Propician patologías crónicas agravamiento por COVID-19

Mayor probabilidad de severa afectación pulmonar en pacientes con diabetes, hipertensión, cáncer, enfermedad renal crónica y obesidad, así como trasplantados.

Diabéticos, hipertensos y obesos, más que población con mayor riesgo de infección por Covid-19, son los que tienen mayor probabilidad de desarrollar “la forma grave de la enfermedad”, aclara Jonatan Barrera Chimal, del Instituto de Investigaciones Biomédicas de la UNAM.

En esa mayor probabilidad de perder la capacidad pulmonar por este coronavirus (SARS-CoV-2), según la OMS, se encuentran también quienes padecen patologías como enfermedad renal crónica, cáncer y obesidad.

Lo común en esos pacientes es su sistema inmune debilitado, ya que, explica Barrera Chimal, es menos capaz de responder a una infección y montar una respuesta inmune eficaz ante bacterias o virus; en este caso, el SARS-CoV-2, causante del COVID-19.

En pacientes con enfermedades autoinmunes o en trasplantados, la terapia inmunosupresora (evita rechazo de órgano trasplantado) disminuye sus defensas y por eso su “respuesta es menor ante agentes patógenos”.

En enfermedades crónicas como diabetes, hipertensión y problemas cardiovasculares, los pacientes tienen el sistema inmune debilitado, pero además pueden presentar daño en los vasos sanguíneos pulmonares que se encargan del intercambio de oxígeno y dióxido de carbono, por lo tanto, ante la infección del pulmón por COVID-19, se puede reducir la capacidad de absorción de oxígeno de por sí ya afectada, comprometiendo aún más la función de corazón “y en algunos casos puede desencadenar la muerte”.

En contraste, al menos en el contexto de la pandemia del COVID-19, se ha observado que en general las personas sin antecedente de enfermedades crónicas, “responden mucho mejor y desarrollan síntomas leves de la enfermedad”.

Los datos sobre COVID-19 y embarazo son muy limitados y hasta ahora no hay evidencia de transmisión directa del virus respiratorio de madres hacia el hijo. Por eso Barrera Chimal propone que, dado los cambios que ocurren en la fisiología y el sistema inmune de las mujeres embarazadas, es mejor tener cuidado y proteger, ya que son “más susceptibles en general a diferentes patologías”.

Inefectividad ante el virus

El sistema inmune está formado por glóbulos blancos que al detectar un patógeno en el organismo, montan una respuesta para aniquilar al invasor. Cuando la respuesta no es exitosa, el patógeno prolifera, invade a un mayor número de células y afecta funcionales vitales.

Ante el COVID-19, su respuesta puede ser inefectiva (en particular en pacientes con el sistema inmune debilitado) y permite su proliferación. Así, al infectar este coronavirus un mayor número de células, se pierde la capacidad pulmonar.

A mayor carga viral, agrega el investigador de la UNAM, mayor es la probabilidad de que la enfermedad sea más grave.

Explica: el sistema inmune puede eliminar más rápido a un solo virus que logra entrar al organismo que a cien, porque la proliferación de éstos es mucho más rápida y no le da tiempo suficiente a sistema inmune para montar una respuesta eficiente.

Por eso, recomienda, hay que seguir al pie de la letra la recomendación de la sana distancia, lavarnos las manos y no tocarse la cara, para eliminar al virus de las vías de acceso a nuestro organismo.

Una proteína convertidora

En nuestro organismo hay una proteína que reconoce al SARS-CoV-2 y que facilita su entrada a nuestras células. Se llama enzima convertidora de angiotensina, y se expresa no solamente en las células del pulmón, sino también en las células del corazón, del riñón y del intestino.

Aclara el doctor Barrera Chimal que es muy temprano y hay poca evidencia para afirmar que este coronavirus provoca daño directo a estos últimos órganos; sin embargo, “es una de las posibilidades”.

Otra teoría postula que un tratamiento basado en la inhibición de esta proteína, aplicado en diabéticos e hipertensos, genera que la enzima convertidora de angiotensina se exprese en mayor cantidad y por lo tanto los haga más susceptibles al COVID-19. “Pero esto es solamente una teoría en proceso de estudio”.

La meta, aplanar la curva

¿Cómo fortalecer el sistema inmune? En la población en general, con una alimentación balanceada, rica en frutas, verduras, vitaminas; además de actividad física, descanso suficiente y no fumar.

En el caso de diabetes es vital el control de los niveles de azúcar en sangre. Se ha visto que los diabéticos que no los tienen bien controlados, tienen mayor probabilidad de desarrollarn la forma grave de la enfermedad y por eso puede llegar a ser mortal en ellos.

Finalmente, a los pacientes estables y que por su patología crónica tienen mayor probabilidad de desarrollar gravemente la enfermedad, les recomienda evitar trasladarse “para cosas no esenciales”. Por eso la medida del aislamiento social, para evitar la exposición cercana a personas con síntomas respiratorios.

En un ejercicio de prospectiva, ¿cómo nos irá con un sistema de salud, en algunos aspectos rebasado? ¿Habrá capacidad de atención? Es difícil saberlo. Se han tomado medidas muy buenas, como el distanciamiento social. En la medida que la población respete las medidas de higiene recomendadas y la sana distancia, “vamos a lograr aplanar la curva del número de casos y probablemente el sistema de salud no se sature. Por eso es tan importante lograr ese aplanamiento de la curva y no tener un pico de casos en un tiempo muy corto”.

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