Realizan expertos abordaje multidisciplinario del futbol

El movimiento de un balón en el aire es un proceso físico muy complejo que aún no se entiende al cien por ciento


No son once sino cuatro científicos de la UNAM quienes saltaron al campo verde rectangular para analizar, desde disímbolas disciplinas, un remate de cabeza o un gol de chilena, abordaje multidisciplinario del futbol, al que es imposible reducir a un solo fenómeno, coincidieron.

Jorge Flores, investigador emérito del Instituto de Física, explicó que el movimiento de un balón en el aire es un proceso físico muy complejo que aún no se entiende al cien por ciento, por lo que se continúa experimentando al respecto.

“Interviene la mecánica, la aerodinámica; la pelota tiene gajos, una superficie que no es completamente lisa, y en su movimiento arrastra el aire. Como va girando, se mueve de manera diferente de un lado y del otro, porque la empuja el viento.”

Lo más sencillo para explicar esto es el Principio de Bernoulli, según el cual a mayor velocidad del fluido la presión es menor, y entonces si de un lado de la pelota la velocidad es más grande que del otro conforme va girando la presión también del aire es diferente, y eso hace que el esférico se mueva, se salga del plano de donde surgió originalmente. Es como cuando alguien cobra un tiro libre o un tiro de esquina.

Agregó que, desde el siglo XIX, Heinrich Magnus, un físico alemán, se dio cuenta de que había otro proceso, incluso más complicado, relacionado con la turbulencia que produce la bola en el aire al girar, y este efecto producía una fuerza perpendicular a la velocidad del movimiento del balón, lo que se comprobó mejor experimentalmente.

“Yo creo que los futbolistas no tienen nada de físicos, pero sí una gran experiencia empírica. Saben muy bien qué es lo que ocurre con las pelotas dependiendo de cómo se les golpea. No es que sepan del movimiento de los cuerpos rígidos esféricos en un fluido como el aire. Lo que si saben, como Leo Messi o Cristiano Ronaldo, es que dependiendo de cómo está girando la pelota se moverá a la derecha, izquierda, arriba o abajo, y eso lo conocen porque lo han visto miles de veces.”

Calcio Italiano

Tommaso Gravante, originario del país de la bota, ha vivido en quizá las tres naciones europeas más futboleras: Italia, España e Inglaterra. Es investigador del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades y uno de los ganadores de la Séptima Competencia Mundial para Jóvenes Sociólogos. Aseguró que el futbol ha tenido desde su inicio (desde la concepción británica victoriana, mitad del siglo XIX) dos propósitos paralelos: uno político y otro pedagógico.

“Es decir, por un lado el uso del deporte como una estrategia en el proceso de civilización, y por el otro como nuevo orden social incrustado en la idea del Estado-Nación. De esta forma se entiende cómo el balompié ha sido utilizado no solamente como metáfora de la política sino también como otra forma de hacer política. Podemos decir que no es ajeno a los conflictos sociales y a las guerras, y si miramos su historia nos percataremos de estos vínculos”, indicó.

Sin duda, añadió, nos gusta imaginar que puede tener un carácter pacificador como fue el Partido de la Paz en la Navidad de 1914. En plena Primera Guerra Mundial, los soldados alemanes e ingleses decidieron esa noche dejar las armas y jugar por algunas horas. Esto indica una certeza: el balompié tiene la capacidad de crear historias e imaginarios, sea de paz o de guerra, que a su vez pueden ser utilizados para impulsar un cambio social.

“El desprecio que tuvo Jorge Luis Borges u otros intelectuales por el futbol creo que reside esencialmente en el uso que se hace de este deporte, como el fortalecimiento de los nacionalismos, los fascismos y las distintas ideologías”, subrayó Flores.
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Elemento pacificador

Naief Yehya, colaborador de la Revista Universidad de México, aseguró que el futbol abre espacios de conciliación, inimaginables en la política.

“No sólo es este deporte, pero dada su universalidad es el más espectacular cuando se trata de abrir frentes de contacto y apertura entre naciones antagonistas. ¿Cómo olvidar el partido entre Irán y Estados Unidos en el Mundial de 1998 en Francia, donde los persas ganaron 2 a 1? Creo que puede ser un elemento pacificador, aunque no hay que olvidar la guerra del futbol entre el Salvador y Honduras en 1969.”

Narrador e ingeniero industrial por la Facultad de Ingeniería, dijo que actualmente este deporte goza de buena salud y gran calidad, pero como industria y negocio es una máquina cruel y devastadora que pasa por encima de cualquier cosa con tal de monetizar. “No creo en las esencias de los deportes, creo que es tan sólo nostalgia. Opio del pueblo, por supuesto que es, y más barato que el verdadero opio”, opinó.

Tildar al futbol como una actividad superflua, desdeñarlo, apuntó Yehya, se debe a su corporalidad y al viejísimo antagonismo entre lo cerebral y lo físico, que data de Platón en Occidente y de Buda en Oriente.

Letras rusas

El futbol abre espacios de convivencia entre países, entre pueblos, que fuera del deporte no los tienen. En esos 90 minutos que dura el partido “no podemos pensar que sólo esta actividad sea un camino para llegar a la paz”, dijo Felipe Garrido, académico del Centro de Enseñanza para Extranjeros y director adjunto de la Academia Mexicana de la Lengua.

Con 45 años de docencia, en los que lo mismo editó a Juan José Arreola que a Juan Rulfo, Carlos Fuentes o Miguel León-Portilla, Garrido fue también mediocampista seleccionado amateur. Algunos de sus compañeros de cancha a la postre estuvieron en la selección de la Copa del Mundo de México 1970; recuerda a Carlos Albert, José Luis González, Miguel Mejía Barón y Javier Chalo Fragoso, entre otros. Confesó que ha dejado de asistir a los estadios porque no entiende esa animosidad con la que la porra se comporta.

“Para ir a un ambiente opuesto a esto, como ese grito de p…, cuando el portero contrario va a despejar, en una actitud no deportiva, es más un insulto que un grito amistoso, hay que leer a Anton Chejov. Pongámonos a leer los cuentos y las obras de teatro de este autor ruso, es una realidad de sentimientos enormemente delicados: entre los personajes puede haber un enfrentamiento, pero hay una inmensa sutileza”, recomendó.

México 86: Diego Armando Maradona dribla a la zaga inglesa.
México 86: Diego Armando Maradona dribla a la zaga inglesa.

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