Dra. Ann Marie Cyphers Tomic

Investigación en humanidades

La civilización olmeca

La doctora Ann Marie Cyphers Tomic nació en 1950, en Illinois, Estados Unidos, y llegó a México en 1972. Realizó sus estudios de licenciatura en Antropología en la Universidad de Illinois; en 1975, obtuvo el grado de maestra en Antropología por la Universidad de Wisconsin; y, en 1987, el doctorado en Historia, con mención honorífica, por la Universidad Nacional Autónoma de México (unam). Desde 1979, se encuentra adscrita al Instituto de Investigaciones Antropológicas de la unam, donde actualmente se desempeña como investigadora titular “C” de tiempo completo. Pertenece al Sistema Nacional de Investigadores con el nivel III, cuenta con el máximo nivel de estímulos en el Programa de Primas al Desempeño del Personal Académico de Tiempo Completo, y es miembro regular de la Academia Mexicana de Ciencias.

Como arqueóloga e historiadora, su principal área de interés es el desarrollo de los primeros pueblos de Mesoamérica, en particular la civilización olmeca. Su investigación sobre dicho pueblo utiliza un enfoque interdisciplinario, por lo cual fundó varios grupos de investigación compuestos por reconocidos académicos nacionales e internacionales en disciplinas como Ecología, Biología, Geomorfología, Geología, Física, Geofísica, y Antropología física, así como en temas relativos a población y restauración.

Es autora de 11 libros científicos publicados y tres que se encuentran en prensa, 74 artículos y 75 capítulos de libros, y ha editado tres libros colectivos. Sus investigaciones han sido reseñadas y comentadas en revistas de gran prestigio, como Annual Reviews of Anthropology, Latin American Antiquity y Current Anthropology, entre otras.

Ha recibido diversas distinciones: en 2003, ganó el Premio Alfonso Caso a la mejor investigación en arqueología con el libro Asentamiento prehispánico en San Lorenzo Tenochtitlán; obtuvo dicho premio por segunda ocasión en 2013 con el libro Retos y riesgos en la vida olmeca; fue nombrada Alumna Distinguida de la Universidad de Illinois; ha sido galardonada en dos ocasiones por la National Geographic Society; el Museo de Antropología de Xalapa le otorgó su célebre medalla; y en 2017, recibió el Reconocimiento Sor Juana Inés de la Cruz por parte de la unam.

Ha dictado 42 conferencias en las universidades de Harvard, Texas, California, Trent, Princeton, la Autónoma de Barcelona y la Veracruzana; en los museos: The Nacional Gallery of Art, en Washington, D. C., The Field Museum, en Chicago, y The Metropolitan Museum, en Nueva York; en la Comisión Fullbright, y en la unam. Además, ha presentado 93 ponencias en reuniones científicas. Como parte de sus actividades de extensión de la cultura, ha impartido 74 conferencias públicas; cuenta con 32 artículos de divulgación y 37 participaciones en diversos medios de comunicación, como programas de radio y televisión, periódicos y revistas de amplia difusión.

Su labor en la formación de recursos humanos incluye la impartición de 45 cursos y prácticas de campo y la titulación de 41 alumnos: 16 de licenciatura, 15 de maestría y diez de doctorado. En el ámbito institucional, ha participado en numerosos consejos, comités y comisiones evaluadoras y dictaminadoras de la unam, así como en jurados de otras universidades nacionales e internacionales, en el Instituto Nacional de Antropología e Historia y en el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología.

En las décadas de 1970 y 1980, se dedicó a investigar la arqueología del estado de Morelos. Además, enfocándose en la temporalidad de las ocupaciones de importantes sitios, como Chalcatzingo y Xochicalco, logró formular las primeras secuencias cronológicas y estableció periodos bien fundamentados con datos estratigráficos. Realizó una investigación pionera al estudiar las figurillas antropomorfas de terracota de Chalcatzingo, poniendo especial atención en la representación del género, la fisionomía, la indumentaria y la postura de las mismas, así como en los contextos sociales de dichos hallazgos. Encontró evidencias de la representación del ciclo de la vida femenina en Chalcatzingo, de hace 2,500 años, y sus interpretaciones están plasmadas en las cédulas de la Sala Preclásica del Museo Nacional de Antropología.

En 1990, emprendió una investigación sobre la civilización originaria de la primera capital olmeca de San Lorenzo, Veracruz, siendo pionera como mujer en dirigir un proyecto de investigación en este importante sitio. Sus estudios la han llevado a indagar aspectos nunca antes abordados en la arqueología olmeca a partir de excavaciones en las viviendas para obtener evidencias concretas sobre el tamaño, la forma y organización del espacio doméstico como indicador de la diferenciación social; también excavó talleres para investigar la cadena de obtención de materias primas, las técnicas de producción y la distribución de los productos; abordó a profundidad el estudio del antiguo medio ambiente; y a través de muestreos sistemáticos en sedimentos culturales, examinó los rasgos microscópicos y macroscópicos de los alimentos consumidos por los olmecas.

Su cuestionamiento sobre el contexto de una gran columna de piedra, la llevó a descubrir el primer palacio mesoamericano, llamado Palacio Rojo, otrora hogar de gobernantes olmecas. Asimismo, su reexaminación del contexto de un gran trono de piedra, le permitió encontrar un enorme recinto ceremonial administrativo, totalmente enterrado a casi cuatro metros de profundidad.

En la zona arqueológica de San Lorenzo, aplicó más de 2,600 pruebas con barrenos que llegaron a profundidades hasta de 23 metros, a fin de obtener datos estratigráficos sobre la construcción del sitio y la distribución de las viviendas, y cuyo manejo con los Sistemas de Información Geográfica ha permitido aclarar la dimensión vertical de esta zona y crear modelos tridimensionales de las antiguas superficies, con lo cual llegó a determinar que la gran meseta de San Lorenzo es una construcción con un volumen artificial siete veces el tamaño de la Pirámide del Sol de Teotihuacán, y que su población alcanzaba los 11,000 habitantes.

Ha desempeñado un papel central en cuatro desarrollos sociales de la región sur de Veracruz, como son: 1) los museos comunitarios de Tenochtitlán y Potrero Nuevo; 2) el Campamento Arqueológico en Mapachapa, el cual permite que la unam tenga una presencia permanente en la zona olmeca y una base para realizar investigaciones arqueológicas e interdisciplinarias; 3) la exposición museográfica itinerante sobre los resultados de sus investigaciones, la cual ha convocado a alrededor de 30,000 personas; y 4) la propuesta de incluir a San Lorenzo en la Lista del Patrimonio Mundial de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura.

Por su excepcional labor investigativa y la relevancia de sus hallazgos, la doctora Ann Marie Cyphers Tomic es indiscutible merecedora del Premio Universidad Nacional 2018, en el área de Investigación en humanidades.

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