Proponen universitarios la transición energética

El uso de combustibles fósiles tendrá costos relevantes en el bienestar de la población y la viabilidad de los ecosistemas

Proceso importante y urgente.

Para la economía mexicana es necesario construir una nueva matriz energética accesible a toda la población a costos económicos razonables, baja en carbono y consistente con un avance que contribuya al bienestar y a un estilo de vida sustentable, además de que ayude a preservar bienes públicos globales, como la estabilidad climática, plantean académicos universitarios en el documento Hacia una transición energética que promueva el desarrollo y el bienestar social en México.

Señalan que retrasar esa transición energética y persistir en la actual matriz, basada en combustibles fósiles, tendrá costos significativos en el bienestar de la población, en el actual estilo de vida y en la viabilidad de los ecosistemas.

“El crecimiento económico y social en el mundo en los últimos 70 años ha estado basado en una disponibilidad muy grande y a precios muy bajos de combustibles fósiles. El problema es que esto ha derivado en consecuencias nocivas para nosotros mismos mediante la degradación ambiental”, afirmó William Lee Alardín, coordinador de la Investigación Científica de la UNAM, al introducir y moderar el tema en una conferencia virtual de medios.

“Para pretender tener un avance sostenible social, económico y ambiental donde podamos vivir en una situación más armónica con lo que nos rodea, proponemos este marco de los retos de la transición energética y una mirada crítica y propositiva de parte de la Universidad para usar lo que sabemos y ver que nos falta aprender para ponerlo al servicio de la sociedad”, dijo.

José Saniger Blesa, secretario de Investigación y Desarrollo de la Coordinación de la Investigación Científica y coordinador por parte de esta casa de estudios de la Red de Soluciones para el Desarrollo Sostenible (SDSN por sus siglas en inglés), explicó que dicha red forma parte de la Agenda 2030 auspiciada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), con cuyos objetivos México está comprometido desde 2015.

“Es el mecanismo que se ha diseñado para la participación de la academia en el ecosistema global de la Agenda 2030. El capítulo México de esta red está coordinado por la UNAM y el Tecnológico de Monterrey y cuenta con 70 universidades asociadas en todo el territorio nacional”, puntualizó.

Sustentabilidad para todos

La sustentabilidad hay que ponerla en primer plano porque es la vía para que tengamos bienestar todas las personas y armonía con todas las especies con las que compartimos el planeta, expresó Karla Cedano Villavicencio, secretaria de Gestión Tecnológica y Vinculación del Instituto de Energías Renovables (IER).

“De ahí que la transición energética es importante y urgente, pues necesitamos que nos lleve, tan pronto como sea posible, a una transformación energética global. Tenemos que modificar los usos, el entendimiento y la gestión energética en todas las personas”, subrayó.

Detalló que energías renovables como la solar y la eólica ya son maduras y sus precios seguirán bajando para ser cada vez más competitivas.

Costos significativos

Eduardo Vega López, director de la Facultad de Economía, destacó que “aplazar o retrasar esta transición energética y persistir en la actual matriz basada en combustibles fósiles, tendrá costos económicos muy significativos para el funcionamiento regular de la economía nacional, en desmedro del bienestar social general. Podríamos estar perdiendo la oportunidad irrepetible de insertarnos de manera sustentable y oportuna en una tendencia global que va en ruta hacia el uso más amplio y generalizado de estas energías renovables”.

Advirtió que es una oportunidad irrepetible el impulso a la energía solar, eólica, geotérmica, de mareas y energía recuperadora de metano.

“Nadie está suponiendo que mañana o en 15 años vamos a prescindir de la energía fósil, pues 85 por ciento de nuestra matriz energética hoy, y el funcionamiento de nuestra economía nacional, está basada en esa infraestructura ya existente. Pero el futuro empezó ayer y no podemos perder las oportunidades de mañana”, indicó.

Propuso que la transición energética sea gradual, pero sistemática y que las políticas públicas se rediseñen respecto a la política energética.

Miguel Robles Pérez, investigador del IER, sostuvo que el fin último del desarrollo sustentable es crear una sociedad eficiente, justa y limpia.

“Las acciones tienen diferentes escalas desde lo municipal, estatal o federal, y desde ellas se puede incidir y realizar proyectos que generen riqueza. El cambio climático es una urgencia y una realidad física”, finalizó.

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