Reanudan la comunicación con la Voyager 2

Se logró restablecer la conexión después de haberla perdido el 21 de julio pasado, señaló René Alberto Ortega Minakata, del IRyA

La Red de Espacio Profundo ordenó a la nave reorientar su antena hacia la Tierra. Esta señal salió del planeta y se expandió por el espacio, como si fuera un grito de búsqueda, su finalidad era que la sonda escuchara indirectamente el mensaje. Foto: NASA/JPL-Caltech.
La Voyager 2 lleva 46 años en el espacio. Con ella viaja la esperanza de desentrañar el universo y tal vez de contactar con otro tipo de vida. A pesar de ser una sonda que no tiene un destino concreto, la información que manda a la Tierra aún es importante. Se logró restablecer la comunicación con ella, después de haber perdido contacto el 21 de julio.

Dentro de su equipaje lleva un disco dorado que almacena imágenes, sonidos, música y saludos en diferentes idiomas. Esto con la intención de ponerlo al alcance de cualquier vida fuera del planeta. Sin lugar a dudas, es una idea un poco romántica “porque si dentro de millones de años alguien llegara a encontrarlas tendrían algo de aquí”, argumentó René Alberto Ortega Minakata, del Instituto de Radioastronomía y Astrofísica (IRyA).

¿Por qué se perdió el contacto?

Mediante la Red de Espacio Profundo se mandan mensajes a esta sonda, así le piden acciones específicas. Por ejemplo, en 1989 le ordenaron desactivar las cámaras que llevaba consigo. En esa ocasión viró dos grados fuera de las antenas que hay en el planeta, debido al envío de instrucciones erróneas. “En lugar de apuntar directo hacia la Tierra apuntaban hacia otro lado. Dos grados para nosotros son muy poco, pero al estar tan lejos son suficientes para perder la comunicación”, ahondó René Alberto Ortega.

Después de perder la comunicación el equipo de la NASA escuchó una débil y fragmentada señal de la sonda. Recibir esta señal les indicó que tal vez podrían restablecer comunicación con la Voyager 2. El 1 de agosto enviaron una señal utilizando la Red de Espacio Profundo para ordenar a la nave que reorientara su antena hacia la Tierra. Esta señal salió del planeta y se expandió por el espacio, como si fuera un grito de búsqueda, su finalidad era que la sonda escuchara indirectamente el mensaje. El especialista del IRyA aclaró que “aunque la antena estaba volteada para otro lado, tenían la esperanza de que les llegara ‘de reojo’ el intento de comunicación”.

Después de 37 horas, el 4 de agosto la Red del Espacio Profundo escuchó de nuevo la señal de la Voyager 2, esta vez con todos sus datos científicos completos. Esto indica que el “grito” fue exitoso y la nave pudo reorientar su antena.

¿Qué tipo de información recopila?

Actualmente la nave se encuentra fuera de la zona de influencia del viento solar y ronda el medio interestelar. En ese ambiente las dos sondas Voyager, 1 y 2, detectan información de su ambiente como rayos cósmicos y campos magnéticos. “Los rayos cósmicos son partículas como, por ejemplo, protones, partículas subatómicas con carga eléctrica que viajan muy rápido por el espacio. La otra medición que mandan son del campo magnético que tiene en su medio ambiente”, especificó Ortega.

Los datos son de utilidad para la comunidad científica porque dan herramientas para entender cómo es el medio interestelar. Ortega Minakata explicó que “se puede inferir por otros medios la densidad de estas partículas, de estos rayos cósmicos en esa parte del espacio. Pero estas naves los están midiendo ahí mismo, es una información valiosísima porque es como si pudiéramos ir, tomar la medición y regresar”.

Por el momento se espera que las Voyager 1 y 2 sigan viajando, a 17 kilómetros por segundo y a 15 kilómetros por segundo respectivamente, por varias décadas más. Tal vez para encontrar su destino a miles de millones de kilómetros lejos de la Tierra.

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