Distinción a trabajos de investigación

Reciben premios INAH y Nacional de la Juventud

La antropología social, fundamental para el cambio y el desarrollo de políticas públicas, señalan galardonados

León García, Perla Liliana Chávez y Miguel Ángel Sosme. Foto: Francisco Cruz.
León García, Perla Liliana Chávez y Miguel Ángel Sosme. Foto: Francisco Cruz.

La antropología social es fundamental para el cambio y para el desarrollo de políticas públicas que se diseñaron desde los escritorios, señalaron alumnos y egresados del posgrado en Antropología de la UNAM, galardonados con los premios INAH y Nacional de la Juventud 2018.

La antropología social fue clave en la construcción del México del siglo XX, y se debe aprender y llegar nuevamente a la política pública con aportes de primera mano, coincidieron los universitarios. El país vive un momento trascendente para esta disciplina, en la que se trabaja con personas, se escuchan sus voces y se sistematizan, dijeron.

Por documentar a fondo las problemáticas que afectan a diversas comunidades originarias de la nación, Perla Liliana Chávez Martínez, Paola Velasco Santos y León García Lam fueron reconocidos por el Instituto Nacional de Antropología e Historia en diferentes categorías, mientras que Miguel Ángel Sosme Campos ganó el Nacional de la Juventud.

Población originaria

García Lam, quien recibió el Premio Fray Bernardino de Sahagún a la Mejor Tesis de Doctorado en Antropología Social, comentó que en la consulta a pueblos originarios para incluirlos en el Plan Nacional de Desarrollo, pidieron no ser llamados indígenas, por ser peyorativo, sino población originaria, y ser quienes tengan el control de las políticas dirigidas a ellos para detener el error histórico de hacerlos a un lado.

El egresado del posgrado en Antropología fue premiado por su tesis “Entre chinchos y pitacoches, análisis del sistema ritual de los pames septentrionales de Ciudad del Maíz, SLP”, en el que se documenta cómo a partir de un cuento para niños, esta comunidad transmite su esencia a las nuevas generaciones.

A su vez, Velasco Santos, especialista del Instituto de Investigaciones Antropológicas de la UNAM y ganadora del Premio Fray Bernardino de Sahagún a la Mejor Investigación en Antropología Social, se refirió a la importancia de considerar a la antropología relacionada con temas ambientales que afectan a las comunidades: aquélla que revisa las problemáticas por medio de la gente.

Fue galardonada por su libro Ríos de contradicción, contaminación, ecología política y sujetos rurales, en el que explora desde la perspectiva social las afectaciones de comunidades que habitan a orillas del río Atoyac.

Hace 50 años, la gente que vivía en su ribera nadaba, tomaba el agua, regaba sus cultivos, pescaba truchas y ajolotes. Hoy en día es el segundo río más contaminado de México y está prácticamente muerto.

En tanto, Perla Liliana Chávez Martínez recibió el Premio Javier Romero Molina a la Mejor Tesis de Maestría en Antropología Física, por su texto “Ecuaciones para estimar la talla fetal al momento de la muerte”, que podría ser aprovechado como un estándar por expertos de México, Centro y Latinoamérica.

Error histórico

Para Sosme Campos, quien recibió el Premio Nacional de la Juventud 2018, “si se desaprovecha la oportunidad que representa la antropología social, será un error histórico”.

Él ha trabajado desde hace más de ocho años con comunidades nahuas de la sierra de Zongolica, en Veracruz, que han permanecido relegadas, incluso de otros pueblos nahuas, conservando así gran parte de sus usos y costumbres.

Esta distinción se suma a otras que el universitario ha recibido por visibilizar la labor artesanal de las mujeres y sus tejidos de cintura, obras de arte que han sido exhibidas en museos de Londres y algunas ciudades europeas y de Estados Unidos.

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