Proponen reinventar el sector agrícola

Para que naciones como México enfrenten los desafíos económicos derivados de la pandemia, es indispensable manejar sus recursos naturales de forma más sustentable y mediante el combate a un problema añejo como es la pobreza, consideró Cassio Luiselli Fernández, del Programa Universitario de Estudios del Desarrollo.

El economista precisó: “Estamos quizá en una de las crisis económicas más serias en un siglo. Esta pandemia es como dos tenazas con una dimensión de salud pública muy seria que aumenta, día a día, la pobreza, el hambre y la inseguridad alimentaria”.

El también investigador del Instituto Mora participó en el Cuadragésimo Seminario de Economía Agrícola, organizado por el Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc), en el que recordó que 80 por ciento de la población rural vive a menos de una hora de alguna ciudad.

Previamente, Armando Sánchez Vargas, director del IIEc, puntualizó que a partir de 1981 -cuando se creó el seminario- se generan debates con una perspectiva crítica en economía agrícola que inspira a investigadores a aportar ideas y soluciones para las dificultades que encara México.

Agregó que debe pensarse en el bienestar de la sociedad como un derecho, como las posibilidades que tienen todos los ciudadanos del país a una alimentación de calidad que les permita desarrollar sus capacidades.

Fronteras difuminadas

Al continuar, Cassio Luiselli Fernández sostuvo que las fronteras entre las regiones urbanas y el campo se difuminan, y esto ocasiona que la mayoría de los ingresos de las comunidades campesinas ya no provengan de la agricultura.

El también miembro de la Red Interdisciplinaria de Alimentación Latinoamericana destacó que si bien hasta ahora el sector agrícola reacciona mucho mejor que otros en la nación, todavía “estamos en plena pandemia y vemos cómo crecen la pobreza y los problemas de alimentación; México, desafortunadamente, es de los países de mayor decrecimiento, pues alrededor de 10 por ciento caerá nuestra economía”.

De ahí, que recomendó reinventar el sector agrícola desde una perspectiva realista y revisar el papel de las ciudades como mediador en un mundo que, además, enfrenta los estragos del cambio climático.

“La expansión agrícola tiene que ser por unidad de tierra, trabajo o capital, pero tenemos que hacer más productiva la agricultura y no ocupar tanto espacio porque colisionamos con la biodiversidad, bosques, selvas, manglares, inclusive con los desiertos. Podemos trabajar en una maceta y no ocupar más tierra, eso se dice fácil, pero no es nada sencillo hacerlo”, estimó.

Para responder a esos retos, dijo, se debe mejorar la infraestructura local, los planes de bombeo, caminos rurales, equipar mejor a las pequeñas ciudades, entre otros aspectos.

“La investigación aplicada, en tiempos de cambio climático, es una tarea necesaria, sobre todo en semillas y manejo integral de plagas; ese bien público no debe descuidarse, inclusive tomar en cuenta la zoonosis”, reflexionó el también representante permanente de México en la Asociación Latinoamericana de Integración.