Programa de Óperas Primas con el que egresados de la ENAC recibían presupuesto y asesorías para su primera película”, expresó.

“De modo que me titulo con la incertidumbre de lo que pasará con ese programa y con el aparato de producción del cine mexicano. A su vez, nos encontramos en una época de un boom, de un hambre por contenido audiovisual, no siempre de calidad, por lo que el mundo de las plataformas ha nutrido a la industria.”

Por el momento, compartió, está dedicado a guiones de dos proyectos, uno de ellos un documental que busca preservar y dar voz a una nación indígena de Sonora.

“El estudiante de cine debe ser proactivo y emprendedor tanto para hacer su película como para encontrar trabajo y establecer una red de contactos, que es como funciona la industria. Esta actividad influye a diario en la vida de toda la población, más que otras artes. Ya no sólo se limita a la pantalla grande, también está presente en nuestros teléfonos, televisores y puede durar desde un minuto hasta varias horas. Si hay una época para aprender cine, es esta.”

Con 57 años de historia, la ENAC (antes CUEC) es la Escuela de cine con mayor antigüedad de América Latina. En diciembre de 2013 se puso en operación el plan de estudios de la Licenciatura en Cinematografía. Posteriormente, el 27 de marzo de 2019, el Consejo Universitario aprobó la creación de la Escuela Nacional de Artes Cinematográficas. Ese mismo mes se entregaron diplomas a 45 egresados que integraron la primera generación del Programa de Ingreso en Años Posteriores al Primero.

Esto fue posible gracias al apoyo de Ivonne Ramírez Wence, directora general de Administración Escolar de la UNAM; Sandra Loewe y Érika Vallarades Rosales, secretaria general y jefa del Departamento de Servicios Escolares y Asuntos Estudiantiles de la ENAC, respectivamente; y al compromiso del profesorado y alumnos de esa entidad.

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