¿Qué es el trastorno bipolar?

Afecta aproximadamente a 2 de cada 100 personas, y tiene la misma incidencia en ambos sexos

Foto: Daniel Reche/Pexel.

De acuerdo con el Manual Diagnóstico y Estadístico de los trastornos mentales (DSM) en su versión 5, el trastorno bipolar es una enfermedad mental caracterizada por una alteración en el estado de ánimo y cambio en el funcionamiento de la persona debido a la alteración de los mecanismos bioquímicos que regulan las emociones y el humor. El trastorno bipolar es una enfermedad que puede afectar aproximadamente a 2 de cada 100 personas, y que tiene la misma incidencia en ambos sexos.

En la actualidad es uno de los temas más discutidos internacionalmente en el ámbito de la psiquiatría, reconociéndose como un problema de salud global con repercusiones desde el punto de vista sanitario, económico y un gran sufrimiento personal y familiar, por lo que es de suma importancia reconocerlo para evitar el estigma social o los prejuicios alrededor de esta enfermedad.

En función de la intensidad de los síntomas de manía o depresión, existen dos tipos de trastorno bipolar:

  • TIPO I. Es la forma clásica, caracterizada por fases maníacas intensas y por depresiones. En las fases maníacas pueden aparecer delirios (por ejemplo, creerse Dios o con poderes especiales) y alucinaciones auditivas (voces que dan órdenes o insultan). En las fases depresivas existe tristeza, apatía, lentitud de movimientos, ansiedad, insomnio y pérdida del apetito.
  • TIPO II. Se caracteriza por depresiones intensas y fases de euforia moderadas que se denominan hipomanía. Pueden aparecer síntomas psicóticos, pero tienen que estar asociados a las fases depresivas. Las fases de euforia moderadas a veces parecen un cambio temperamental o de carácter. Es frecuente que los familiares detecten más sociabilidad en el paciente, menos timidez, mayor actividad… Es posible que la persona no se dé cuenta.

Se desconoce la causa exacta del trastorno bipolar. Sin embargo, diversas investigaciones sugieren que no hay una sola causa, sino que es posible que haya una combinación de factores que contribuyen al trastorno bipolar.

El tratamiento ayuda a muchas personas, incluso a aquellas con las formas más graves de trastorno bipolar. Los médicos tratan el trastorno bipolar con medicamentos, psicoterapia o una combinación de tratamientos. Ciertos medicamentos pueden ayudar a controlar los síntomas del trastorno bipolar.

Algunas personas pueden probar con varios medicamentos y colaborar con su médico antes de encontrar los que le funcionan mejor. Los tipos más comunes de medicamentos incluyen estabilizadores del estado de ánimo y antipsicóticos atípicos.

La psicoterapia (a veces denominada “terapia de diálogo”) es un término utilizado para una variedad de técnicas de tratamiento que tienen como objetivo ayudar a una persona a identificar y cambiar emociones, pensamientos y comportamientos problemáticos. La psicoterapia puede ofrecer apoyo, educación, habilidades y estrategias a las personas con trastorno bipolar y sus familias. A menudo se recurre a la psicoterapia en combinación con medicamentos.

El profesional de enfermería puede apoyar a las personas que padecen trastorno bipolar con las siguientes actividades:

  • Evaluar el estado de ánimo (signos y síntomas) de manera inicial y con regularidad a medida que progresa el tratamiento.
  • Determinar si la persona supone un riesgo para la seguridad de sí mismo y de los demás.
    Controlar y regular el nivel de actividad y estimulación del ambiente de acuerdo con las necesidades de la persona.
  • Ayudar a la persona a tener un ciclo adecuado de sueño/vigilia mediante tiempos de reposo programados, técnicas de relajación, limitar medicamentos sedantes y el consumo de cafeína.
  • Proporcionar oportunidades de práctica de actividad física.
  • Darle oportunidad de expresar sus emociones y sentimientos.
  • Ayudar a la persona a controlar conscientemente su estado de ánimo llevando un diario.
  • Ayudar a la persona a identificar pensamientos y sentimientos que surgen en el estado de ánimo maniaco y en el depresivo.
  • Identificar los factores desencadenantes del estado de ánimo disfuncional.
  • Identificar los aspectos de los factores desencadenantes que se pueden cambiar y los que no.
  • Enseñar técnicas de afrontamiento.
  • Utilizar estrategias de control de conductas para apoyar a la persona, durante un episodio maniaco, a restringir las conductas intrusa y disruptiva.
  • Administrar medicamentos estabilizadores del estado de ánimo.
  • Orientar a la familia o a los cuidadores primarios que necesitan de su ayuda y apoyo, quienes pueden estar preocupados, pero no aceptar consejos; procurar que sean lo más pacientes y comprensivos posible. Incluso persuadirlos para que busquen ayuda o se incorporen a grupos de autoayuda.

*Facultad de Enfermería y Obstetricia

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