Puesta en escena muestra cómo es vivir con la herida por antonomasia

Cecilia Ramírez Romo dirige La violación de una actriz de teatro

Foto: Teatro UNAM / José Jorge Carreón.
La violación de una actriz de teatro es la obra más difícil que he dirigido hasta ahora no sólo por el tema, sino por todo lo que me implicó personalmente”, asegura la directora de escena Cecilia Ramírez Romo sobre este montaje que se estrenó en el Teatro Juan Ruiz de Alarcón del Centro Cultural Universitario.

“Hablar de esto y con quien lo hice es lo mejor que pude haber elegido. Hay bastante cariño detrás del proyecto y muchas ganas de nombrar las cosas. Es un alivio al corazón y me ha puesto en un lugar de equilibrio y de esperanza en relación con lo que está sucediendo en el país”, agregó en entrevista la también actriz egresada del Centro Universitario de Teatro (CUT).

Teatro UNAM y la Compañía Nacional de Teatro invitaron a Ramírez Romo a dirigir esta obra de la dramaturga chilena Carla Zúñiga, quien aborda un tema urgente especialmente para México, “donde ocupamos el primer lugar en feminicidios. Es un texto contundente, corto, que no requiere de más tiempo para hablar lo que se dice, nombra las cosas como nunca lo había visto”.

La directora situó la trama de la obra: “Todo surge a partir de un pequeño abuso, lo que va escalando progresivamente, algo que en el gremio teatral se da de una manera casi invisible, y que al no nombrarse pareciera no existir. Si bien es una experiencia particular la que se relata, el tema es completamente universal. Me gustaría que toda la gente del gremio la viera. Aunque la violación no es privativa de las mujeres, siempre vamos perdiendo en relación con la historia y nos encontramos en desventaja”.

Externó su sorpresa porque algunos conocidos suyos le sugirieron cambiar el título al considerarlo demasiado fuerte, siendo que la realidad del país lo es mucho más. “Hay demasiado morbo alrededor del nombre. Todo está dispuesto para quien quiera ver”.

La obra formó parte de los montajes en exhibición del Festival Internacional de Teatro Universitario, en donde estuvo a cargo de la agrupación chilena Minga Producción Escénica. Cecilia Ramírez dice que en su versión hay similitudes en cuanto al tono, pero que ella tiene una visión escénica más emparentada con la realidad de México, por obvias razones.

“Enoja mucho escuchar sobre el tema. En el momento que en la obra se devela el abuso de autoridad y la jerarquía, así como el acoso en las relaciones interpersonales en el gremio, la estructura teatral se derrumba a partir de un trauma de dos mujeres que tratan de hablar entre ellas, con un iceberg de por medio colocado por un él: un director de teatro. Conversan en un terreno velado en el cual la manipulación es brutal. Al principio no pueden comunicarse y terminan reconociendo aquello que les impide hacerlo. Se abren heridas. La violación es la herida por antonomasia”.

Explicó que su propósito como directora es que el texto suceda, que pase. “Entiendo que entre más cosas le pongas alrededor, es más difícil que la gente escuche. De ahí que me haya enfocado en contarle al espectador cómo es vivir con un trauma, y a partir de eso mostrar el interior de las actrices en el espacio, de manera que lo que se mueva sea éste y no tanto ellas. En el montaje hay mucho trabajo técnico detrás, una generación de imágenes importantes que tiene que ver con lo que las actrices miran afuera y una de la otra”.

A Cecilia Ramírez y a su equipo, el montaje les llevó seis semanas de intenso trabajo. Durante el proceso jugaron con la autoficción. “A todas las integrantes nos ha sucedido algún abuso, acoso o violación, y lo peor es que no me sorprende. Comenzamos nombrando lo acontecido y fue muy difícil, salieron nombres de tal director o tal maestro. Nos dimos cuenta que eran los mismos”.

Prácticamente todo su equipo creativo es femenino, lo que para ella ha sido muy electrizante. “Como mujeres tenemos que diseñar estrategias para poder salir al paso y poder trabajar”.

Como en otras tantas oportunidades en las que ha dirigido, no piensa en el efecto que pueda provocar en el espectador, está más atenta en el proceso; sin embargo, no oculta que le gustaría que el público saliera con muchas preguntas. “Busco la incomodidad. Un tema como la violación es sin duda bastante perturbador, y el que a una le pase esto es incómodo de por vida, por decir lo menos. Espero que haya catarsis en las personas y que salgan con una reflexión. Se divertirán mucho en la primera parte, y de pronto serán testigos de una vuelta inesperada”.

Amanda Schmelz interpreta a la actriz y Karla Camarillo hace el papel de la productora de teatro. La obra tendrá temporada hasta el 4 de diciembre, jueves y viernes a las 20 horas, sábados 7 pm y domingos 6 de la tarde. Más información en la página www.teatrounam.com.mx.

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