La edición genética de embriones humanos es algo inadmisible, afirmó Félix Recillas Targa, director del Instituto de Fisiología Celular (IFC), a propósito del escándalo científico ocurrido la semana pasada, cuando el genetista chino He Jiankui, ahora expulsado de la Universidad de Hong Kong, difundió por medio de la plataforma YouTube que había modificado genéticamente embriones humanos.
Recillas Targa, experto en genética molecular, externó la posición del Instituto sobre dicho experimento, que evolucionó y se concretó en el nacimiento de unas niñas gemelas, en quienes el asiático quiso evitar que replicaran el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) que padece su padre.
“Es inadmisible porque los embriones estaban sanos y fueron modificados genéticamente con el sistema CRISPR/Cas9, causando una mutación en el gen CCR5 para que las niñas fueran resistentes a una infección por VIH”, explicó en conferencia de medios en el IFC.
Un aspecto que molestó a la comunidad científica internacional es que los resultados no fueron publicados en una revista especializada, así que no fueron revisados por sus pares ni están a disposición de los investigadores. “No sabemos exactamente cómo se hizo el proceso”, resaltó.
Ahora, el Ministerio de Salud chino, el gobierno de ese país y la Universidad de Hong Kong han prohibido a Jiankui continuar con sus experimentos.
“La situación anterior preocupa a la comunidad científica, y no quisiéramos que se satanizara al sistema CRISPR/Cas9, que nos ha dotado de información inédita y valiosa para el desarrollo de la investigación científica cuando se aplica en otros modelos animales permitidos” añadió.
Dilema ético
Al respecto, Ricardo Tapia Ibargüengoytia, investigador emérito del IFC e integrante del Colegio de Bioética, AC, señaló que este nuevo recurso ha facilitado la edición de genes en varios modelos animales, pero no se había hecho en humanos.
Es ingeniería genética muy fina, con la que puede alterarse un gen, quitarlo o cambiarlo. El problema es que He Jiankui no lo hizo en un enfermo con el objetivo de poder curarlo, sino en embriones humanos sanos, subrayó.
El dilema ético que enfrenta la comunidad científica, resumió Tapia, debe debatirse y regularse. “Hubo falta de transparencia y será necesaria la regulación de manipulación de embriones”.
Corte y confección de genes
La técnica CRISPR/Cas9 (del inglés Clustered regularly interspaced short palindromic repeats y que en español significa Repeticiones palindrómicas cortas y regularmente interespaciadas) es una herramienta molecular utilizada para editar el genoma de cualquier célula. La segunda parte de su nombre se refiere a una serie de proteínas (llamadas Cas), principalmente nucleasas asociadas a la herramienta.
Rosa Estela Navarro González, investigadora del IFC, expuso que se trata de un procedimiento para editar, que hace corte y confección de genes. Surgió como una investigación en bacterias que poseen ese sistema de manera natural para defenderse de ataques de virus. Ellas tienen una serie de proteínas que les ayudan a incorporar genes de los virus que infectan su genoma.
“Este sistema fue adaptado para utilizarse en otros organismos y ha revolucionado la manera en la que hacemos modificación genética”, indicó la experta, quien usa esta técnica para estudiar óvulos en un modelo de gusano llamado C. elegans.
La proteína Cas9 necesita un ARN pequeño (llamado guía), el cual se diseña específicamente en laboratorio con el gen que se quiere estudiar. “Se introduce a la célula un ARN pequeño que reconoce al gen de interés con la proteína Cas9, se asocian y este sistema, guiado por el ARN, va al genoma y realiza un corte”, detalló.
Dicho corte es reparado por la célula, que incorpora más nucleótidos de la cadena de ADN. “De tal forma que en muchas ocasiones termina mutando o cambiando ese gen. Las ediciones o cortes pueden ser muy pequeños o afectar completamente al gen, además de que ocurren cortes en otros sitios del genoma”, abundó Navarro, quien reconoció que la técnica es una manera de modificar los genes de manera muy específica.