Es muy importante realizar acciones individuales para aminorar los efectos

¡Qué calor! Y es nuestra culpa

Las temperaturas extremas han aumentado debido a los gases de efecto invernadero que hemos puesto en la atmósfera

Cada año las temperaturas de la temporada de calor parecen más extremas e intolerables. En México, en las últimas semanas se han padecido niveles de 40 a 45 grados Celsius en Guerrero, Michoacán, Morelos, Oaxaca y Veracruz; de 35 a 40 en 19 estados: Baja California Sur, Campeche, Chiapas, Chihuahua, Colima, Durango, Estado de México, Guanajuato, Jalisco, Nayarit, Puebla, Quintana Roo, Sinaloa, Querétaro, San Luis Potosí, Sonora, Tabasco, Yucatán y Zacatecas, mientras que en Aguascalientes, Baja California y Coahuila, de 30 a 35 grados. En Ciudad de México también se han registrado hasta 31 grados en la temporada, algo inusual, pero que será cada vez más común.

Las temperaturas extremas ocurrirían incluso sin la acción del hombre, “y de vez en cuando tendríamos días o periodos muy calurosos, quizá de una semana particularmente calurosa. Lo que sabemos ahora, y esto nos lo dice muy claramente el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) en su último reporte es que en todos los continentes hemos visto un aumento muy importante en la frecuencia de ocurrencia y en la magnitud de las temperaturas extremas. Las mínimas son las que han aumentado más rápido: a nivel global las de las noches más frías se han incrementado cerca de cuatro grados desde mediados del siglo pasado, mientras que las máximas que ocurren durante el día se lo han hecho en un grado. Los días muy calurosos del año han aumentado rápidamente… lo cual es consecuencia de los gases de efecto invernadero que hemos soltado a la atmósfera”, comenta Francisco Estrada Porrúa, coordinador del Programa de Investigación en Cambio Climático.

Diferencia entre clima y tiempo

Es importante diferenciar clima y tiempo. El primero son las condiciones meteorológicas medias en un lugar determinado, y se obtienen con estadísticas a largo plazo. Toma en cuenta factores como la temperatura, presión, viento, humedad y precipitación.

El tiempo tiene que ver con las condiciones a corto plazo de estas mismas variables. Por ello, no se debe confundir cuando se habla de un aumento en el clima de 1.5 grados en cien años, contra una variación en el tiempo que puede ser de varios grados en un solo día.

Variaciones

La temperatura varía de un lugar a otro por varios factores, explica Estrada Porrúa: “la altitud de Ciudad de México la hace un lugar mucho más templado que los estados del norte del país en los que la temperatura media anual ha aumentado a una tasa de alrededor de cinco grados centígrados por siglo, durante los últimos 40 años. Estas tasas de calentamiento son extremadamente altas. Entonces, no es nada raro que en esos estados del norte tengamos constantemente nuevos récords de temperatura extrema”.

Otro riesgo son las islas de calor: “Imaginemos un terreno antes de Ciudad de México con un paisaje natural, y éste se cambia por concreto, edificios, pavimento. Lo que se hace es modificar el balance de energía a nivel local y generar cambio climático local.  Entonces, al cambio climático global por los gases de invernadero se le suma otro cambio a nivel local.

¿Qué podemos hacer?

Para Estrada, es muy importante que se realicen las acciones individuales para aminorar los efectos, como usar calentadores solares y autos híbridos, pero también ayudan algunas acciones muy baratas y sencillas. “El problema de la isla de calor se debe mucho a los materiales de construcción que son capaces de almacenar y luego volver a emitir el calor. ¿Qué pasa si cambiamos los pavimentos que en lugar de ser negros, que absorben la energía solar, ponemos unos que le llaman pavimentos frescos que reflejan mucho de esta energía? También se pueden modificar los techos, que no sean rojos u obscuros, poner colores más hacia el blanco, que reflejen más la energía que viene del Sol. Además, hicimos en un estudio en el que encontramos que por cada dólar que se invierte en pavimento fresco y techos frescos o techos verdes dejarás de perder 15 dólares por los impactos asociados al cambio climático en ciudades. Las políticas públicas, la transición a energías limpias y la inversión en investigación, también son muy importantes”.

Cambios permanentes

Tenemos que actuar rápido, debemos hacer cambios relevantes: pasar a una economía menos dependiente de combustibles fósiles y usar energías renovables limpias. Si no hacemos esto ahora, lo que nos dice el tercer reporte del IPCC es que la mitigación será demasiado cara y tardía”, finalizó.

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